La vida perdió el rumbo que una vez alcanzó, cuando decidí aventurarme en un nuevo sueño del corazón. Ahora quedo acompañado solo por mi soledad y con recuerdos que se pierden poco a poco en la vacuidad de un futuro que no será más. No estoy bien, pero tampoco estoy triste; estoy neutro y sin saber que hacer.
Por lo pronto, un extremo está callado y el otro se ahoga en una profunda confusión y grita sin emitir sonido alguno, puesto que su fondo está vacío desde que todo lo entregó. Cada parte se hacina en un cúmulo, en un tumulto de caminos enredados, sin razón, y el ser entero, que tanto supo amar, se divide en mil pedazos y cada pedazo sigue cada sendero dibujado con cada latido que le dio su corazón.
Mas su corazón ahora está prohibido y vetado por la sinrazón. La Locura ha enloquecido y se ha vuelto cuerda y rutinaria, el Amor y la Esperanza se han convertido en unos parias que la "Sociedad de Sentimientos" ahora descarta en un rincón al que ni el Olvido puede ni quiere llegar. Es así, como el proyecto de una vida llega a fracasar, pues el Amor se va con la Esperanza y, junto a ellas, la Felicidad que alguna vez supieron dar.
Estoy solo, como todos, pero como nadie sé lo bien acompañado que voy. Sigo mi camino, sin saber exactamente a dónde dirijo, pues confío que cuando llegue a mi destino, tal vez sea el incio del olvido y el comienzo de quien soy.