Capítulo 17: Potter me amarga el día y desapariciones

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Me levanté la primera para bajar antes que nadie a desayunar. Si, extraño lo sé. Yo levantandome pronto, nadie me creeria si lo dijera, pero así era. Y seguía contrariada por el episodio de anoche con James. Salí de mi habitación dejándolas dormir un poco más y me dirigí al Gran Comedor, donde no me esperé que la única persona sentada en la mesa de Gryffindor fuera nada más y nada menos que Hugo Weasley. Me senté junto a él, que me miró extrañado, probablemente por la hora.

-¿Hugo, que haces levantado tan pronto? -interrogué mientras cogía una tostada y me untaba mermelada.

Él se encogió de hombros y respondió mirando su plato.

-La verdad, es que no me siento muy cómodo estando sin mis amigos. Ojalá hubieramos quedado todos en la misma casa.

-Voy a intentar no sentirme ofendida por que me excluyas de tus amigos -dije para cortar la tensión, causando que él sonriera un poco -. Sé que todo sería mas fácil si los cuatro estuvierais juntos pero, ¿desde cuando las cosas son siempre fáciles? Esto no es más que una pequeña prueba para vuestra amistad, y estoy totalmente segura de que la superareis. Creéme cuando te digo que acabaréis estando siempre juntos excepto para dormir.

El rió, y yo con él.

-Gracias por animarme -comentó sonriéndo ampliamente.

-Gracias por escucharme -contesté de igual forma. -Bueno zanahoria, voy a despertar a tu hermana y al resto para que nadie llegue tarde hoy. Te deseo buena suerte en tu primer día.

Le revolví el pelo a modo de despedida, y me fui de vuelta a la habitación.

. . .

-¡PRIMER DÍA SUPERADO! -gritó Liv tirándose en su cama.

-Creo que nos hemos dado cuenta -comentó Rose sarcásticamente, haciéndonos reír.

Me dejé caer en mi cama también, aunque no estaba tan cansada. El día en si había ido bien, excepto por el hecho de que no había visto a James. Ni siquiera en clases. Me quedé pensativa mirando a la nada y decidí preguntar si era yo o si realmente no había ido a clases.

-Chicas, ¿habeis visto a James hoy?

-Ah, de eso quería hablarte. Yo si lo he visto, pero -Alice titubeó un poco- era como si te estuviera evitando. Ha llegado el último a clase, se ha sentado al fondo y se ha ido el primero, así en cada hora. ¿Habeis discutido o algo por el estilo?

-Sí... algo así -suspiré. Argh genial, ahora James me ignoraba. ¡Yo solo quería ayudar! Me estaba empezando a estresar, así que decidí salir un rato a desahogarme haciendo lo que más me gusta- Creo que me voy a ir al campo de quidditch un rato, voy a aprovechar. Echo de menos volar.

Ellas asintieron. Me quité el uniforme para ponerme ropa cómoda y cogí mi escoba.

-¿Seguro que no quieres que te acompañemos? -preguntó Alice mientras salia por la puerta, alzando una ceja. Yo negué. -Está bien, nos vemos luego pues.

Ya en los pasillos deseé poder ir subida en la escoba, y estuve a punto de hacerlo. Pero entonces Flitwick pasó y no quería un castigo por conducta inadecuada dentro del castillo, así que simplemente, apreté el paso y llegué al campo. Me sorprendí al ver a una figura que conocía ya muy bien volando. Antes de que me viera y huyera, subí yo en mi escoba y me acerqué. Él me vio e intentó volar de vuelta al castillo, pero yo lo intercepté. Sabía lo que le había dicho la noche anterior pero no iba totalmente enserio, no quería que pasara de mí.

-James, ¿Qué te pasa? ¿Porque llevas todo el día evitándome?

-¿A ti que más te da, Arilas? -Preguntó haciendo enfasis en mi apellido, con una mueca. Yo le lancé una mirada fría.

-Bien, Potter -dije en el mismo tono que él -. Avísame cuando hayas superado toda esta estúpidez que te has montado.

No me paré a escuchar su respuesta, o a ver su expresión, sino que simplemente volé lo más rápido y lejos que pude. Paré estando ya a una considerable altura, y dirigí mi mano al colgante que James me había regalado por Navidad el año pasado. Cerré los ojos con fuerza. No entendía que era lo que iba mal, si, le había gritado un par de cosas hacía apenas un día, pero no quería que estuviéramos enfadados. ¿Qué es lo que te ocurre, James?

Tras volar otra media hora, decidí volver para la cena. En vez de entrar por el castillo, preferí hacerlo por la ventana de nuestra habitación, me rehusaba a bajar de la escoba antes de tiempo. Me sorprendí al ver la habitación vacía, y al escuchar gritos en la sala común. Llegué lo más rápido que pude y me encontre con media casa de Gryffindor hablando a la vez. Intenté buscar a alguien que conociera para preguntarle que pasaba, pero no veía a nadie. Me abrí paso entre la gente y choqué con Ted.

-Teddy, ¿Qué está pasando?

Él me lanzó una mirada llena de preocupación y se acercó para que nadie escuchara lo que iba a decir.

-Ha desaparecido una Hufflepuff, Sadie Macmillan.

No supe como reaccionar ante la noticia. Simplemente fui en busca de mis amigos y tras agradecer a Teddy, salí dirección al Gran Comedor. Me encontré con Frank y Alice en el proceso.

-¡Chicos! ¿Dónde está el resto? -me doble buscando oxigeno. Entre volar y correr, acabaría machacada.

-Ni idea, -respondió Frank con una mezcla entre nerviosismo y preocupación. -¿Te has enterado de lo de Sadie? -asentí- bien, lo mejor será que nos reunamos.

Ibamos a salir en su busca, cuando aparecieron todos por la esquina del pasillo: Rose, Liv, Fred, Lorcan e incluso James, que evitaba mi mirada. Yo intenté ignorarlo, teníamos asuntos más importantes.

-No solo la Hufflepuff ha desaparecido -habló Fred sumamente serio- a Marcus llevamos sin verlo desde un poco antes de la desaparición de Macmillan.

Demonios, mierda, argh.

Neville apareció por el pasillo también.

-Chicos, id a vuestra sala común, ahora. Ya tenemos dos alumnos desaparecidos y no quiero que nadie de mi familia desaparezca también. Bueno, no quiero que nadie más lo haga, pero ya me entendéis.

-Papá, ¿están bien Albus, Scorpius y Mike? -interrogó Alice.

-Por lo que sé sí. Pero a vosotros os quiero en vuestros dormitorios en un minuto.

Acto seguido se fue, y nosotros no tuvimos más remedio que hacer lo que nos había dicho. Una vez en nuestra habitación, pasé mis manos por mi rostro y suspiré frustrada, al final, había resultado ser un día horrible.

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*Sigue en crisis de títulos*

Feliz jueves, ¿bc why not?

Nombre Sin Patata La

¿Magia? Magic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora