Capítulo 36

1.3K 61 0
                                    

Nerea
La mañana siguiente me desperté por el ruido de la gente de la fraternidad limpiando. Me dolía la cabeza debido al alcohol que había tomado el día anterior y eso hizo que recordara lo ocurrido hace tan solo unas horas. Sentía como si fuera todo producto de mi imaginación, como si esto en realidad no estuviese pasando pero para me mala suerte, todo este estaba ocurriendo, Antoine no era el tipo de hombre que pensaba que era y llegó hasta a demostrármelo.
Alguien llamó a la puerta lo que obligó a levantarme perezosamente para abrirla y ver la maldita cara de Lisa nada más levantarme, esto sí que era un buen despertar.
—Espero que estés contenta de lo que hiciste ayer... ¡Me arrancaste tres mechones!— gritó como una histérica mientras me mostraba su cabeza enseñándome un pequeño espacio que se encontraba en la coronilla.
Puse cara de indiferencia, me encogí de hombros, cerré la puerta en sus narices y la de sus amigas y me volví a tirar a la cama, había decidido que pasaría el resto de la mañana así, sin hacer absolutamente nada ni hablar con nadie.
Pero como si el universo entero se pusiera de acuerdo para llevarme la contraria, mi teléfono comenzó a sonar.
Resoplé y me levanté de la cama a duras penas. Al ver el nombre de David en la pantalla quería colgar pero hacía horas que no hablaba con él y desde que vino a Madrid, eso no era normal entre nosotros.
—¿Si?— contesté con la voz ronca ya que me acaba de levantar.
—Hola Nerea, ¿Qué tal has dormido?
Puede que David y yo fuéramos muy buenos amigos, y que supiera de mi relación con Antoine pero no iba a contarle esto, no en este momento y mucho menos por teléfono.
—Bien... ¿tú?— Por mucho que procurase disimular mi voz adormilada seguía estando ahí la voz ronca y algún que otro bostezo que se me escapaba de vez en cuando.
—¿Te acabas de levantar?— preguntó.
Tapé el ata voz del teléfono y chasquee la lengua, no sabía porque quería ocultarle lo cansada que estaba a David pero supongo que no quería causar esa imagen de mi, no delante de él.
—...si, ayer fue un día muy
largo— contesté finalmente mientras rebuscaba mi reloj en uno de los cajones. Eran las tres del mediodía, no podía creer que hubiese dormido hasta tan tarde pero supongo que el día anterior no me habría acostado muy temprano.
—¿Te apetece quedar?— agradecí que cambiase de tema ya que no me apetecía darle explicaciones ahora mismo.
—¿Cuándo?
—A la noche, podemos ir a cenar y luego a bailar... si quieres.— Por su tono de voz pude suponer que ahora mismo estaría rojo como un tomate.
—Si claro— contesté alegre. —A las nueve en mi fraternidad.— Me vendría bien quedar esta noche ya que necesitaba olvidar todo lo referido a Antoine de alguna manera y si la única forma era ir a una cita con David, lo haría.
Llamé a Nora para pedirle perdón y para decirle que no iría a trabajar esta noche, a pesar de que llevaba días sin ir.
Me alegraba saber que las cosas con Nora seguían como antes, sabía que me había comportado como una auténtica imbecil la noche anterior y que no debería haber pagado mi enfado con ella.
Me vestí, salí de la fraternidad lo antes posible intentando no cruzarme con nadie y cogí un taxi para que me llevase al centro. Ya que tenía una cita con David, quería ir bien vestido y apenas tenía ropa normal en mi armario.
No había comido durante todo el día pero un dolor de estómago amenazaba desde primeras horas de la mañana.
Decidí comprarme una falda turquesa con una camiseta blanca. Compre algún material para la universidad, comí una pizza en la pizzería en la que estuve con David el otro día y volví a la fraternidad para repasar todo para el examen que tenía el lunes.
Antoine
Me desperté desorientado, ¿dónde me encontraba?. Al ver el volante y el asiento en el que estaba sentado, supe que había pasado la noche entera en el coche. De pronto los segundos de no recordar nada se esfumaron y comencé a recordar todo lo que había ocurrido la noche anterior.
Me miré en el espejo del retrovisor, mi cara estaba hinchada al igual que mis ojos los cuales jamás habían estado tan irritados. No sabía si era por el alcohol o por el cúmulo de emociones que se arremolinaban en mi cabeza que me sentía en una depresión inmensa. No podía creer todo lo que había hecho todos estos días, como no pude ver lo idiota y repugnante que estaba siendo al comportarme así y de pronto, como si alguien quisiese sacarme de todos mis pensamientos, mi teléfono comenzó a vibrar sobre el asiento de al lado. Lo miré por unos segundos recordando todos esos momentos en los que Nerea se sentaba ahí y cantábamos canciones juntos. Cuando fui capaz de salir de todos mis recuerdos, descolgué.
—Estaba a punto de colgar, ¿qué tal estás?— preguntó una voz que que jamás sería capaz de olvidar.
—¿Clara?
—La misma— contestó mientras al parecer mascaba un trozo de chicle.
—Que sorpresa— grité desconcertado.
No veía a Clara desde que me mudé a Madrid siempre había sido mi mejor amiga de Macôn y hacía años que no hablaba con ella.
—Es que me he mudado a Madrid, ya sabes... en busca de nuevas oportunidades, Macôn está muerto para mí— dijo riendo.
Tan extrovertida y alegre como siempre.
—¿Estás aquí?— pregunté emocionado. Era la única hasta ahora que había conseguido hacerme olvidar un poco -y solo un poco- a Nerea.
—Si, me mudé aquí hace una semana pero quise esperar para llamarte hasta que acabara de preparar la casa y todo.
—Genial.
A Clara siempre le había gustado el mundo del espectáculo, tenía un gran talento a la hora de cantar y actuar así que supuse que vino en busca de algún papel para una obra.
—¿Te apetece que quedemos para tomar algo esta noche, como en los viejos tiempos?
—Si— dije más alto de lo habitual.
—Perfecto, a las once en mi casa, te paso mi dirección por correo— y colgó.
Era justo lo que único que necesitaba para olvidarme de Nerea y de todo lo que había hecho estos meses y esperaba que esto ayudase a poder levantar cabeza.
Sé que en este capítulo no ocurren muchas cosas pero es necesario para el siguiente, prometo que pasaran bastante cosas en el siguiente.
Espero que os haya gustado:)

"Sin ti no soy nada" TERMINADA [Antoine Griezmann]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora