Capitulo 35: momentos de reflexion

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Volví a mi casa caminando, Alex se había ofrecido llevarme pero necesitaba tiempo para pensar, y ¿Qué mejor que caminar hasta mi casa?
Crucé la calle y reflexionaba acerca de su nombre, Sam. Sam o Sammuel o como prefiera llamarse. Cuando mas y mas pensaba, mas extraño me parecía. Creía que el estaba "interesado" por mi o como se le pueda llamar a eso pero había algo que no cerraba en él. Yo fui la que le invité a salir por obligación de Alex, quien hasta después no me enteré que era su hermano. Luego conocí a Erick y ahora que pensaba, nunca Sam hizo un movimiento seductor hacia mi o algo por el estilo, no intentó besarme ni coquetearme. Si, bailamos una vez pero estábamos ebrios. Aunque, intentó llevarme al baile, capaz que fue por sentir culpa de haber tomado una foto de mi casa y divulgarla. No se que me haría sentir pena, saber que nunca sintió nada o que sintió pena.
Caminé por la vereda de mi casa y Salchichita salió a recibirme.

-¿De quién es el perro más feo y pulgoso del mundo?

Lo alcé y besé en la cabeza. Lo amaba al engendro, dicen que el amor de una madre es ciego y cuan correcto creo que es.

Mamá y papá estaban sentados en silletas en el patio del frente charlando.

-Hola- los saludé con un beso a cada uno.

-¿Como te fue hoy hija?- preguntó papá mientras doblaba y depositaba el diario sobre su regazo.

-La mar de bien- si supieran todo lo que pasó, probablemente a papá le diera un infarto al miocardio.

-Nos alegra oírlo- me senté en el suelo frente a ellos- estábamos conversando con tu padre que te notamos cambiada, y creemos que deberíamos hacer unas vacaciones, quizás podríamos ir a por aquí cerca donde es mas barato o...

-¿Están locos no?- se les fueron todos los jugadores, tenían solo césped y el arco en su cabeza.

-¿Disculpa?

-¿Cambiada yo? Jajaja que gracioso- solté una carcajada sin un gramo de auténtica- Se matan trabajando y pagándome el colegio, apenas tenemos para comer y vestirnos y aún así ¿Quieren gastar plata en cuanto, una semana de playa? Taaaanto esfuerzo tirado por la borda.

Me puse de pie exasperada, debía ser una broma. Como si fuera malo cambiar, crecí y maduré porque eso me toca vivir.

-Los problemas de dinero son de tu madre y mío Lena- dijo a mi padre y vi que su voz se tornaba gruesa y autoritaria. Solía temerle cuando la cambiaba porque solo significaba problemas.

-Te equivocas, también son míos.

- No lo son, hacemos todo por darte la mejor educación posible...

-¡Que me coloquen en un colegio donde se paga quíntuplo de lo que gana una persona normal, no lo hace ser la mejor!

-¿Y por que lo dices ahora?

-¡Lo he dicho miles de veces, solo que ustedes no escuchan! ¡Esperan y doy lo mejor de mi y me mato estudiando de noche y haciendo todo lo posible y matándome de hambre solo para cumplir un capricho de ustedes y no crean que soy desagradecida porque no es así, pero mi vida seria tal vez un poco mas sencilla si no tuviera tanta presión sobre mis hombros!

-¿Por qué te matas de hambre? ¿Acaso no comes en el almuerzo?- ahora fue el turno de hablar.

Había metido la pata hasta el fondo pero era hora de hacerme cargo y enfrentarlos.

-Ustedes no lo entienden, no saben lo que es estar en mi lugar.-Resoplé resignada- hay algo que no les he dicho, desde el principio no puedo pagar el almuerzo de la cafetería es demasiado caro y además me quitaron la beca, por eso he estado trabajando a mas no poder. Hago lo que puedo pero no alcanza y me desespera estar en la cuerda floja todo el tiempo.

-¿Por qué no nos has dicho?- papá hablaba y mamá me miraba sorprendida ante el desplante.

-Porque ustedes hacen todo lo que pueden y no quería decepcionarlos...

-Jamás lo harías y menos por una cosa como esa.- papá extendió su mano hacia mi y yo coloqué la mía sobre su palma. Sus dedos callosos acariciaron mis nudillos mientras me miraba fijamente- un padre nunca quiere darle responsabilizarle a sus hijos y menos como esas, lamentó que hayas tenido que cargar con todo eso pero aún más siento que lo hayas hecho sola. Somos tus padres y estaremos siempre para ti, nunca lo olvides ¿Está bien?

Asentí mientras lagrimas caían sobre mis mejillas. Mamá se puso de pie y me abrazó y papá al instante se unió. Si alguien de afuera nos viera, diría que era muy infantil, pero no sabe el amor de sus abrazos lo feliz que me hacia sentir.



En esa misma tarde fui a lo de Betty's. Fue un gran alivio haber hablado con mis padres sobre el problema monetario pero aún así seguiría ayudando todo lo posible, además era un hermoso lugar para trabajar así que no podía quejarme.
La campana sonó apenas abrí la puerta delantera del negocio. Siempre entraba por el callejón donde nadie podría reconocerme pero ya no me importaba, él que quería verme que lo hiciera y si se burlaba, no importa. Yo no era alguien que se dejaba pisotearme, hay que ser fuertes y resistentes en la vida. Saludé a mi cliente habitual, Bea y luego cuando pasé detrás del mostrados a Marie y Betty.

-Te ves como si te persiguiera la parca Lena- comentó mi jefa en tono jovial.

-Largo día nomas.

-Bueno, avísame si necesitas algo por mensaje- se quitó la placa con su nombre y me la entregó- Guardarla en mi despacho, me iré a hacer unos recados. Volveré pronto.

Me dirigí a la parte posterior y me cambié con el uniforme correspondiente. Recogí mi cabello por cuestión de higiene al manejar comida y volví a atender.

I HATE YOU TOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora