-¿Te pasa algo, Dom?
Dominique Weasley estaba sentada en el pequeño muro de piedra que rodeaba el amplio jardín de La Madriguera, mirando hacia el maizal que se extendía hasta donde alcanzaba la vista. El sol se ocultaba en el horizonte, dándole a todo una luz dorada. La única pelirroja de los tres hermanos, se giró para mirar a Victoire. Se quitó unas cuerdas muggles de los oídos, que al parecer producían música. Se encogió de hombros.
-Nada. Pero mañana volvemos a Beauxbatoms.
Su hermana mayor frunció el ceño.
-¿No te gusta Beauxbatoms? – se extrañó. Cuando cada uno de los hijos de Bill y Fleur cumplía diez años, sus padres le preguntaban si deseaban ir a Hogwarts, o en cambio, mudarse a Francia e ingresar en la escuela en la que había estudiado su madre. Solo Victoire había elegido ir al colegio de su familia paterna, y no lo hubiera hecho de no ser porque Teddy estaba allí.
- No, adoro Beauxbatoms – replicó -. Mis amigas están allí. Pero después de estas tres semanas aquí... todos juntos... No sé, Vic. Me siento algo... no sola, pero sí... lejos. Lejos de mi familia.
- Podríais haber elegido Hogwarts.
Dominique hizo una mueca de asco.
-No, gracias – gruñó -. Los ingleses sois... brutos.
-¿Brutos? – dijo Victoire sonriendo -. Tú eres inglesa, Dom.
-Discrepo – repuso -. Medio inglesa. Francia es... no sé, más delicada. El idioma, la gente...
- ¿Los chicos? – adivinó su hermana, alzando una ceja y sentándose a su lado.
- ¡Los chicos! – asintió Dom -. Pero tú elegiste a un inglés. Teddy Lupin. Tú eres Victoire Lupin ahora, ¿no?
La mayor asintió con la cabeza, observando a su hermana. Dominique no se parecía a Louis y a ella. Mientras que los dos mayores tenían todos los rasgos físicos característicos de la familia Delacour; pelo rubio, facciones finas y delicadas, Dominique era más parecida a Bill, con su melena de rizos pelirrojos. Aunque, estéticamente, con sus pulseras de cuero y aros en las orejas, se parecía muchísimo a su tío Charlie.
-¡Victoire! ¡Dominique! – se escuchó la voz de su hermano desde la entrada de la puerta. Las dos chicas observaron cómo Louis correteaba hacia ellas. Al parecer, Louis Weasley era todo un don Juan en Francia. Su cabellera dorada no pasaba desapercibida, y tampoco su acento inglés, que era muy atractivo para las jovencitas francesas. Que su padre fuera un miembro de la mítica familia Weasley, y su madre una de las Campeonas del Torneo de los Tres Magos también ayudaba. Se acercó al la verja con la escoba en una mano y un viejo bate de golpeador en la otra -. Vamos a jugar al Quidditch. Necesitamos gente para completar los equipos.
Dominique se cruzó de brazos.
-Me parece muy fuerte que sólo nos dirijas la palabra cuando te hagamos falta para el equipo.
Louis le sacó la lengua.
-No te lo diría en casos normales – se burló -. Parece que esquivas la Quaffle en vez de ir a por ella.
La pelirroja presionó las patillas de sus gafas cuadradas, haciendo que las lentes subieran y bajaran.
-Tengo miopía, Louis – se quejó -. Y no me apetece mucho volar hacia una bludger .-Volvió a ponerse los auriculares -. Sólo jugaré si estoy en el equipo de Rose.
Jugar en el equipo de Rose suponía una victoria segura, y aún más si James también estaba en el equipo.
-Rose no va a jugar – dijo él encogiéndose de hombros.
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Te Odio, Rose Weasley
FanfictionLa primera parte de esta historia se encuentra en mi perfil (Te Odio, Scorpius Malfoy).