Capitulo 31: mas sorpresas

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-¿Qué hace ella aquí?- me fulminó con la mirada Sam cuando lo seguimos a la habitación contigua, me limité a observarlo aún sorprendida por la noticia de que eran hermanos. Mi mente no podía procesar la información.

-Está conmigo- anunció a la defensiva Alex.

-Eso ya veo- Sam seguía mirándome detenidamente.- Al parecer está con todos.

Ouch.

-¿Tenés algún problema?- avancé un paso confrontándolo- ¿O necesitas que Erick supervise tus palabras?

-No sabia que tanto te importaba él-

-No me importa.

-Apuesto que si. Sino no te hubieras ido con él antes de ayer.

-¿Qué?- quizo saber Alex y esta vez era yo el centro de atención. Me encogí de hombros y agregué:

-Tenía que aclarar las cosas.

-Como sea, has lo que quieras, tu ya no me interesas.

Dicho esto, Sam se colocó en posición frente a Alex. ¿Que mosca le había picado? Aunque quería saber porque estaba tan enojado, había otro tema mas importante.
Esto no podía estar pasando, debía estar soñando porque se veía demasiado irreal. Sam y Alex no podían ser hermanos, esto no podía estar pasando. Estaba completamente confundida.

-Él es hijo de mi padre y mi madrastra- Alex se apoyó sobre la isla y miró entrecerrando los ojos a Sam.- Vivimos juntos desde hace años.

-Seis años para ser exactos- agregó de mala gana.- Necesito hablar contigo Alex, es urgente.

Alex asintió y agregó dirigido a mi:
-Enseguida vuelvo.

Me senté sobre el taburete y esperé perdida en mis pensamientos. No eran para nada parecidos por mas que compartieran el mismo padre, jamás me hubiera dado cuenta. Además del hecho de que no se llevan bien pero es eso lo que muestran al mundo, quizás se lleven bien y fingen odiarse en el colegio. Parecieron pasar horas pero por el reloj de la padre fueron diez minutos cuando Alex volvió.

-Discúlpame, era sobre el negocio de papá que quería que resuelva.

-¿Por qué no me has dicho nada?

-¿Sobre el negocio? No creí que te interesaría.

-Sabes de que estoy hablando.

-Ven, te lo contaré de camino a tu casa.

Ya había oscurecido cuando subí su auto y nos dirigimos a mi hogar. Salir de semejante residencia e ir a una como la mía era bastante deprimente. Esperé a que empezara a hablar pero como no lo hizo y como soy impaciente comencé:

-¿Por qué no me dijiste que era tu hermano?

-Creí- suspiró sonoramente- que no era importante decirlo ya que él y yo no nos llevamos bien. Ninguno de los dos estuvo de acuerdo que nuestros padres se casaran, pero es distinto para los dos.
>> Cuando tenía diez años me enteré por una pelea entre mis padres, que mi padre tenía una amante y que ella tenia un hijo de él y que tenía mi misma edad. Mi madre estaba furiosa, no podía creer que él después de tantos años de matrimonio le hubiera hecho semejante cosa. Yo escuchaba todo desde mi habitación, prácticamente hablaban a los gritos, jamás los había visto o escuchado discutir de esa manera. Estaba realmente asustado.

Comenzó a llover mientras estábamos detenidos en un semáforo, Alex perdido en sus pensamientos.

>> Siguieron peleando hasta que escuché pasos y corrí hacia mi cama y me tapé hasta el cuello con el acolchado. Recuerdo a mi mamá despertarme y pedirme que juntara mis cosas porque nos íbamos a ir lejos de casa y simplemente obedecí. Mi padre nunca fue bueno conmigo, sentía que pese a todo lo que hacia, deportes, idiomas, notas en el colegio, todo estaba mal para él. Era un inconformista. Nos mudamos y no supe de papá hasta que mi mamá no podía mantenerme más y tuve que regresar. Me partía el corazón verle a mi madre triste por mi partida hacia la casa del "Horrible monstruo sin alma" pero tuve que hacerlo, era lo mejor para ambos.
Detuvo el auto frente a mi casa pero siguió mirando el frente mientras relataba:
>> Cuando volví a mi casa me topé con la realidad de que se había casado con la mujer y ahora criaba a su hijo pero aun no le había dado el apellido, hasta ahora.. Literalmente mi padre lo criaba. Siempre me sentí distinto, yo era la oveja negra por mas que no fui el bastardo pero eso no importaba, jamás fui el favorito por mas que si llevara el apellido. Por eso creo que Sam se enojó cuando te vio en mi casa, al fin algo es mío y no de él.

Trepé sobre la palanca de cambios y me senté sobre su regazo, al principio se puso tenso hasta que se tranquilizó. Deposité besos sobre sus ojos, pómulos y nariz. No me gustaba verlo mal.
Sentía que había cosas que no fueron dichas pero tampoco quería presionarlo, cuando esté listo las dirá.

Estuvimos un rato mas así, acurrucados sin decir nada hasta que vi que encendieron las luces de la cocina y probablemente mi madre estuviera cocinando.

-Será mejor que bajes- dijo mientras jugaba con un mechón de mi pelo entre sus dedos.

- ¿Estarás bien?

-Por supuesto, preciosa.

Le di un beso en los labios y bajé del coche, corrí por el patio para no mojarme hasta la puerta y lo observé marcharse.


Al día siguiente, recibí un mensaje de Alex diciéndome que me iba a pasar a buscar para ir al colegio. Desayuné las tostadas rápido y sentí que me habían quedado en el esófago así que tomé un vaso de leche para que bajaran al estómago. Tocaron bocina y salí pitando más rápido de lo que canta un gallo, o algo así es el dicho.
Sonreí de punta a punta viéndolo recostado sobre la puerta del acompañante, mi corazón bombeaba mas sangre de la normal.

-Buen día, a la mujer mas bella de todas.

Me acerqué y él depositó un beso sobre mi frente en señal de absoluto cariño y yo prácticamente me derretía.

-Buen día a ti también.

Abrió la puerta del acompañante y esperó a que subiera para dirigirse a su propia puerta e ingresar al auto. Encendió el vehículo y puso música de The Beatles.
Charlamos un poco pero en general disfrutamos de la compañía y la música. La mañana no pudo haber sido mas perfecta.
Es mentira.
Fue así hasta que vibró su celular y vi la foto de Kelly tirando un beso en la pantalla. ¿Que demonios?

-¿Has hablado con ella?

-¿Con quién?

-Con Kelly.

-No, aún no tuve tiempo.

-Así que no lo has hecho- retorcí mis dedos sobre mi regado pensando y agregué:- me imagino que no irás con ella al baile de mañana...

-No puedo cancelarle...
¿Qué? Creo que no oí bien. Esto debía ser una gran broma

-¿Qué?

-Ya sabes como es ella y yo se lo prometí, tengo que cumplir con mis promesas.

-¿Vos me estas jodiendo?

-No Leni, jamás- Se pasó la mano por el cabello mientras detenía el coche en un semáforo- Tenía pensado decírtelo pero...

-¿Cuando?- era increible. Mi nov... mi algo iba a ir con otra mujer a una fiesta y no conmigo. Se estaban burlando de mi, eso era. Capaz que él creía que yo no era lo suficientemente buena para ser llevada al baile.- ¿Cuando tenias pensado decirme?¿Hoy?¿Mañana temprano? ¿O cinco minutos antes de ir al baile?

-Yo no lo sé, ¿Vale?- se puso en verde y aceleró por la ciudad- sabía que te enojarías.

-Pues claro que me enojo, yo no te escondí que iba a ir al baile con Sam o Erick, porque tampoco te gustaría.

-No.

-¿No qué?

-No me gustaría.

-Bueno, a mi tampoco. Dile que se busque a otro.

-No puedo, ya se lo prometí.

-Para el auto.

-¿Qué?

-¡Que pares el maldito auto!

Se detuvo a los dos metros, por lo que me permitió descender sin tener que ser pisada por otros vehículos. Bajó la ventanilla del copiloto.

-Ven Lena, podemos arreglarlo.

-No - lo fulminé desde la calzada realmente cabreada- cuando decidas ir en serio y no jugar con los sentimientos de dos personas, avísame.

I HATE YOU TOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora