200 VECES YO

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Entre pasos y pasos se encontraron y se dirigieron a la cafetería más cercana. Tomaron un trozo de tarta cada una y un café.

-bueno, ¿me vas a decir ya qué es lo que te preocupa? -le pregunta directamente Lucía
-bueno, es muy largo...-empezó a decir María

-¿tenemos tiempo no?-y ante el gesto afirmativa añadió -pues adelante
-bueno, son dos partes, la primera es buena y la otra no sé como decirlo

-anda di ya jajja,no muerdo -le apuró ella
-la parte buena es que me van a hacer fija en la oficina-le contó

-¡dios! Eso es maravilloso, debes de estar feliz ¿no?- le dijo sonriendo
-sí, la verdad es que fue una grata noticia y no me la esperaba...-empezó a hablar María

-espera,espera -la interrumpió Lucía
-¿qué?
- no te hagas la loca, ¿qué era lo otro?
-Bueno, es difícil -se miró los pies aver, ¿cómo se decían las cosas así?  No era fácil...

-¿es algo de Alberto?
Afirmó con la cabeza
-¿no te habrá hecho algo,no? Que voy y le parto la cara, ¿ha sido eso?
-No, no es eso,  él ni me habla y mucho mejor.
-¿entonces?

-estoy...-empezó.
-¿enferma? -sugirió ella
-no, estoy sana
-dime ya cariño

-estoy embarazada -terminó de decir ella
-¿era eso cariño? Vaya...
-sí, y es difícil
-¿se lo has dicho a Alberto?

-no, no sé nisiquiera si tenerlo
-aver, sé que es difícil pero, si fuera por ti ¿qué harías?
- lo tendría -dijo sin dudarlo,vaya nunca pensó que lo diría tan convencida.

-¿se lo dirás a él?
-me gustaría pero... ¿qué dirá?  Bastante he visto de cómo es últimamente y yo qué sé
-¿te importa lo que diga él?

-no, ¿sabes qué?  Lo tendré con o sin su consentimiento. Me da igual. Yo voy a tenerlo.
-así se habla y vamos a celebrarlo
-olé

Mandaron dos chupitos y brindaron.
Este era otro nuevo comienzo.