Capítulo 11: Ignorándolo.

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No había cruzado palabra con Alex desde la discusión de la comida, él no había intentado otra vez alimentarme ya que se habrá dado cuenta que lo golpearía realmente con la bandeja. Mi orgullo estaba herido porque no me gustaba sentirme inferior. 

-Deberías ser más gentil, él sólo quiere ayudarte.

-Lo sé.

Caro me había interceptado mientras cruzaba el estacionamiento.

-Pero no lo necesito. Si quisiera comer lo haría.

Intentaba buscar alguna excusa que me sirviera para evadir esta conversación incómoda. Sabía por la expresión de ella, que se estaba percatando de mi situación, no era ni una boba. Estaba debatiendo si creerme o no.

-¿Y tú auto? - preguntó.

-Me lo ha pedido mi madre para irse de viaje.

-¿No tiene auto?

-¿A que se debe tantas preguntas? - me estaba sintiendo interrogada y no me gustaba la conversación.

-Sólo curiosidad.

La miré desconfiado de sus intenciones.

Me encogí de hombros restándole importancia, intentando aliviar la tensión que había entre nosotras.

Nada podría entristecerme ya que nada era más gratificante que tener el dinero en el bolsillo para pagar la deuda. Caminé mucho más tranquila y con paso decidido por la institución junto a mi amiga. Hoy el bullicio había diezmado y estaba muy tranquilo todo. Escuché mis pasos resonar por los pasillos al ritmo de mi palpitante corazón.

Me separé de Caro y entré al salón de Ciencias y me dirigí a su mesa. No quería mirarlo por miedo a que mi corazón me traicione. Cuando se acercaba no podía pensar correctamente. No entendía porqué no le había contado a todo el mundo mi situación.

Además había trabajado sin descansar. Tuve que cuidar horas extras a Sophie y Clare porque sus padres se habían ido a una reunión en Europa. Al menos se tenían una a la otra y eran dos niñas adorables.

Me coloqué frente a su mesa y esperé que notará mi presencia.

-Alex- dije su nombre intentando que mi voz sonara fría. No quería mostrarle lo mucho que me afectaba que supiera la verdad. Ser pobre es algo realmente duro con lo que se vivía día a día, no un hobby o algo parcial. Al escuchar su nombre, levantó los ojos de la hoja y me miró sorprendido- ten.

Extendí mi mano con el sobre blanco que tenía la suma exacta que pagaría su equipo. No tomó el papel sino que comenzó a negar cuando mi humor empeoró.

-Acéptalo.

-No puedo Lena.

Apoyé la mano sobre su mesa y acerqué mi rostro al suyo. Podía verme irritada a través de sus ojos.

-Me ha costado un montón conseguir el dinero, acéptalo.

-Yo no...

-Por favor- casi le supliqué para que aceptara. Tenía que saldar la deuda porque sentía la imperiosa necesidad de demostrar que era capaz de cumplir con lo que digo, que era valiente a pesar de las adversidades.

-Esta bien- suspiró resignado y apoyó su mano sobre la mía mirándome a los ojos. Mi corazón comenzó a latir salvajemente dentro de mi pecho y sentí mis piernas debilitarse, como si no pudieran sostenerme por mas tiempo.

Sus dedos eran cálidos sobre mi piel.

Retiré lentamente mi mano de las suyas, sintiendo frío inmediatamente. Me di vuelta y me dirigí hacia mi lugar.

Prácticamente me dejé caer sobre la silla e intenté recuperar mi respiración. ¿Qué fue eso que sentí? ¿Por qué reaccioné de esa manera? ¿Qué está mal conmigo?

-Bueno alumnos, como ya saben, cada año en mi asignación se hace un viaje a un lugar completamente rodeado por la naturaleza para aprender sobre la madre tierra y que sirva como recreación.- mis compañeros de clase vitorearon alegres por el anuncio pero yo estaba confundida. ¿De que hablaba? - El viaje se realizará el día miércoles y volveremos el lunes. Les pido que les pidan a sus padres que firmen todos las autorizaciones y no se olviden, además adjunten el dinero del viaje en un sobre con el nombre y el curso. También viajaremos con estudiantes de otras materias y con los alumnos de último año.

-¿A dónde iremos? - preguntó un joven emocionado.

- A los bosques a unos 500km de aquí.

-¿Cuánto hay que pagar? - preguntó una voz femenina ubicada delante de mí.

-$150 USD.

No puede ser, ¿Por qué el universo está en mi contra? ¿Acaso me odia? Me encontraba en shock ante las palabras del profesor. No podía juntar el dinero en dos días, quise morir realmente.

-Además deben llevar la comida que cada uno va a comer.

Diablos. Esto estaba muy mal.

-¿Es obligatorio ir? - alcé la mano para que el adulto me oyera. Si podía evitarlo, no iría.

-Si, aquel que no vaya reprobará mi materia sin excepciones.

Hundí mi cabeza entre mis manos sin saber que hacer. Esto no podía estar pasándome, de seguro era una broma. En todo momento sentí la mirada de Alex.



Para mi alivio tenia algo de dinero para pagar el viaje, pero igualmente tuve que pedirle dinero a mis padres.

-¿Por qué es tan caro? - preguntó Papa después de escuchar la cifra que le di. Era mucho mayor la que había dado el profesor pero no quise decirle la verdad- no creo que pueda conseguir en tan poco tiempo.

-¿Por qué no hablas con el profesor y le dices que no podemos pagar? Debe estar al tanto de nuestra situación- habló mamá e hice una mueca ante el comentario.

- Es que me ha dicho que lo lamenta pero que va más allá de su puesto- otra mentira- al menos nos darán comida gratuita.

-Esta bien, si no tenemos otra opción le pediré a mi jefe un adelanto.- suspiró resignado.

-Lo siento. Si pudiera evitarlo, lo haría.

-No es tu culpa, creen que somos como ellos.- comentó resignado papá.

Comí otra porción de la deliciosa empanada casera de mamá. Estábamos dialogando en la cocina, con mamá anotando los gastos en su anotador. Era una forma eficiente de controlar lo que se consume en el hogar.

-Tal vez podríamos ahorrar en... no, mejor en...

Mamá garabateaba rápidamente números pero supe que no le cerraban las cuentas.

-Tal vez podría no ir, y estudiar en el verano.

-No, tus estudios son más importantes.

-Pero no tiene sentido ir, es mucho dinero.

-Tu déjanos a tu mamá y a mí.

-Papá...- Suspiré intentando encontrar algo que me ayude en esta situación.

-No te preocupes mi cielo, todo saldrá bien- dijo mientras colocaba su mano sobre la mía en un intento de apaciguar mis miedos. Alcé las comisuras de mis labios y les dediqué una sonrisa, esperando que la calidez llegara a mis ojos.

I HATE YOU TOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora