Capitulo 27: Borrón.

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Levantamos la mesa Alex y yo, y mis padres se fueron a dormir. Refregué los platos mientras él secaba, nunca pensé que él colaboraría así pero ni siquiera tuve que pedirle, el dio por sentado que podía ayudarme. Cuando terminamos el habló:

-Lena..- puse mi mano sobre su boca y con mi otra mano la llevé a mi propia boca para que guardara silencio. Tomé su mano que se ajustaba perfectamente a la mía y lo arrastré hasta mi pieza. Era un lugar muy intimo pero sabia lo que me iba a decir por lo que necesitábamos un espacio más privado y seria mas difícil que ellos escuchen desde mi habitación.

Él cerró la puerta y yo me dejé caer sobre la cama. Pasé mis manos por la tela del edredón y jugué con un hilo que se había desprendido.

-Ahora entiendo mejor- anunció pero decidí mirar el piso, no queria enfretarme a él.

-Es complicado.

-¿Por qué no les dices que la comida del colegio es cara? Puedo tener dinero pero reconozco los precios.

-No cambiaría nada, solo verían la brecha monetaria entre todos ustedes y yo.- resoplé- que les diga, no va a cambiar el hecho de que se sentirían culpables y verían noche tras noche la mejor manera de salir adelante con los gastos de ellos y los míos.- resoplé exhausta- A veces me pregunto, si tal vez, hubiera muerto yo y Nathan estuviera con vida, capaz así vivirían mas parecido a ti.

Oí un cambio brusco en la habitación y él se puso a mi lado en mi diminuta cama.

-Jamás digas eso- tomó mi rostro con sus dos manos, me sonrojé por su proximidad. Podía sentir su respiración sobre mi rostro- porque nada solucionaría que fuera al revés, Nathan murió porque era su destino, no busques el tuyo de la misma manera, ¿Me oyes?

Asentí fervientemente ya que de nada serviría llevarle la contra, es su pensamiento contra el mío. Nos quedamos así, mirándonos el uno al otro esperando que sea el otro el que de el paso. Sus labios estaban tan cerca, tanto que nuestras respiraciones parecían ir al unísono. Mi corazón parecía querer salir de mi pecho y mis manos sudaban ante la expectativa. Interrumpí el momento. No podía besarle como si estuviera todo bien entre nosotros.

-No he tenido nada que ver con lo de Jason, lo he defendido.

-Lena... No quiero que hablemos de eso.

-¿Como está?

-Los médicos dijeron que se iba a poner bien, que solo tenía que descansar.

-¿No has hablado con él?

-Aún no.

-Cuando lo hagas, vas a ver que soy inocente.

-Entonces ¿Por que estabas con ellos? Si decido creerte, cosa que aun no hago, debe haber una explicación de lo que pasó.

-Tu me dijiste que invite a salir a Sam, no entiendo porque lo hiciste y luego me mandaste tantos mensajes.

- Sam y yo nunca nos llevamos bien, necesitaba información de él pero no esperaba que aceptara la oferta. ¿Que hacia con Erick y el resto?

-No puedo decirlo.

Vi la expresión de su rostro transformándose de un segundo al otro.

-¿Ves? ¡Ahí está el problema!- se puso de pie exasperado- los proteges.

Mi teléfono vibró interrumpiéndonos pero no le di importancia, al minuto el dispositivo volvió a vibrar.

-Será mejor que atiendas o quieres que Sam se ponga celoso.

Desvié mi mirada hacia la cama donde estaba apoyado el móvil, y en efecto, vi el nombre de Sam debajo de llamada perdida. Alex suspiró, caminó hacia la puerta y murmuró un "me tengo que ir" y salió por la puerta de mi casa sin mirarme a los ojos. Diablos, estábamos tan mal. Resultaba raro que Sam me llamara a esta hora.

I HATE YOU TOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora