Twisted Minds |HS|

20

- UN JODIDO FUTURO -

Realmente me tratarás así? ¡Soy tu madre!

Arrojar mi teléfono por la habitación era bastante tentador en este momento, pero en su lugar la ignoré. Continué pasando los canales de televisión, mi mente se encontraba en una bruma mientras otro mensaje aparecía en la pantalla.

¡Si no te pones en contacto conmigo, entonces estás muerto para mí!

Tal vez si actuara más como una madre y menos como una adolescente cachonda estaría más inclinado a llamarla.

A pesar de haber sido noqueado unas cuantas veces por Greg, mi día había resultado bastante jodidamente increíble. No permitiría que un par de mensajes de mi madre lo arruinara.

Después de arreglarse, Kira regresó a la feria para pasar el resto del día con su familia, dejándome con órdenes estrictas de permanecer en casa así no causaría más problemas. Eso estaba bien conmigo, no quería estar cerca de las MPA de Finn y Cass más de lo que tenía.

Después de haber ido rápidamente a la tienda, estuve una hora escribiendo en mi diario sobre el increíble sexo que había tenido con Kira, y luego pasé el resto del día con una bolsa de hielo sobre mi rostro, viendo la televisión y pensando sobre el...bueno, el increíble sexo que había tenido con Kira.

Porque seamos sinceros, el sexo fue increíble y no podía esperar a repetirlo. Era inusual para mí estar con la misma chica, pero había algo en ella que me hacía querer más.

Aunque lo había imaginado tantas veces, no me sentía saciado. Sentía como que había más en Kira, más por descubrir, y no quería que terminara.

A solas con mis pensamientos, estaba empezando a comprender que no tenía que terminar solamente en sexo. Tal vez Finn estaba en lo cierto cuando se trataba de relaciones...excepto en lo relacionado con Cass. Definitivamente estaba equivocado con ella.

Era cerca de la una de la mañana cuando los Walshs regresaron a casa. En el momento en que la cabeza castaña de Cass atravesó la puerta, quise empujarla de regreso.

— Ahí está el héroe del día, en su trono de cuero — proclamó Joe, entrando dos recipientes grandes, mientras Cass mantenía la puerta abierta para él.

— Oh, Harry. — Teresa chasqueó la lengua cuando me vio. También cargaba un contenedor en sus brazos —Siento que ese chico te hiciera eso. Tendré una charla con su madre y escribirá una carta de disculpa.

—¡No le escribes a un hombre una carta de disculpa! —balbuceó Joe, con el rostro enrojecido  —¡Ese moretón es una marca de honor!

— Oh, detente. — Teresa le hizo señas para que saliera mientras se dirigía a la cocina — Déjame saber si necesitas algo, querido.

— Gracias, lo haré — dije con una sonrisa forzada, tratando de ignorar al parásito castaño rojizo que acechaba en la entrada.

Joe siguió a su esposa, moviendo la cabeza detrás de ella. Finn también transportaba dos contenedores de gran tamaño dentro de la casa y simplemente me sonrió mientras pasaba. Kira se sonrojó cuando me vio y casi se le cayó el cartel que cargaba mientras se apresuraba detrás de su hermano.

Cass fue la única que se quedó atrás, colocó el cesto en el suelo mientras se acercó a mí con pasos sensuales. La expresión de su rostro era la de un depredador que había atrapado a su presa. Muy inquietante, pero también extremadamente molesto.