Dieciocho.

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Alee's Pov.

Llego al restaurante más temprano que de costumbre y no sé cómo reaccionar al verlo subir las escaleras. Su sonrisa arrogante se hace presente cuando posa su mirada sobre mí —aunque hoy me luce tiernamente bonita— y se empieza a acercar.

—Buenos días—dice cuando está a centímetros de mi rostro.

—Hola—en sus ojos hay cierto brillo, el cual es desconocido para mí.

—¿Estás bien?—pregunta cuando bajo la mirada.

Mi mente se transporta a lo vivido el día de ayer y, sin quererlo, siento arder mis mejillas. ¿Me encuentro bien? No, claro que no. Él me gusta. ¡Él! Por Dios, estoy poniendo la palabra «gustar» y «Derek» en una misma oración.

Ni siquiera me había dado cuenta, pero al verlo tan irritado y diciendo tantas cosas, simplemente las palabras salieron de mi boca sin mi permiso. Y después sus labios... ¡No!

En los pasados meses no podía estar cerca de él sin sentir repulsión y ahora me gusta. 

Eso. No. Pasa.

—Necesito pensar—es lo único que consigo decir antes de empezar a caminar lejos de él.

Entro a mi oficina y me dispongo a organizar unos papeles en vez de organizar mis pensamientos y sentimientos. Así que las siguientes horas me las paso intentando distraer mi mente pero es un caso perdido.

***

Tocan la puerta y alzo mi mirada cuando ésta se abre sin dejarme contestar.

—¿No piensas ir a almozar?—pregunta Derek sin entrar del todo a mi oficina.

—No tengo apetito—miento, la verdad es que muero de hambre pero no puedo estar cerca de él. Hoy no.

Lo veo dudar y ladea su cabeza antes de soltar un suspiro.

—Está bien—suena resginado y yo intento aparentar desinterés—. Te traeré algo, por si te da hambre. ¿Algo que desees?

Sí, aclarar mis ideas sobre ti.

Volver a besarte...

¡No!

—No tienes que hacerlo—digo bajando mi mirada hacia mis manos.

Odio sentirme así cuando lo tengo cerca, como si ejerciera cierto poder sobre mí... como si me volviera sensible y vulnerable. Y no soy así, ya no.

—No es molestia—su voz suena más cerca y, al alzar mi cabeza, lo encuentro frente a mí—. ¿Que tal una pechuga a la Cordon Blue?—su mano se acerca a mi rostro y llega a mi mejilla, siento el temblor de ésta pero cierro los ojos disfrutando de su caricia. Caigo en su encanto—. Con papas fritas, ¿quizá?—abro los ojos cuando le escucho hablar y veo una sonrisa en su rostro.

Asiento varias veces y su sonrisa se agranda antes de bajar su mano y caminar hacia la puerta.

—¿Todo está bien?—pregunta sin girarse.

—Sí, todo bien—contesto en un susurro, y escucho la puerta cerrarse.

***

Derek's Pov.

No puedo evitar acercarme a ella y alzo mi mano para tocar su mejilla, nervioso por su rechazo. Sus ojos se cierran y sonrío al ver su aceptación. El rubor asciende a sus mejillas.

Ella también lo siente.

—Con papas fritas, ¿quizá?—abre los ojos y asiente.

Mi sonrisa se agranda antes de bajar mi mano y camino hacia la puerta. Una pregunta pasa por mi mente haciéndome detener al abrirla.

—¿Todo está bien?—decido no girarme, tal vez escucharlo de espaldas lo hará más fácil en caso de que no lo estemos.

—Sí, todo bien—susurra y un suspiro de alivio sale de mis labios al mismo tiempo en el que salgo de su oficina.

Tal vez las cosas mejoren.

Al bajar a la primera planta, me acerco hacia la cocina y pido dos pechugas a la Cordon Blue con papas fritas, me acerco hacia una esquina para no molestar a los cocineros y espero con mis brazos cruzados a que esté.

Minutos después me encuentro subiendo las escaleras hacia su oficina. Antes de abrir la puerta, me aseguro de respirar profundo varias veces.

«Vaya que ésta chica me pone nervioso. ¿Quién lo diría?».

N/A:

Aquí está nuevamente el capítulo. Sé que no estoy totalmente activa pero en serio lo intento. Como recompensa les traigo un maratón. Espero que en verdad lo disfruten. 

Maratón: 1/3. 

No olvides comentar qué te pareció, no sabes cuánto me ayudan sus palabras.

Los quiere, Endless.

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