Twisted Minds |HS|

19

- FINALMENTE -

El perfecto momento fue bruscamente interrumpido por la voz de un rubio imbécil.

—Bueno, ¿no sigues adelante rápido, Kira?

La expresión pacífica en el rostro de Kira desapareció mientras nos volteábamos al unísono. Greg y sus amigos estaban a unos metros de distancia, mirándonos de una forma que probablemente pensaran que era intimidante. Incluso un tipo hizo sonar sus nudillos para dar un efecto dramático.

Lo que menos sentí fue intimidación, aunque Kira se pegó a mí, como si le molestara su presencia. La necesidad de protegerla se apoderó de mí otra vez, me adelanté un paso, enfrentado a Greg y a sus matones con el coraje construyéndose en mi interior.

—Supongo que romperte la nariz la primera vez no fue lo suficientemente bueno — me burlé—¿Necesitas que te lo recuerde?

El rostro de Greg palideció un poco, pero avanzó un paso confiado, con sus amigotes siguiéndolo en perfecta sincronización. Me pregunté si esos cobardes habían ido a clases de baile para aprender eso.

—De hecho, es por ti que estoy aquí. —Hizo un gesto que quizás pensó que era aterrador. Para mí, pareció como si tuviera una obstrucción en los intestinos —Te haremos mierda, chico de ciudad.

—Estoy aterrorizado.—Junté mis manos y fingí temblar.

La expresión de Greg se ensombreció y no me dio la oportunidad de reaccionar antes de abalanzarse sobre mí.

Aunque intenté esquivarlo, su puño conectó con el costado de mi rostro bastante dolorosamente. Trastabillé un poco hacia atrás, haciendo una mueca de dolor mientras mi rostro palpitaba. Dos de sus amigos se pusieron uno a cada lado y me sostuvieron hacia atrás mientras Greg me volvía a golpear; esta vez dándome justo en el estómago. Me doblé sobre mí mismo, jadeando de dolor, y caí de rodillas.

Kira gritaba. Escuché voces cargadas de pánico a mi alrededor. Todo lo que podía ver era el césped y las enormes piernas de Greg. Mierda, él era un chico grande. La última vez en el bar, contaba con el elemento sorpresa. No había forma de que venciera a un tipo de su complexión en una pelea justa.

Esta me golpeó con el pie insoportablemente contra el costado de mi rostro.

—Jódete —escupí, tratando de respirar correctamente.

—Qué grandes palabras, viniendo de un tipo que está de rodillas — se burló Greg, causando que sus amigos rompieran en una risa burlona que me recordó a un a manada de hienas.

Armándome de valor, esperé el siguiente golpe; pero éste nunca llegó.

Escuché gritos furiosos; reconocí la voz de Finn. Era una confusión de voces a mi alrededor.

Unas manos suaves me pusieron de pie mientras mi rostro palpitaba al mismo tiempo que el fuerte latido de mi corazón. Levanté la mirada y encontré a Kira a mi lado, clavando sus dedos en mi brazo.

Finn se había hecho cargo de la situación y ahora estaba empujando a Greg por el pecho cuando un amigo lo respaldó. Jackson estaba a unos cuantos metros detrás de ellos, observándolos hipnotizado. 

Cass lucía aburrida de pie frente a mí y en el centro del círculo. Cuando intercambiamos miradas, me guiñó el ojo. Resistí el impulso de estrangularla.

Un par de guardias de seguridad aparecieron justo entonces para acabar con la pelea. Reconocí al más corpulento como el tipo que estaba en la puerta de The Place. Supuse que esta ciudad no tenía muchos guardias de seguridad para elegir.