Mia [Jaidefinichon GOTH]

13.- También es mi nieto.

Iba mirando por la ventana del auto, estaba llegando a la casa del Nico. Pasé por una plaza y veo al Nico sentado agarrando su cabeza.

-Para aquí- le pido al chofer y él me obedece.

-¿Qué va a hacer señorita?- me pregunta.

-Déjame aquí, Nicolás está en la plaza- le informo mientras bajo del auto- te llamo cuando tengas que venir a buscarme.

Él asiente con la cabeza y se va. Atravieso la calle y voy a la plaza donde estaba el Nico, me acerco a él y me siento a su lado. Él se da cuenta y voltea mirando a mi dirección.

-¿Qué haces aquí?- me pregunta confundido.

-Te vi aquí y bajé antes- respondí tranquila- ¿Qué haces?

-Pienso.

-¿Qué cosa?

-Todo, me mentalizo para la charla que nos van a dar mis papás, todo lo que cambiará a partir de ahora. Todo weon.

Me quedo en silencio y miro el cielo.

-Para mí es difícil esta wea, no me quiero imaginar lo que debe ser pa ti weon, tu cuerpo se va a ir a la mierda.

-Créeme que mi cuerpo está en el cuarto o quinto punto de interés.

-¿Cuál es el primero?- preguntó curioso.

-Qué vamos a hacer con ella- él me miró esperando que continuara- qué tipo de parto va a ser, la depresión post parto, las posibilidades de morir, etc.

-¿No te quieres hacer cargo de ella?- me preguntó y yo negué lentamente- ¿Por qué?

-No soy capaz de hacerme responsable, soy una niña y no quiero que sufra.

Él se quedó en silencio y agarró mi mano, la apretó y se puso de pie. Me puse de pie junto a él y caminamos hasta su casa, era de dos pisos blanca. De su bolsillo sacó las llaves y abrió la reja, entré y me hice a un lado para que abriera la puerta principal.

-Llegué- informó entrando y agarró mi mano para relajarme.

Su mamá salió de la que supuse era su pieza y nos vio, nos dio una sonrisa y caminó hasta nosotros. Me saludó de un beso en la mejilla y besó la frente del Nico.

-¿Cuál es tu nombre?- me preguntó dulce.

-Mía- dije con la voz aguda, estaba nerviosa.

-¿Cuál es tu apellido?- la mamá se sentó en el sillón y yo imité su acción tímida.

-Undurraga- acomodé mi falda y ella me miraba atenta.

El papá llegó junto a nosotros y se sentó al lado del Nico. Yo estaba en un sitial sola, frente a la mamá.

-Tu sabes porque estás aquí- su voz sonaba fuerte, pero siempre maternal.

Asentí y puse un mechón de pelo tras mi oreja.

-¿Cuántos meses tienes?- me preguntó el papá del Nico mirándome.

-Tres meses- respondió el Nico que había estado callado hasta ahora.

-¿Tus papás saben?- me preguntó la mamá del Nico y asentí- ¿Qué te dijeron?

-Mi papá, no vivo con mi mamá y no tengo contacto con ella, pero mi papá obviamente no avala este error, pero me da su apoyo e intentará todo para que no me falte nada y ayudarme con el embarazo, aunque no está en Chile.

-¿Dónde está?- me preguntó el papá del Nico.

-En Marruecos, de luna de miel- respondí jugando con mis manos.