14.- El parto.

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No me voy a detener en mi embarazo contándoles mes por mes.

Pasó el 18 normal, comí mucho y el baile salió bien. Eso es todo lo interesante.

Los siguientes meses pasaron bien también, todo normal.

Lo único interesante fue la despedida de los cuartos medios; el curso de los chiquillos, pero yo por estar embarazada no pude participar en todas las actividades.

Llegó la licenciatura, la psu, la navidad y cada vez estaba más cerca la fecha del parto. Iba a ser parto normal, ya que eso quería yo y se calculaba que por la primera semana de Febrero nacería la engendro.

Teníamos ropa comprada para el nacimiento, pasaría los días correspondientes en la clínica conmigo y después se iría con su familia legal.

Pero las cosas nunca pasan como uno las espera.

Primera semana de enero, nos encontrábamos en la casa.

Estaban los chiquillos, o sea, el Nico, Bestia y Jaime. El Edgar no pudo venir por no sé qué razón.

Ellos estaban bañándose en la piscina y yo mojando mis pies en la orilla. Me dieron ganas de ir al baño, por lo que me puse de pie y fui, estaba en camino cuando siento un dolor de mierda tan grande que me paralizó.

Por el dolor no pude gritar en el momento, pero cuando ya pude, casi desgarro mi garganta.

Agarré mi panza y me apoyé en la muralla. De manera inconsciente salieron lágrimas de mis ojos e intenté tranquilizar mi respiración.

Escuché pasos corriendo y después una mano en mi hombro.

-¿Qué wea pasó?- me preguntó el Bestia.

Le iba a contestar, pero llegó otro dolor que no pude soportar y algo corrió por mi pierna. Miré hacia abajo y vi el temido líquido. El Jaime se dio cuenta y se puso pálido. No sabría describir su cara.

-Hay que llevarla a la clínica- dijo el Bestia nuevamente, era el único que estaba reaccionando como se debía.

Asentí, fue todo lo que pude hacer y con ayuda de los chiquillos me sentaron y el Bestia me comenzó a tirar aire con una revista.

-ALMENDRA- gritó el Naiko. Se agarró la cara con desesperación y corrió por toda la casa.

Los siguientes 20 minutos fueron así, todos corriendo y gritando por la casa. Yo estaba respirando de manera irregular y no me quería mover. Ninguna contracción más llegó a mi joven cuerpo, o si no estaría en el auto.

Estaban preparando las cosas para ir a la clínica y el chofer, que se llamaba Raúl, estaba preparando el auto.

Llegó otra contracción y me agarré del sillón mordiendo mi labio.

Aquí fue donde las cosas se comenzaron a poner feas para todo aquel que me rodeaba.

-POR LA CRESTA APÚRENSE- grité furiosa y después de ese grito. En 10 minutos ya estaba arriba del auto camino a la clínica.

En el auto me tocaron 2 contracciones más, donde la mano del Jaime se vio afectada por eso.

Tenía pánico, alegría por el parto, pero por sobre todo, miedo.

Si así eran las contracciones, no me quiero imaginar cómo debe ser el parto.

-Tu papá viene en camino - me informó el Naiko.

-No quiero que entre él- dije arreglando mi pelo. Miré al Nico- tú vas a entrar conmigo.

-¿Sólo yo?- me preguntó el Nico asustado- weon me voy a desmayar.

Mia [Jaidefinichon GOTH]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora