Unos años atrás
Narra Nicolás.
No estaba acostumbrado a todo esto, para nada, y ahora iba a ser mi realidad dentro de poco.
Al comienzo pensaba que mi mamá estaba con él por interés, lo cual si hubiera sido cierto, mi perspectiva sobre ella hubiera sido totalmente diferente y me habría decepcionado mucho, pero con el tiempo caí en cuenta que todo iba en serio y que a pesar de que fuera un millonario, el hombre tenía un gran corazón, era tela y lo mejor de todo, amaba a mi mamá y ella a él.
Yo soy feliz mientras mi madre lo sea, no me importa nada más. Y por sobre todo, me importa un pico si el hombre es millonario o tenga un helicóptero. Mientras cuide, ame y respete a mi mamá todo bien.
-¿Cómo van los servicios de banqueteros para la boda?- le preguntó el Vicente a mi mamá. Él sería dentro de poco mi padrastro.
-Bien, tengo todo casi listo- contestó mi mamá feliz- ¿Puedes creer que en 2 meses nos casamos?
-No, cómo pasa el tiempo- abrazó a mi mamá por la cintura y besó su cuello. Puse los ojos en blanco y fui hasta el salón.
Todo era tan grande, brillante, delicado y caro que me daba miedo tan solo tocar algo.
-Naiko- dijo mi nombre el prometido de mi madre. Lo voltee a ver y él puso una mano firme en mi hombro- le pediré a Almendra que te lleve a tu habitación y acomode tus cosas.
-No te preocupes, puedo hacerlo yo- respondí simpático y él asintió con una sonrisa.
Al principio lo encontraba arrogante y narcisista, pero a medida que lo fui conociendo, el tipo era todo lo contrario. Llevaba 2 años saliendo con mi mamá y llevan exactamente 5 meses comprometidos.
Subí por las escaleras, las cuales eran gigantes y llegué al segundo piso.
Habían muchas puertas y ninguna me llevaba a una que me dijera "Naiko, esta es tu pieza".
Entré a la primera que me tincó y resultó ser la pieza de él y ahora, de mi madre.
Al salir me encontré de frente con una mujer con delantal y mirada tierna.
-Señor Nicolás, ¿busca su habitación?
-Sí, ¿me la enseñas por favor?- moví mi pelo nervioso, todo esto me estaba costando.
Me guió por el largo pasillo y abrió una puerta. Entré y la habitación no era tan extravagante, muchos de los muebles eran míos de la otra casa, pero era notoriamente más grande y de "otra clase".
A pesar del cambio de barrio, casa, y todo eso, yo iba a seguir yendo al mismo liceo, con mis mismos compañeros y transportándome en micro, como siempre lo he hecho. Terminaré cuarto medio y entraré a estudiar a la universidad como lo planee desde un principio con mi mamá.
Me senté en la silla del escritorio y saqué mi teléfono, llamaré al saco de weas que me puede ayudar en estos momentos.
Puta, no tengo saldo.
Pico con la wea.
Prendí el computador y me metí a Messenger, encontré a todos los weones conectados y hablé por el grupo.
Naiko: ¿Adivinen quién está en su casa nueva? :D
Edgar: Ay la weona
Nico: ¿Qué tal todo en la cordillera? ¿Cómo son las pelolais? 8)
Jaime: ¿Teni internet ahí?
Naiko: Si po weon. Iba a llamar al Nico, pero no tengo saldo L
Edgar: Aunque la mona se vista de seda, mona se queda, vieja.
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Mia [Jaidefinichon GOTH]
FanfictionDetrás de cada historia, se encuentra el escritor y ella decidió cambiar la historia.