Capítulo 1

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"Últimos cuatro minutos del partido y parece que el árbitro no añadirá más. Todavía estamos en el 0-0 así que si no mete ninguno de los dos equipos parece que nos iremos a prórroga. El balón va para Koke que se va por la izquierda para pasársela al principito, Antoine Griezmann, el máximo goleador de la temporada lleva el balón, se va de uno se va de otro y... gooooool, Antoine Griezmann, el chaval por el que nadie apostaba nada hace unos años a marcado el gol definitivo ganando al Real Madrid 1-0."

Mi amiga Nora y yo nos pusimos a gritar y a cantar el himno sin poder dar crédito de lo que el equipo había conseguido esta temporada.

Griezmann corrió hacia la multitud de seguidores que se encontraban en las primeras gradas donde le seguían sus compañeros y le abrazaban. El goleador del partido comenzó a llorar de la emoción mientras miraba al cielo oscuro de esa noche.

Después de pasar la siguiente media hora gritando y cantando decidimos salir del campo a la calle.

—Creo que me voy a ir a casa, estoy muy cansada.— dije mientras colocaba bien mi bufanda sobre mi cuello.

—Está bien, descansa que lo necesitas.

—Gracias, mañana nos vemos.—contesté dándole un abrazo de despedida a mi amiga.

Fui al aparcamiento y puse en marcha el coche para irme a casa y acabar con este gran día. Después de unos minutos desde el Calderón finalmente llegué a casa la que según mi madre estaría vacía hasta mañana ya que había ido a cenar a casa de su nuevo novio.

Abrí la puerta, eché un vistazo a la casa vacía, cerré la puerta y me tiré en el sofá de piel que se encontraba enfrente de la televisión. Cerré los ojos intentando descansar ya que había sido un día muy largo y lleno de emociones pero fue imposible. Mi móvil comenzó a sonar. Metí mi mano derecha en el bolsillo del pantalón y cuando lo alcancé, descolgué. Era mi amiga Nora.

—¿Nora?— contesté adormilada.

—Atleti, Atleti, Atlético de Madrid...— tarareaba.

Sonreí recordando los momentos vividos hace menos de una hora.

—¿Que quieres? Estaba intentando dormir.— dije riendo.

—Te recojo a las diez en tu casa.— dijo mientras los gritos de más gente se oían de fondo.

—Hoy no, voy a descansar.

—He oído que los jugadores saldrán a la plaza a celebrar la victoria, ¿Sabes quién estará, no?— dijo Nora con una risa vacilona.

—Está bien, a las diez aquí.— contesté finalmente y le colgué.

Una sonrisa se dibujó en mi boca imaginando el momento que tanto había esperado durante tanto tiempo y para el que todavía sigo esperando.

Sabía perfectamente a quien se refería Nora y no iba a dejar escapar la enésima oportunidad que tuviera de conocerlo.

Miré el reloj que estaba colgado en la pared y me levanté de un salto. Eran las diez menos cuarto. Subí corriendo al baño, me di una ducha rápida para quitarme el sudor que había acumulado durante todo el día, me sequé el pelo y fui a mi habitación. Abrí el armario de par en par y cogí unos pantalones negros encerados con una camiseta blanca de manga corta y unas bailarinas del mismo color que el pantalón. Me acerqué al espejo, eché un vistazo rápido al maquillaje que había en la mesa del tocador y me puse un poco de rímel y pinta labios rojo. Deje la raya del pelo a un lado y justo cuando cogía las llaves alguien llamó al timbre tres veces impaciente.

—¡Voy!— grité sin intención de que me pudiera oír desde fuera.

Bajé las escaleras a paso ligero y abrí la puerta.

—¡Va Nerea! ¡Canta conmigo! Atleti, Atleti, Atlético de Madrid...

—Cállate— dije tapándole la boca para que se callara ya que sino conseguiría despertar a todos los vecinos.

Llevaba unos vaqueros y una sudadera gris que iba a juego con el color de sus ojos.

—Está bien, ¿puedes quitar ya tu mano de mi boca por favor?— dijo sin poder vocalizar bien.

—Si— contesté riendo.—¿Vamos?— pregunté señalando el coche de mi amiga. Era un BMV blanco, precioso que podía ir de cero a cien en ocho segundos, todo lo que cualquier chica de veinte años pudiera desear.

—Vamos.

Entramos en el coche, nos atamos el cinturón de seguridad y Nora arrancó produciendo ese ruido que tanto me gustaba mientras que yo encendía la radio. Where are Ü sonaba por todo el coche a todo volumen.

Aparcamos lo más cerca posible de la plaza central y nos bajamos.

—¿Crees que hoy es el día?— preguntó mi amiga mientras comenzábamos a andar hacia la plaza llena de bares donde se suponía que los jugadores iban a estar.

—No lo sé, eso espero.— contesté triste.

Nunca me cansaría de poder conocerlo aunque por otra parte también estaba cansada de intentarlo, de luchar por una foto con mi ídolo desde que tengo catorce años, pero por el, lo daría absolutamente todo.

Caminamos unos metros hasta que encontramos a nuestras otras dos amigas.

—¡Ana, Nuria!— grité mientras levantaba mi mano sobre todas las cabezas para que me vieran.

—¡Nora, Nerea!— gritaron ellas.

Empujábamos a la gente a la vez que conseguíamos acercarnos más y más y cuando estuvimos cara y cara, nos abrazamos. Ya habían pasado unos meses desde que no las había visto y las empezaba a echar de menos.

Haciéndonos hueco entre el grupo de gente, comenzamos a bailar.

No hacía mucho caso a la música que salía de los altavoces ya que prefería estar más pendiente de si veía a algún jugador del equipo rojiblanco. Pero como siempre, no había nadie, parecía que escapaban de nosotras. De mi. Como el sueño que he tenido desde que era una adolescente. Conocerle. Conocer a mi ídolo, Antoine Griezmann.
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~Leire~

"Sin ti no soy nada" TERMINADA [Antoine Griezmann]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora