Llevo demasiadas horas encerrado en mi oficina y mi mente ha llegado a su límite. Me dispongo a organizar los papeles en mi escritorio, y recibo una llamada de Megan Hawkins.
Me alegra escuchar que ha aceptado nuestra oferta de trabajo y decido ir hacia la oficina de Elena para informarle la nueva noticia.
—¿Se puede?—pregunto después de tocar a la puerta.
—Adelante.
Al entrar, cierro la puerta detrás de mi y me acerco hacia su escritorio.
—¿Qué tal ha estado tu día, Derek?—me mira tiernamente, como si en verdad se preocupara por mí.
Y me pregunto mentalmente si en verdad mi madre me habría dedicado una mirada así en algún momento de mi vida.
—Bien—contesto después de carraspear—. He hablado con Megan Hawkins y ha aceptado el trabajo—su sonrisa aparece y luce realmente orgullosa.
La veo teclear un par de cosas en su computadora antes de volver a mirarme.
—Entonces, gracias a ti y a Alee, tenemos nuestro Chef principal y a la repostera. ¡Eso es excelente!
Sonrío ante su alegría y me alegro por haber logrado algo, aunque la borro cuando recuerdo lo que hice para haber llegado a ello.
Termino mi corta conversación con Elena y salgo de su oficina.
Alzo mi mirada y justamente Alee está hablando con el mismo chico de aquella vez. Veo que éste le dice algo y la hace reír y, como si fuese el destino, gira su cabeza y su mirada se encuentra con la mía, su sonrisa se borra al instante y vuelvo a bajar mi cabeza.
Esta vez no me acerco, mucho menos la insulto. Solo vuelvo a mi oficina para recoger todo y dar mi día de trabajo por acabado.
Cuando me dispongo a salir, la puerta se abre antes de que mi mano llegue al pomo y me sorprendo al ver que es ella la que está frente a mí.
—¿Por qué lo hiciste?—se limita a preguntar, aferrando su mano al pomo.
—¿A qué te refieres?—intento no mirar a sus ojos y mantengo mi tono de voz bajo.
—Se nota que eres ambicioso y que odias no ser el centro de atención pero, fuiste diferente. Te noté diferente. ¿Qué cambió para que vuelvas a ser...
—¿Qué te interesa?—la interrumpo de golpe y ella da un respingo por la sorpresa—. Intento mantener la fiesta en paz entre nosotros, me acerco a ti y me tratas con total indiferencia. Simplemente decidí seguir haciendo las cosas a mi modo, no tengo que cambiar por una chica, no lo necesito—mi respiración es acelerada. No sé porqué dije todo eso.
—No te pedí que cambiaras—musita—. Debo admitir que pensé que en estas semanas ibas a volver a ser ese chico diferente—la escucho reírse con amargura—. Aunque no me sorprende. El idiota por más que lo intenta, idiota se queda.
Salgo de mi oficina rápidamente ignorando sus palabras y suelto un golpe en la pared al bajar, mi nueva costumbre por lo visto.
Entro al carro y cierro la puerta de golpe. ¿Por qué me confunde tanto?
Al entrar a la carretera me encuentro mirando fijamente el trayecto pero mi mente está lejos.
«Eres un Maxwell, ponte los pantalones y haz lo que sea necesario» La voz de mi madre resuena en mi cabeza.
—Recuerda porqué aceptaste el trabajo, Derek—me digo a mí mismo cuando detengo el auto en frente de mi apartamento—. Vas a demostrarle a tu madre que eres un verdadero Maxwell, y ningún sentimiento se puede interponer en tu camino.
Al entrar al ascensor siento que la cabeza me va a explotar. La imagen de Alee llega a mi mente cuando las puertas del ascensor se abren y salgo de él.
—Lo lamento, azul—musito cerrando la puerta del apartamento detrás de mí.
N/A:
Hola, hola.
¿Alguien más se siente indeciso? No sé si amarlo o qué.
Sin más, me despido.
Nos vemos en la próxima.
Los quiere, Endless.

ESTÁS LEYENDO
Bluie
Short Story«Derek solo cruzaba frente a un auto cuando escuchó la puerta abrirse y de ella salir una hermosa chica con cabello azul... y por lo visto, mal carácter» *** 2do libro de la saga ¨Las chicas de colores¨. Queda prohibida la copia o adaptación de esta...