Narra Mía
Bajo las escaleras corriendo, visualizo rápidamente al Naiko y me lanzo sobre él como koala cayendo los dos a la piscina. Saco la cabeza y arreglo mi pelo que estaba por todos lados sobre mi cara.
Salí como pude por el borde de la piscina escuchando como el Naiko me puteaba y estrujaba su polera.
-Me había bañado recién weon- se quejó- por la cresta.
Sus ojos se abrieron en grande y del bolsillo trasero del pantalón sacó su teléfono. Los chiquillos lo miraron con diversión mientras el Naiko hacía un intento desesperado en hacer que su teléfono reaccionara, pero era un caso perdido, no tenía por donde funcionar.
-Naiko- dije riéndome, pero por la situación intenté controlarla- de verdad perdóname.
-Cagó mi teléfono weon- me miró enojado y se acercó hasta mí. Sintió un brazo rodear mi hombro, alcé mi vista para ver quién era vi la barba algo crecida del Edgar.
-Ya, están a mano- detuvo la pelea el gigantón.
Sonreí por su acción y me fijé que todos estaban en mi casa. También me fijé que por el agua y lo delgado de mi pijama se me traslucía todo. Hace meses que no hablaba con los chiquillos y el ambiente se volvió tenso, la mirada del Nico estaba puesta sobre mí intensamente, el Bestia miraba hacia la piscina, como buscando algo.
-¿Qué hacen aquí?- intenté sonar lo más simpática posible, pero de todas formas sonó en mala onda.
-Me van a ayudar a preparar las cosas para mí cumpleaños, que por si acaso es hoy- me recordó el Naiko y le sonreí, no lo había recordado ahora, pero sí le tenía regalo- lo vamos a celebrar aquí.
-¿Pediste permiso supongo?
-Obvio, no quiero problemas como la última vez.
-Más te vale, bueno, me voy a bañar- dije y volví a entrar.
Subí las escaleras dándole un último vistazo al ventanal y fui directo a bañarme. Tiré el pijama mojado al cesto de la ropa sucio y me puse calzones y una polera. Me sequé el pelo para poder seguir durmiendo, tenía mucho sueño y me vi interrumpida por unos imbéciles.
Desconecté el secador del enchufe, sentí que alguien entró y al ver sus pies los reconocí al tiro.
-¿Qué quieres Nico?- le pregunté de buena forma.
-Hablar- dijo con simpleza- perdóname por todo el daño que te causé.
Lo miré a los ojos y alcé los hombros.
-Al fin y al cabo yo también hice daño, pero gracias de todos modos.
-No, yo fui a buscarte ese día al departamento y te dejé sola, ni siquiera me acerqué a ti. Perdóname, Mía, de verdad- se veía arrepentimiento en sus ojos, le sonreí y asentí en modo de aceptar sus disculpas.
-Te perdono y perdóname a mí también por todo el daño que te causé.
-Ya te perdoné hace tiempo- me dijo y reí- de todas formas, te sigo amando.
-Yo igual, pero no creo que sea momento como para comenzar una relación- reconocí y él asintió.
-Tampoco quiero tener algo contigo- reconoció, estamos destinados a cagarla siempre.
-Tienes razón- reconocí. Guardé el secador de pelo y me fui a acostar- ¿me haces dormir?
-Mía- advierte y yo suelto una risa.
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Mia [Jaidefinichon GOTH]
FanfictionDetrás de cada historia, se encuentra el escritor y ella decidió cambiar la historia.