Capítulo 24 (Editado)

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MICHELLE

Nicholas retira su mano de mi brazo y mira a los presentes, sacando una de sus mejores sonrisas.

- ¿Por qué se ha detenido la música? – pregunta sonriente. – ¡Maestro, por favor!

El músico asiente y comienzan a tocar una delicada pieza que reconozco como "The Lark Ascending" de George Meredith.

- Por favor, concédame esta pieza. – Nicholas toma mi mano sin permiso y nos encamina a la pista de baile.

A lo lejos veo a mi padre, me observa preocupado y a su lado, Sedrick me mira aburrido. También logro encontrar a Lis que está acompañada por su novio y varios de mis amigos pero no a Nathan.

Le sonrió mi padre para calmarle y miro a mi expareja.

- ¿Qué haces, Nick? – pregunto insegura.

- Bailar.

- Ya no estamos juntos. – le recuerdo y él sonríe con sequedad.

- ¿No vas a parar de recordármelo, verdad? – miro hacia otro lado, moviéndome al son de la música clásica. – Jamás te hice daño.

- No directamente. – respondo.

- Michelle, fui un asesino. – admite. – Mate personas pero nunca te lastime a ti.

La música continúa y nos mecemos con sincronización.

- ¿Ya estás bien?

Me mira con confusión y le miro con una ceja alzada.

- ¿De qué hablas?

- Tu adicción. – el abre los ojos y evita mi mirada, la música se detiene y niego repetidamente con la cabeza. – Eso era todo lo que quería saber.

Me libero de su agarre y camino hacia la barra.

- Michelle, retomemos lo nuestro. – ruega. – Ya no me afecta la sangre.

- Estas mintiendo, Nicholas. – pido mi bebida al barman. – Tu mundo es demasiado desastroso y el ser licántropo y futuro alfa no le hace justicia, mataste vidas inocentes y huiste cuando más te necesitaba.

- Hay cosas que no se pueden evitar, Michelle. – bebo mi bebida bajo su atenta mirada. – Moira se lo merecía, además, no era tu verdadera madre.

No sé como pero mi vaso de cristal termina roto en el suelo y mi mano queda marcada en su mejilla, que ahora toma un color rojizo intenso, los invitados jadean ante la escena y le miro con rabia.

- Te amaría de cualquier forma, en cualquier mundo, con cualquier pasado. – hago un pausa. – pero he dejado de amarte en el momento en donde decidiste engañarme con ella. – señalo a la perra de Jasmine y ella me mira sorprendida.

Su vestido me ayuda a identificar esa basura como mujer.

No se esperaban que me enterara que ambos compartían un romance a mis espaldas, y fue gracias a su mejor amigo.

Nicholas me mira asombrado y me alejo de él, caminando hacia el jardín.

- ¡Michí! – chilla mi mejor amiga al llegar a mi lado, antes de entrar al área del jardín. – ¿Estas bien?

- Estoy bien, Lis. – me abraza. – Solo me sacó de quicio.

- ¡Ay, lamento haberte dejado sola! – se disculpa. – Pensé que no venias.

- Es una larga historia. – me encojo de hombros. – Oye, no me dijiste que era un baile de rojo y negro, ¡Me compraste un vestido azul!

- La ofendida debería ser yo ya que ese no es el vestido que te compre. – me observa curiosa.

Almas Gemelas (A.G #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora