LOYD
Me cuesta verla acostada y no culparme por lo que ha pasado.
Niñata boba y empática.
¿Por qué te dejaste arrastrar?
Al principio me recibió con aquella actitud defensiva y absurda pero luego, abrió su corazón hacia mi persona sin la importancia de que quizás, nada sería lo mismo mas adelante.
Yo amo a esta mujer; yo amo a Michelle Rivaldo.
¿Mucho más que a Ciara Montes o Milo?
Tal vez.
Y puede que suene egoísta al ejecutar tal afirmación.
Que me escuche el mundo ante tal declaración.
¡Michelle Rivaldo es destinada a ser mía y solamente mía!
Admito que las tres son distintas en carácter y personalidad, pero ninguna es carente de belleza.
Agradezco a Milo infinitas veces porque a pesar de todo, rompió hielo en toda la travesía.
Dejo atrás a su familia; a su marido e hija para terminar observando a sus seres queridos desde aquel radiante cielo; comprendo que todo tiene un propósito cuando nos referimos a la diosa luna y entiendo que Michelle Rivaldo es mi para siempre.
Ame en su momento a Ciara Montes y he de admitir que sepultar a mi hijo fue lo más doloroso que pude hacer en mi vida. Mi pequeño hijo fue criado en la miseria y murió una noche de invierno debido a una sobredosis extraña, creada por Drucker Johns; un pobre pedazo de mierda que prefirió matar inocentes y disfrutar filmar la horrible tortura.
Michelle, a pesar de todo, ha sido mi pilar en aquellos hechos dolorosos.
Este amor que siento es incomparable, tal vez, mas allá de mis propios límites.
Y por ello, estoy dispuesto a sacrificar todo lo que, con tanto dolor y sangre, he construido.
Mi imperio.
Observo con curiosidad aquel vientre abultado y siento como una lagrima traicionera cae sobre mi mejilla sin permiso alguno.
Todo lo que ha pasado esta valiente mujer, con tal de ayudar a su prójimo y a los que ella ama.
Con tal de que protegerme a mí.
Y ciertamente es mi turno de devolverle la acción.
Cubro al amor de mi vida con la cálida cobija y abandono la habitación, sigilosamente.
- Loyd, ya estamos preparados. – informa Drake, mientras se despide de su mujer e hijos. – Sedrick, abrirá el portal y nuestro enemigo perecerá.
- Eso asegúralo, Drake. – sale de momento, Max; acompañado por Liz.
- ¿Qué hace ella aquí, Max?
- Vendrá con nosotros, así lo ha querido y aunque me duela, sé que no podré detenerla. – responde Max con un tono de nostalgia.
- Liz, ¿es esto lo quieres? – cuestiono ante tal acción.
- Lo necesito, Loyd. – responde con seguridad. – Ese bastardo ha lastimado a la única persona que he considerado como una hermana y merece morir de la peor manera posible.
Sonrió inevitablemente y caminamos tranquilamente hacia Sedrick, quien se encuentra preparado para abrirnos entrada hacia el desastre, el caos, el fin.
- Ya es hora. – murmuro, mientras acomodo la máscara sombría en mi rostro. – Esto es por ti, Michelle.
En un pestañeo de ojos, estamos saludando a la muerte.
- Hola, miserable.
- Saludos, Nicholas. – y los gritos de guerra no tardan en escucharse.
MICHELLE
La claridad que se asoma por la ventana me obliga a abrir los ojos, me estiro despreocupadamente y trato de abrazar a Loyd, exceptuando que no está ahí.
- ¿Loyd? – cuestiono al ver la habitación vacía. – ¿hay alguien ahí?
Al no recibir respuesta, me desarropo confundida, caminando hasta el lavabo y lavando mi rostro, perezosamente.
Al salir del lavabo, llevo una mano a mi pecho, calmando la agitada respiración que poseo debido al susto de encontrar visita en la habitación y el conocimiento de que esta persona falleció hace ya un tiempo.
- Mama. – me escucho susurrar y ella me sonríe, nostálgica. – ¿Qué me está pasando, acaso me he vuelto loca?
- Michí, hermosa. – habla por primera vez, dándome escalofríos al instante. – Soy yo, soy Moira.
Retrocedo, asustada y trato de mantener el equilibrio.
- No, yo vi cuando fuiste asesinada, ¡No me mientas! – grito, exaltándola.
- Michelle, hija. – trata de hablar, pero niego con la cabeza.
- ¡ES OTRO TRUCO PARA TORTURARME! – mi grito al parecer, se escucha en todos lados y el sonido de mi puerta, siendo abierta, sobresalta a mi visita.
- ¿Michelle, que pasa? – cuestiona Jezabel, agitada.
- ¡Ella, ella me miente! – le señalo con miedo y Jezabel trata de acercarse, lentamente. – ¿Le ves?
- Michelle, puedo verla y créeme cuando te digo que no es ningún truco.
- ¡Por favor! – los sollozos no se hacen esperar y cierro los ojos, calmando el constante dolor prenatal.
- Escúchame, mi amor. – escojo respirar con tranquilidad y tratar de calmarme un poco.
- ¡Michí, hija! – escucho a mi padre, entrar con pasos fuertes y abro mis ojos. – ¿Qué pasa?
- Papa, me he vuelto loca. – confieso, enloquecida. – Estoy viendo a Moira ante mis ojos.
Mi padre suspira, al parecer, comprendiendo la situación y se acerca poco a poco.
- Michí, ella está aquí. – susurra cuidadoso, se acerca a Moira y toma su mano, entrelazando la suya por igual. – Es una larga historia y espero que tengas el tiempo para escuchar cada detalle.
- Moira. – me escucho susurrar y luego, soy víctima del malestar y la molestia en mi vientre.
No tardo ni cinco segundos en caer de rodillas al suelo, abrazando mi vientre.
- Loyd, necesito a Loyd.
Los presentes en la habitación se miran entre sí y palidecen.
- Tráiganme a Loyd. – hablo en voz alta, al no sentir movimiento o respuesta, comienzo a desesperarme. – ¡EXIJO A MI ESTUPIDO NOVIO!
- ¡Michí!
- ¡QUIERO A LOYD JETTE AHORA!
Y en un abrir de ojos, estoy postrada frente al caos.
(...)
YA ESTAMOS AL FINAL DE ESTA HERMOSA TRAVESÍA, MIS AMADOS LECTORES.
HE DE ADMITIR QUE HA SIDO DIFÍCIL CONTINUAR LA NOVELA Y DEJAR DE LADO TODO EL DRAMA, EL CAOS, LOS DOLORES DE CABEZA; EN FIN, TODO.
CONTINÚEN DANDO AQUEL MAGNIFICO VOTO QUE ME MOTIVA A CONTINUAR CON ÁNIMOS Y NO OLVIDEN DEJAR AQUEL ESPECTACULAR COMENTARIO EN LA SECCIÓN ABAJO.
LES AMO, ALE.
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Almas Gemelas (A.G #1)
FantasiUna profecía que involucra a dos personas. Una humana con un pasado atemorizante. Ella es la reencarnación de su antepasado. Su mundo cambia drásticamente y los mas cercanos a ella, desaparecen. Aquel hombre que nunca dejo de amarla aun cuando e...