¡Ámame! [YunJae]

Capítulo 18: Siempre eres Tú.

La semana es aburrida, o tal vez mi jodida vida lo es. En este momento no encuentro la diferencia.

En los últimos seis días me he perdido en la librería Destiny, he estado ahí más tiempo del necesario e incluso he llegado a imaginar que me encuentro con mi peor pesadilla. Sin embargo y contra todo pronóstico, no ha sucedido.

Estoy consciente que JaeJoong también frecuenta este sitio, pero no lo he visto desde el último día de clases es el viernes 12, cuando los profesores estaban dando las notas de final de semestre. El sábado 13 era día de extraordinarios pero no fui por obvias razones. Para cuando el martes de la nueva semana llegó me di cuenta del silencio a mi alrededor.

Era increíble. Me persiguió poco más de dos meses y tras la discusión en la entrada de mi casa no lo vi acercarse a mí. Los exámenes y preparativos de final de curso nos distrajeron a ambos y a pesar de eso, creí por un momento que él continuaría detrás de mi sombra.

No es así y el hecho me hace sentir extraño. Los días se han escurrido y mi primera semana de vacaciones se esfuma como bruma espesa de entre mis dedos.

Hoy es martes 23 de diciembre. El mes casi acaba y el año nuevo me acecha. La salida con Heenim y su prometido es mañana. En realidad no quiero salir. Fui a comprar víveres este domingo, compré lo necesario para sobrevivir en navidad y año nuevo, es absurdo salir en noche vieja por una tontería pero igual lo haré.

No solo porque HeeChul me obligará a salir a rastras si es necesario, sino porque estoy seguro que si no salgo a despejar mi mente, me volveré loco aquí encerrado.

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JaeJoong:

—¿Estas seguro que no vendrás? —la voz de YooChun suena extraña, como si estuviera preocupado, triste y tal vez así sea.

—No te preocupes por mí, la pasaré bien en compañía de mi cita —un suspiro del otro lado de la línea me dice sobre su ligero alivio. Al parecer creyó esta vez la mentira—. Tú diviértete con Su y no dejes que otros idiotas se le acerquen.

Una risa. La risa de mi amigo se deja oír y yo sonrío. Hace un tiempo nuestra relación se volvió tensa por el asunto de mi encaprichamiento con Jung, y no pretendo seguir enojado con mi mejor amigo por intentar ayudarme con mis problemas amorosos a su manera.

—Como si fuera a permitir que otro ponga un dedo sobre mi JunSu —dice con tono suave. Puedo sentir su sonrisa a través del teléfono—. Te veremos pasado el año nuevo, ¿de acuerdo?

—Sí, cuenta con eso. Me llamas cuando regresen.

—Bien, adiós —tras responder yo también con otra vaga despedida, cuelgo.

Mi amigo me había llamado para tratar de convencerme de ir con ellos a sus vacaciones. Me negué al igual que en los anteriores días, cuando aún no terminaban sus preparativos de viaje.

Las vacaciones habían iniciado desde hace días pero para mí no era divertido. Las horas jamás me parecieron tan eternas. Durante los últimos siete días me he pasado vagando por mi departamento, donde paso la mayor parte de mi tiempo libre. Me aseguro de comer y dormir de manera correcta. Desquitó mi tiempo vacacional viendo televisión o leyendo libros pequeños de mi estantería. Aunque no me atrevo a volver a leer el libro carmesí, el cual he guardado de nuevo en un rincón alejado de la vista en mi estantería.