Ahora que no estás aquí,
¿de qué sirve decir cuánto hemos extrañado?
No queda nada por sentir,
¿para qué discutir quién fue el que más ha amado?
Si tú te fuiste sin saber, si no supiste ver que por ti estaba ciego,
no creas que basta con volver, ¿no puedes entender que esto no fue juego?
Ahora buscaré por ti, en un barril sin fin, recuerdos de nosotros,
¿para qué te voy a mentir?
No quedan nada más que muchos sueños rotos.
Y ¿para qué volver?
Si tú ya has decidido que no eres feliz conmigo y sí con él.
Tú vete por tu lado, lo nuestro ya es pasado
y yo ya estoy acostumbrado a perder.
¿Ya para qué volver?
Ahora que no estás aquí,
¿de qué sirve fingir?, si yo no te he olvidado,
si todo te lo he dado.
No tengo nada que temer
y no voy a esconder que estoy muy confundido.
Echémoslo todo al olvido,
solo hay que comprender que todo se ha perdido.