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Al día siguiente salieron del hotel y se fueron cada uno a su casa. Ella se dio una ducha aunque le dolía un poco y él se dio un baño, nunca había disfrutado tanto.

Los días pasaban y eran felices se querían,  se besaban, hacían el amor cada día con más y más pasión.

El otoño pasó dejando paso al invierno.

Seis meses de relación los habían unido mucho. Sin embargo, un día salieron a tomar algo.

Era sábado, cálido para ser invierno. Pero ¿es qué acaso alguien entiende el tiempo? . Ella se puso un vestido, él se vistió informal.

Entraron a un local y pidieron dos copas, él tomó la suya rápido y pidió otra.

Quien sabe cuántas copas tomó que se volvió insoportable.
Se acercaba a ella, la agarraba del muslo y le decía:
-ven quiero besarte.

Olía, mejor dicho apestaba a alcohol y era repuganante. Llegado un momento María se cansó,  se separó y le dijo:

-o paras o me marcho-le dijo sin dudarlo, tenía comprensión peeo también límites y no era boba

-vamos mujer, no exageres-le respondió él haciendo gestos con la mano.

-¿es tu última palabra?-le respondió mirándolo a los ojos
-¿pero qué?- preguntó el confuso

Se cabreó y decidió salir sola de allí,  no iba a tolerar nunca ese comportamiento.
Entendía bien una copa o dos. ¿pero diez?

Desde pequeña se lo decía una y otra vez, "yo hombres borrachos no tolero ni en broma".

Así cumplió lo que dijo. Se alejó, cogió su bolso y paró un taxi, el taxista le preguntó:

-¿se encuentra bien?

Ella sin moderar el tono le respondió:
-metase en sus asuntos.

Usó un tonó muy insoportable y maleducado y de dio cuenta y se sintió mal.

-perdone, me enfade con mi novio y la pague con usted-le dijo tímidamente

-tranquila, si después de varios borrachos una mujer con carácter es preferible -le bromeó

Ella sonrió y se sintió aliviada. No le gustaba ser insoportable ni mucho menos una niñata.

Además bastante tenía el pobre hombre con trabajar a esas horas y aguantar subnormales.

Pagó el.taxi y entró a su casa, miró el móvil,  ningún mensaje, lo conectó al enchufe y decidió irse a dormir.

Mañana era domingo pero tocaba limpiar.

200 VECES YODonde viven las historias. Descúbrelo ahora