James:
Me levanté repentinamente hacia eso de las 2 de la madrugada. Mi respiración era agitada y solo una palabra ocupaba mi mente: Lesley. Había soñado con ella, estaba sola a oscuras y gritaba de horror y dolor. Sacudí la cabeza, tal vez queriendo espantar esos horribles pensamientos que me provocaban un violento dolor de barriga. No lo entendía, ¿Dónde estaría? ¿Se encontraría bien? ¿Había una remota posibilidad de que mi sueño...? No, no podía haber sido real, ¿verdad? Con cuidado de no hacer ruido, salí de mi cama y cogí la libreta dónde Lesley tenía todas sus notas sobre la profecía y todo este asunto. Bajé a la sala común por cuestiones de privacidad y libertad para no molestar, ya que estaría vacía. Efectivamente lo estaba, y me limité a acurrucarme cerca de la chimenea, para leer con la cálida y suave luz del fuego de Gryffindor. Abrí el cuaderno y una añoranza súbita me invadió al ver su caligrafía. No me detuve demasiado a apreciarla para no perder tiempo, y comencé a leer sobretodo sus últimas anotaciones. He de decir que no era demasiado útil ya que solo habían palabras inconexas que había sacado de pesadillas o de algún que otro libro. Había escrito la profecía de la cual era víctima varias veces en diversas hojas del cuaderno. Podía imaginarla recordándola una y otra vez, dando libres vueltas por su mente consumiéndola poco a poco. Apreté los puños e intenté serenarme, la rabia no iba a solucionar nada. De una de las hojas cayó un trozo de papel. Se leían tres palabras: aptitud, pruebas y sangre.
Lesley:
Finalmente llegamos a una sala en la que recuperamos la visibilidad. Aproveché aquel pequeño respiro para dirigir a mi compañero una mirada interrogante, cuya respuesta fue una mueca de confusión. Nos encerraron otra vez tras sentenciar que teníamos que esperar ,cinco minutos hasta que volvieran. Este sitio era ligeramente diferente, del techo colgaba una triste luz grisácea que ensombrecía los rincones. Las pareces, pintadas de negro a conjunto con el suelo, no eran un muy buen augurio. Aproveché aquel momento para averiguar algo a cerca de mi acompañante.
-Aun no sé como te llamas -comenté intentando sonar despreocupada. Tenía miedo, pero exteriorizarlo no me pareció buena idea dado el ambiente.
-Lo mismo digo -contestó con una sonrisa divertida. él también hacía un esfuerzo por aparentar seguridad. Le sostuve la mirada dándole a entender que yo lo había dicho primero y que no iba a aceptar una evasiva por respuesta. El chico, resignándose, suspiró. -Evan. Evan Matthews. ¿Y tú?
-Lesley -dije con simpleza. No quería abusar de confianza. A él pareció divertirle, ya que soltó una pequeña risa.
-Encantado, Lesley.
-Lo mismo digo. Aunque lo estaría más aun si pudiéramos salir de aquí -confesé abrazándome las rodillas. -¿Tienes idea de quiénes son o de qué quieren de nosotros?
Evan negó con la cabeza, y un par de mechones castaños se posaron en su frente. Me recordaba a alguien, pero no sabía a quién.
-¿Te has fijado antes? -preguntó súbitamente. Fue mi turno de negar, no sabía a qué se refería.- Hablaban en una lengua extraña, parecía irlandés primitivo. Yo soy irlandés y me ha parecido que en su escasa conversación han mencionado algo de unas pruebas para comprobar algo.
Entonces de repente, la realidad me golpeó con la fuerza de un huracán. A mi mente había acudido mi último descubrimiento, justo antes de ser secuestrada. Noté como empalidecía y la voz abandonaba mis labios. Evan me miraba sin entender mientras yo cada vez encajaba más piezas.
-Evan, nos van a poner a prueba, van a ver quién es el más apto.
Él seguía sin comprender.
-Van a ver quién es el más apto, para ver quién será sacrificado para traer a Minlus Arilas, mi antepasado, a la vida.
Enmudeció a la vez que otro soldado oscuro abría la chirriante puerta, y nos llevaba consigo, hacia lo que fuera que nos deparaba el futuro.
. . .
Honestamente, considerando la de poquísima gente que sigue leyendo este intento de novela, no sé si vale la pena continuarla. También teniendo en cuenta el actualmente nulo feedback que recibo de ella. No sé si está bien, si hay alguien que la valora o la sigue después de todo... Y, no sé. Decidme si preferís que la borre y así se acabe esta molesta y escasa notificación en vuestros wattpads :( respetaré que veáis que ya no tiene sentido.
Atte,
Una escritora que se siente triste e inútil
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¿Magia? Magic.
FantasyCuando una chica corriente se encuentra en contacto con la magia y ve que es parte de una misteriosa y peligrosa profecía, ya nada puede parecer extraño. Claro que, jamás se puede subestimar a Lesley Arilas que, junto a la tercera generación puede r...