Capítulo 38

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Pov. Christian.

El sonido al abrirse la puerta hace que sienta esa conocida corriente que solo provoca Anastasia en mi. Al voltearme nuestras miradas se conectan y no puedo apartar mis ojos de los suyos mirando y se siente en el ambiente esa conexión sexual que solo ella puede encender con solo tenerla cerca.

Sé que ella esta sintiendo lo mismo que yo, ya que su cuerpo ha reaccionado y sus pupilas están dilatadas. Mi pequeña se ve tan hermosa y solo deseo estrecharla en mis brazos y besarla. Controlate, Grey, me aconseja mi subconsciente.

Me saluda con distancia y tratando de romper la barrera que ha interpuesto entre nosotros le halo con cariño, pero no puedo controlar lo nervioso que me siento por tenerla tan cerca y pensar que la pude haber perdido. Sigue marcando esa distancia y me trata como a un desconocido, aunque se que por dentro esta sintiendo lo mismo que yo.

Pequeña, a mi no puedes engañarme porque aunque no lo creas te conozco mas que tu misma.

Pero por otro lado sé que una mujer cuando se siente lastimada puede guardar sus sentimientos muy bien y no permitir acercamiento alguno. Este distanciamiento me esta matando.

Trato de ser lo mas honesto posible y le digo lo que en verdad siento con su trato tan frío. Me deja claro que esta actuado de la misma manera que había hecho yo...

Pero no se como explicarle lo que sentía en ese momento y me armo de valor y le digo.

-No supe como manejar lo que estábamos viviendo y me aterre. Hablo lo mas honesto que puedo. No soporto mas esta distancia que nos separa y me voy acercando poco a poco, mientras continuo hablando.

-¿Aterrado? Señor Grey, en sus ojos no vi terror. Lo que vi fue frialdad. Dice.

-Dejame explicarte, nena. Pido.

-No hay nada que explicar, creo que este no es el momento ni el lugar para hablar asuntos personales y le recuerdo que usted es mi jefe y debo seguir trabajando. Habla con determinación.

Esta teniendo una lucha interna entre su orgullo y lo que siente por mi y cierra los ojos para no doblarse y eso me da la oportunidad de llegar a ella y derribar con la muralla que nos separaba, la tomo por la cintura y siento como se estremece ante mi contacto.

¡Dios mío!

Como deseaba sentir su calor. Abre los ojos y nuestras miradas nos hechizan y se que mis los tomaron un gris mas oscuro por el deseo y la pasión que siento por esta mujer.

-Te echo de menos. Ayer cuando te fuiste.... Le empiezo a decir pero me interrumpe.

-No quiero hablar de eso. Por favor, Grey suelteme. Dice.

Se niega a escucharme pero no me daré por vencido tan fácil. Suelto una de mis manos de su cintura y le tomo la barbilla y no se sabe cual de los dos se estremece mas al saber lo que se aproxima.

-No, este es el lugar donde quiero estar. Cuando estuve solo sentí que mi alma abandonaba mi cuerpo y no quiero volver a sentirlo. Digo.

Y haré lo que he deseado hacer desde que llegue ayer a esta ciudad. Sin esperar a que reaccione la beso con ansiedad, urgencia y demostrandole cuanto la necesito y deseo. Trata de rechazarme pero de inmediato se entrega a ese maravilloso beso que me ha devuelto a la vida.

La aprieto mas a mi para sentir su pequeño y frágil cuerpo contra el mi y comprobar que no es un sueño el que estoy viviendo y que es toda una realidad, pero se aparta frescamente y me niego a dejarla ir de mis brazos.

-Esto no puede seguir. Dice en un susurro. Trato de controlar los frenéticos latidos de su corazón.

-Anastasia, te entregaste a ese beso al igual que yo. Sientes lo mismo que yo y no me lo puedes negar. Digo. Para que entiendo que ambos sentimos lo mismo el uno por el otro y que algo mas fuerte que nosotros mismos.

-Con su experiencia puede hacer que pierda la razón. Dice. Claro pequeño que tengo mucha experiencia y si tengo que usarla para retenerte a mi lado, pues... Bienvenida bendita experiencia.

-Y tu... Tan solo con sentir tu aroma. Digo. Si supieras que contigo pierdo esa experiencia y me vuelvo un hombre totalmente inexperto. La agarro por por la cintura y me acerco mas a ella y rozo mi nariz con la suya para disfrutar de su aroma. -Mi experiencia con las mujeres y mis encantos no me sirven cuando estoy contigo y me vuelvo un niño que no sabe como actuar. Digo. Y la tentación de sentir sus labios sobre los míos me gana y vuelvo a rozarlo.

-No estas jugando limpio. Murmura. Claro mi nena, en el amor nadie juega limpio.

-Este juego lo perdí desde que te conocí. Murmuro. Siempre pienso ti. Le demuestro lo que en realidad ella provoca en mi en un beso tierno y que le entrega mi alma entera.

-No haga esto mas difícil... Esto no va a funcionar. Murmura en mis labios.

-Eso deja que lo decida el tiempo. Replico.

Devoro su boca porque la necesidad que siento por ella en este momento es inmensa, escucho que abren la puerta y maldigo para mis adentros y me separo de ella dispuesto a gritarle a la persona que nos interrumpió. Miro a Anastasia y tiene su cara totalmente roja y su respiración agitada.

-Christian Grey, como no te tomas un minuto de tu valioso tiempo para llamar y saber como estoy tuve que venir a verte. Dice esa voz tan familiar.

Me emociono al ver a mi hermosa abuela parada como siempre elegante y una hermosa sonrisa en los labios. Dios, me ama con enviarme a mi abuela para que me ayude a recuperar a mi amor.

-Me declaro culpable por no haber tomado ese minuto para llamar a una reina tan hermosa como usted y acepto mi penitencia. Digo. Llegando hasta ella y la alzo en mis brazos y beso sus mejillas. Me abraza con mucha ternura y me dice lo mucho que me ha extrañado y por un momento me olvido de Anastasia y reacciono cuando la escucho hablar.

-Los dejos solos. Permiso. Dice Anastasia. Se que mi abuela la esta contemplando desde que entro y se debe de encontrar extraño mi comportamiento en mi oficina. Cuando voy a hablar mi abuela se adelanta y pregunta.

-No nos vas a presentar, cariño. Dice, con una sonrisa.

-Claro, disculpe señora Carol Hoffman-Trevelyan. Digo. Tomandola de la mano y acercándome donde esta Anastasia. -Abuela te presento a la señorita Anastasia Steele, mi NOVIA. Digo dejando claro el lugar que ocupa ella en mi vida.

-Encanada de conocerte Anastasia. Dice mi abuela. Puedo ver que Anastasia esta pálida pero reacciona.

-Anastasia, te presento a la señora Carol Hoffman-Trevelyan mi abuela. Digo.

-El pacer es todo mío, señora Hoffman-Trevelyan. Dice con timidez y me dedica una mirada que dice mas tarde arreglamos cuentas. Me hace sonreír porque se ve tan hermosa cuando se le forma esa V.

-Ya veo por quien mi adorado nieto no me ha dedicado un momento. Dice y Anastasia se sonroja con el comentario de mi abuela.

-Creo que los dejare solos para que puedan platicara gusto. Dice. Ana.

-Nos vemos mas tarde, nena. Digo y le doy un casto beso. Mi abuela se ríe.

-Espero poder tomarme una taza de te contigo en los días que estaré aquí. Dice.

-Será un placer. Dice y sale de la oficina.

No pierdo de vista a Ana y puedo notar que mi abuela nos observaba porque sabe que nada anda bien entre los dos pero no hace ningún comentario. Y ya se quien será mi aliada para recuperar a mi Ana.

Una sombra llega a mi vida.  (1 T) (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora