Capítulo 10: Golpe de Suerte.

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YunHo:



Salir del salón después de una clase aburrida y verlo recargado en la pared del pasillo, esperando por alguien, me provocó un escalofrío.

Su expresión seria me extraña. Debería irme de inmediato pero me quedo quieto, a unos pasos de la puerta del salón, observándolo por un par de segundos, en los cuales él parece ajeno a mi escrutinio.

Tras un minuto, un murmullo a mi espalda se hace escuchar, llamando la atención de Kim, quien fija su mirada en mí, para luego enderezarse y venir conmigo.

—Necesito hablar contigo —se dirige a mí, sorprendiendo a todos los espectadores a mi espalda.

No respondo, sólo asiento y lo sigo, ante la mirada atónita de la mitad de mi clase. Él me guía en silencio hacia un pasillo solitario. En este momento lo único que puedo ver es su espalda. En los dos minutos que llevamos aquí no me ha mirado, se mantiene a una distancia lejana y me pregunto si mi ataque de ira en la clase del señor Cho fue por su culpa. Es probable, porque me molesta ser ignorado y su indiferencia en este instante me enfurece.

—Si no tienes nada que decir, me iré —digo calmado, aunque en el fondo estoy conteniendo mi enojo.

Se gira un poco, deteniendo mi escape, mostrándome su perfil.

—Nuestros amigos cercanos están saliendo —inquiere, sin voltearse por completo, hablándole a la pared del corredor—. Sería bueno que frente a ellos aparentemos llevarnos bien, no quiero que peleen por nuestra culpa. Hyun y Joon merecen ser felices aún si sus respectivos amigos no se hablan.

—No pienso llevarme bien contigo —respondo, sin saber porqué soy tan cortante con él—. ¿Por qué debo aparentar que me agradas cuando no es así? —estoy siendo grosero, no puedo detenerme, la idea de fingir amistad con él me parece absurda.

Se voltea hacia mí, con la expresión desencajada, incrédulo ante mi antipatía. Su entre cejo se frunce y su mirada brilla por la desesperación.

—¿Por qué me odias tanto? —su pregunta es formulada con un inconfundible tinte de tristeza y confusión—. Te dije que me gustas y aún así...

—No me importan tus sentimientos superficiales, no caeré en tu engaño. ¡Te detesto por todo lo que eres! —. Este hombre es un cínico mentiroso, ¿cómo puede seguir diciendo que le gusto si anda por ahí besándose con cualquiera? La imagen de JaeJoong besándose con el tal Oguri viene a mi mente y siento tantas ganas de herirlo que no mido mis siguientes palabras—. Por tu actitud antipática y confiada, por tu comportamiento altanero y tú cabello teñido, por tu estúpida sonrisa arrogante, creyéndote el centro de atención por tu inútil popularidad. Toda tu persona me molesta.

Sus ojos se ponen llorosos, sus labios apretados y creo saber la continuación de este drama, es por eso que me marcho antes de mirar el desenlace.

—¡YunHo espera! —me grita, con la voz cortada por el llanto que inútilmente trata de contener—. ¡No hemos terminado de hablar!

Me obligo a continuar mi andar sin mirar atrás. Involucrarme tanto con alguien así me puede atraer problemas. Debo enfocarme en mi búsqueda del libro rojo, en la universidad y en ayudar a HeeChul, cualquier otra cosa fuera de esos tres objetivos, es irrelevante y no tiene por qué ocupar de mi atención.

—Ahora no puedo, debo volver a clases —le respondo, excusándome por no quedarme. Mi boca se mueve sola, porque en realidad, en el fondo, no quiero dejarlo llorando.

Podría volver para secar sus lágrimas, disculparme de manera vaga y terminar la conversación como se debe, pero... no lo hago, pues no deseo darle una idea equivocada o confusa. Con haberle dado esperanzas la primera vez, por error, es suficiente.

¡Ámame!  [YunJae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora