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- LO JUSTO ES LO JUSTO -

—¡Vamos, amigo!

El entusiasmo en la voz Finn me sacó inmediatamente del sueño que había estado teniendo acerca de follar a Kira, y de vuelta a la realidad.

Las ruedas en mi cerebro empezaron a girar lentamente mientras la cara excesivamente alegre de Finn entró en mi punto de vista. Nop, definitivamente ni de cerca como Kira y su culo. Sin embargo, sí parecía un culo.

—Despertar contigo en mi cama no era exactamente lo que esperaba. — Me senté, pasando la mano por mi cabello antes de rascarme la cabeza mientras lo fulminaba con la mirada.

—No pongas mala cara — dijo Finn, recogiendo la almohada a mi lado y elevándola por encima de mi cabeza en señal de advertencia —Es hora de ir a la feria.

Antes de que incluso le pudiera advertir sobre atacarme con la almohada, me golpeó en medio de la cara con tanta fuerza que me quede sin palabras. La mirada de asombro en mi cara tenía a Finn riéndose a carcajadas, y escuché una risa femenina fuera en el pasillo.

Al mirar hacia la puerta, me encontré con Teresa de pie allí, con los hombros moviéndose mientras reía.—Oh, Finn, eso fue muy impertinente a primera hora de la mañana —le reprendió, pero de todos modos continuó riendo mientras desaparecía por el pasillo, su voz desvaneciéndose.

Finn se encogió de hombros, y lo tiré de la cama con un poco de demasiada fuerza.

—¿Qué hora es?

—05:30 — respondió alegremente. Riendo, se levantó y estiró los brazos por encima de su cabeza — Levántate y brilla, mi dulce pastelito.

—Joder — gemí, tratando de conseguir un poco de visión en mis ojos llorosos—¿Qué diablos pasa con ustedes? ¿Es una especie de tortura de pueblo?

—Es una maldita feria, Harry. No una tortura con agua.— Theresa apareció de nuevo en la puerta con un montón de ropa cuidadosamente doblada en un cesto de la ropa —Lavé tu ropa por ti. Ahora sal de la cama y en ropa limpia, o vas a ver. Tienes diez minutos. —Su tono era firme, exigente, y maternal. Algo extraño para mí, sin embargo, me identifiqué con este de inmediato porque me apresuré a salir de la cama, sabiendo que hablaba en serio.

Una madre cariñosa no era algo a lo que estaba acostumbrado en absoluto, y a una parte de mí le gustaba la sensación de tener a alguien que realmente se preocupara por mí. Theresa no estaba lavando mi ropa porque le pagué; lo hacía porque le importaba.

— Te va a encantar. —La voz de Finn estaba llena de entusiasmo mientras me ponía mi ropa limpia y penosamente bajaba las escaleras detrás de él — Solo la vibra en general de reunirnos de esta manera en una pequeña comunidad es muy divertido.

—Mmmm.— Fue mi respuesta mientras comía un panque de banana en la cocina, observando a Theresa sellar la tapa de un contenedor lleno de algún tipo de pastelería.

Había otra gran cantidad de grandes contenedores apilados en los mostradores y en la mesa; yo diría aproximadamente que de diez a doce; estaban llenos con todo tipo de cosas horneadas imaginables. Mis ojos se posaron en el gran pastel de zanahoria que había ayudado a hacer a Kira ayer después de que limpiamos el desorden en la cocina.

En ese momento, Kira entró en la cocina, luciendo agitada mientras Joe la seguía.

— Papá, te lo estoy diciendo. No hay suficiente espacio en tu coche para todo. Vamos a tener que poner un poco en el coche de Finn, y luego en el mío y...

Twisted Minds |HS| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora