200 VECES YO

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Llegó a casa y tomó un té suave, la calmaba mucho. Todavía era temprano, ni siquiera eran las cuatro de la tarde así que decidió ver si podía quedar o salir un rato.

Le habló a una de sus mejores amigas, lucía, ya que necesitaba a alguien al cual contarle todo lo que había pasado. Sentía inseguridad en lo del bebé.

Cogió el móvil y empezó a redactar:
-hola feucha
-holaaaaaa ¿qué tal?
-bien jajaj, mucho mejor, y usteeed?

-muy bien boba-respondió con varios emojis de corazones
-¿esta tarde tienes plan? -se atrevió a preguntar
-sí, tengo uno muy importante-respondió cosa que le chocó

"Oh mierda, necesitaba hablar con ella, y desahogase" se quedó pensativa, pero de repente vio que seguía escribiendo y esperó la respuesta.

Le vibró el móvil,  mensaje de Lucía.
-sí, tengo el maravilloso plan de engordar viendo la televisión-le volvió a responder riéndose
-jajajjaja boba-menos mal pensaba

-¿dónde quedamos?
- en el centro comercial a las...- empezó a escribir
- tú decides, a mí me da igual
-cinco?
-valeeee, allí te veo

Rápidamente se cambió la ropa del trabajo y se puso algo informal, cogió un pequeño bolso y metió lo esencial. Se maquilló ligeramente y salió.

Llegó, como de costumbre diez minutos antes así que decidió dar vueltas y vio la tienda de trajes donde estuvo hace mucho mucho tiempo.

Como de costumbre, vio las hermosas dependientas y se sintió mal por no ser tan femenina ni guapa ni esos rollos. Bueno sí, eran rollos...

Se preguntó si habría ido allí con más
"Ese cabrón me dejó mal"-pensó

Había pasado menos de un mes y encima dentro de ella estaba poco a poco creciendo el fruto de ese amor.

Que no sabía si era amor porque ya dudaba cada palabra de él.

Dudaba cada gesto, cada beso...no sabía si todo había sido mero postureo, mero teatro de los más dignos.

Cuando por fin eran las cinco la vio llegar, con esa melena rubia tan alocada y esa sonrisa de oreja a oreja.

Estaa dos últimas semanas la había ayudado más que nunca y le tenía aprecio.