Pov. Christian.
Fui al Gimnasio y estuve ahí una hora y media para liberar mi mente de toda esta mierda. Llego y voy directo al cuarto de baño para preparme para ir a la oficina. Entro a la ducha y salgo mas tranquilo. Me pongo un traje gris, camisa blanca de lino, corbata gris y salgo al ascensor.
Llego a la empresa a las 7:30h, voy rumbo a mi oficina, decido que en la reunión podemos compartir un desayuno mientras conversamos. Le solicito a Andrea que ordene café, té y muffin de arandanos starbucks. Me paso media hora revisando una propuesta que le han hecho llegar unos inversionista de San Antonio a Ros y si me convence tendré que ir allá por unos días.
Estoy concentrado en unos documentos que estoy revisando y veo que faltan media hora para mi reunión con la señorita Steele. Después de un rato llamo a Andrea para que tan pronto llegue la señoría Steele, le indique que entre.
Miro la ventana y recuesto mi cabeza en el respaldo de la silla y me pongo a pensar ¿como será nuestro encuentro? ¿Como nos comportaremos cuando estemos frente a frente? Siento que un frío recorre todo mi cuerpo y se aloja se aloja en el estomago, mi corazón palpita de una manera que antes me había pasado. Tengo unas ganas enormes por sentirla y probar el sabor de sus labios.
¿Que cosas dices, Grey? Saco todos esos pensamientos de mi mente y continuo revisando los correos y el sonido de la puerta al abrirse hace que levante la mirada y ahí esta la pequeña lengua viperina de la señorita Steele hermosa como la recuerdo.
-Buenos días señorita Steele, puntal. Eso me gusta. Digo
-Buenos días señor Grey. Dice.
-¿Desea tomar algo? Digo
La miro embobado con lo bella que se ve vestida de esa manera y lo delicioso que se ve su cuello con ese peinado. Grey, Como te encanta esta mujer y como deseas tenerla bajo tu piel, ¿no es así? Me hace sonreír al ver como sus mejillas se sonrojan con tan solo sentir mi mirada sobre ella.
-Te, por favor. Dice
-Andrea, que nadie me moleste y no pueden entrar a mi oficina sin que lo autorice. Ordeno y cuelgo.
Me levanto de mi silla y paso por su lado para cerrar la puerta con seguro. Me paro detrás de ella y su olor me embriaga. A la mierda solo quiero jugar y voy a ver hasta donde nos lleva este juego. Cuidado Grey, te puedes quemar.
-Ahora vamos a hablar, pero no lo vamos hacer como el señor Grey y la señorita Steele. Le digo cercandome a ella.
-No entiendo. Susurra.
-Simple. Con quien estas aquí ahora es con aquel desconocido de la cabaña, Anastasia. Le digo en su oído y puedo sentir su respiración agitada.
-Entonces no es una reunión. Dice con voz quebrada.
-No. Anastasia, no suelo mezclar mis asuntos personales con los laborales, pero contigo haré una excepción. Respirando en su cuello. Puedo sentir como se estremece.
Me hace sonreír al darme cuenta que no le soy indiferente y que mi cercanía la perturba tanto como a mí.
¡Por el amor a Dios! Que bien huele.
-Creo que no lo estoy entendiendo. Murmura.
-Te lo explicare de esta manera, mi querida Anastasia. Pozo mis manos hacia su cintura y la pego a mi pecho. -Desde el día que nos llevaron aquellos hombres y estuvimos en la cabaña y me dijiste todas esas cosas. Inhalo el olor de su cabello y la siento temblar. He deseado castigarte por habernos puesto en peligro, gritarme y enfrentarte a mi. Digo.
-Estaba nerviosa y tenía mucho miedo y pedí perdón por ello. Susurra. Paso mis labios por su cuello y emite un delicioso gemido que me fascina. La suelto y camino para estar frente a ella, para poder ver sus hermosos ojos y los tiene cerrado.
-Eso me encendió y desde ese momento he deseado hacer una cosa. Digo.
-¿Que cosa? Abre sus ojos y me mira con el mismo brillo de deseo que deben tener los míos.
-Esto. Digo.
Tomo su cara con mis manos y la beso con desesperación y eso la hace gemir y le da acceso a mi lengua para poder invadir su boca. Dios, esto es mejor de lo que había soñado. La aprieto mas a mi y la siento temblar y como se entrega a lo que estamos sintiendo. Muerdo su labio inferior y eso la hace gemir fuerte y mi boca no pide permiso y va bajando hasta su mandíbula, mientras la muerdo.
-No se que me pasa contigo, pero lo que si se.... Le doy un mordisco. Es que me tienes loco, Anastasia y no he dejado de pensar en ti. Deseaba tanto probar tus labios. Digo mientras voy bajando por su cuello dejando pequeñas mordidas.
-Ahhhh. No se pero a mi me pasaba lo mismo. Jadea. Eso me hace sonreír.
Vuelvo a subir porque no puedo apresurarme y cometer una locura y vuelvo hacer el recorrido para llegar a sus labios y nos besamos y ella enreda sus manos en mi cabello y las hala para apretarme mas a ella y eso me hace gruñir y apretarla mas a mi y devorar su boca. Nos separamos por la falta de aire.
-Me encantas y ahora que te sentí y acabo de probar tus labios no permitiré que te alejes. ¡Entendiste! Digo.
-Si. Me puedo retirar. Dice.
-Por supuesto. Digo. Acercándome a ella besado su frente. La contemplo por un minuto y rozo su nariz con la mía para darle un casto beso.
Camino a la puerta y le quito el seguro. Vuelvo a mi asiento. La miro y puedo ver su cara esta completamente roja y sus pupilas dilatadas por el deseo de querer ir mas allá, pero no lo voy hacer ya es suficiente.
La veo caminar hacia la puerta y la abre y se girar a mirarme y le regalo una de mis mejores sonrisa y ella me sonríe con timidez. Cierra la puerta y siento una sensación de triunfo que hace tiempo o había experimentado.
Estuvo bien todo lo que ha pasado. Por ahora. No te desesperes Grey, además estamos en la oficina pero ten por seguro que cuando vuelvas a tener la oportunidad esa vez no te detendrás.
Anastasia Steele, a partir de este momento serás solo mía.
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Una sombra llega a mi vida. (1 T) (Sin Editar)
Hayran KurguLes presento mi nueva historia. Una atracción, una obsesión, una pasión y un gran amor nacen en la calurosa ciudad de Dallas, TX. El multimillonario Christian Grey y la pequeña ejecutiva Anastasia Steele caen en la trampa que les depara el destino...