37.- Mamma Mía.

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Terminaron las vacaciones y comienza la universidad y el terrible cuarto año de carrera.

Honestamente no tenía tanto miedo respecto a esto, me quedaba un año para finalizar mi carrera universitaria junto con la Kathy, pasando invicta, sin echarme ningún ramo y con notas CASI perfectas.

Los chiquillos ya estaban en su último año de carrera, por lo que los comenzaríamos a ver mucho menos o si los veíamos, estarían terriblemente estresados. Además de eso no había pasado mucho más entre nosotros.

A quién quiero engañar, si pasó algo importante.

Desde abril el Nico tiene polola nueva y al igual que la polola del Bestia, me llevo bien con ella. Tampoco es que saldremos de compras juntas, pero su existencia no me dificultaba la vida.

Básicamente ahora era la solterona del grupo y eso me ponía triste. Sumando el hecho que mi cuca no había sido explorada hace ya 2 meses, mi vida es deplorable.

Se darán cuenta que los dos primeros meses del año fueron interesantes y que el resto, exactamente hasta septiembre vuelve a aparecer lo jugoso. Estoy haciendo un gran esfuerzo en decirles qué mierda ha pasado sin saltarme partes.

Obviamente las chiquillas no han terminado sus relaciones y estoy preparando mis mejores pilchas para sus matrimonios. Así como veo que avanzan, se casarán todas juntas y yo sería la testigo siempre y la que atrapa el ramo llenándose de ilusiones de un príncipe azul que nunca llegará.

Soy patética.

Comenzando las clases en marzo nos comentaron sobre una actividad en terreno que se realizaría en el segundo semestre y que contaba con una evaluación muy importante. Resulta que tendríamos nuestro primer acercamiento a la práctica buscando un colegio para observar cómo se impartían las clases y toda esa basura que a nadie la importa exceptuando a mí y la Kathy.

-¿Qué colegio vamos a analizar?- me preguntó preocupada.

-No sé flaca, no tengo idea- apoyé mi mentón en la palma de mi mano y suspiré.

Me dediqué a buscar colegios durante una semana con la Kathy, la idea es que fuéramos al mismo colegio a terreno. En consecuencia a que no tenía contactos con colegios y que esto era una de las notas más importantes hice lo que toda hija de papi como yo hacía cuando necesitaba ayuda.

Llamar a papá.

No lo iba a hacer con gente alrededor mío, primero me corto una teta y se la doy de comer al Naiko.

Me fui piolamente a un sector que casi siempre estaba solo en la universidad y que normalmente era usado para correrse mano. Si se preguntan, nunca he estado ahí.

Me senté en un alto que había de cemento que simulaba un macetero y dejé mis pies colgando mientras me mordía una uña esperando a que mi papá me contestara.

-Hola muñequita- me contestó contento.

-Hola papi- respondí algo más aliviada.

-¿Cómo estás?

-Bien ¿tú?

-Bien. ¿Qué pasó?

Reí, él sabía que necesitaba algo.

-Necesito que me consigas permiso para entrar a un colegio como observadora, algo así.

-¿Cómo?

-Voy a ir a la casa para explicarte todo mejor- suspiré moviendo mis piernas.

-Bueno. Te quedas a comer y después te voy a dejar al departamento, invita al Naiko también.

-No creo que quiera ir, pero igual le avisaré.

Mia [Jaidefinichon GOTH]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora