MICHELLE
Acaricio el rostro angelical de Jonás y quito el paño húmedo de su frente.
Los sentimientos; frustración y tristeza se cuelan en mi sistema, provocando un fuerte dolor en mi pecho.
Él ha perdido a su madre y su hermana trato de matarlo.
Yo mate a una criatura que en un futuro llamaría hermano o hermana.
- Michelle. - Jezabel entra a la tienda y me dedica una pequeña sonrisa.
- Jez, hola. - trato de sonreírle y fallo en todos los intentos.
- ¿Cómo está el niño? - le mira fijamente.
- Esta mejor, la fiebre ha bajado. - le informo y ella asiente.
- ¿Cómo esta tú? - niego con la cabeza y ella me mira con lastima. - Entiendo.
- Duele, Jezabel. - susurro. - Yo soy un monstruo.
Desde mi llegada de ayer, he estado dialogando con Jezabel todo el tiempo.
Le conté sobre la muerte del futuro miembro de la familia Rivaldo y ella me confeso los cambios que tuvo Drake con respecto a ella, ambos tuvieron una noche llena de pasión y de eso, llegaron los gemelos.
Si, son dos.
- No es tu culpa, Michelle. - niego nuevamente y salgo de la tienda.
- Olvida lo que dije. - gruño. - Necesito un baño.
Jezabel asiente lentamente y tomo una muda de ropa prestada.
Llego al rio más cercano en menos de un segundo y comienzo a desnudarme, después de cerciorarme de que no haya nadie en esta zona.
Dejo la ropa en una roca y entro al agua, ignorando el hecho de que está congelada.
Camino un poco y el agua me llega hasta mi pecho, aprovecho mi soledad y limpio con tranquilidad mi cuerpo.
Una fuerte ráfaga fría hace que me estremezca y siento su presencia.
Persona que no he visto desde ayer en la tarde.
Me doy la vuelta y me topo con un sonriente Loyd.
- ¿Interrumpo? - pregunta ronco, niego con la cabeza lentamente y él sonríe aún más.
- ¿Qué haces aquí? - pregunto, sorprendida.
- Te vi salir del campamento. - se encoje de hombros. - Quería hablar contigo.
- Estamos hablando, Loyd. - el niega divertido y se acerca a la orilla del rio, quitándose su camisa. - ¿Qué haces?
- Necesito darme un baño. - contesta.
Luego se quita sus pantalones y queda en bóxer, dejándome sin habla.
- ¿Puedo acompañarte, mi amor?
Mi cuerpo se estremece ante la sensualidad
No puedo negarme a su propuesta cuando ya lo tengo desnudo y pegado a mi cuerpo.
- Loyd, no dije que sí. - murmuro.
- Tampoco que no. - susurra en mi oído y muerde el lóbulo de este. - Te deseo, Elle.
Mi cuerpo se calienta y ya no siento la frialdad del agua.
- Loyd. - Jadeo cuando toma mis caderas y pega mi trasero a su pene. - Oh, dios.
- Necesitas sentirte bien, Michelle. - susurra, frotándose contra mi cadera. - Déjame hacerte sentir bien.
- Pensé que querías hablar. - el ríe divertido.
- Puedo decirte tantas cosas y no hay necesidad de hablar para demostrártelas. - toma mi mano y la posa en su pecho, siento su corazón bombardear con rapidez y el mío se detiene.
- Loyd.
- Te amo, Elle. - susurra, besando mi cuello. - Maldición, en verdad lo hago.
El me ama.
Loyd me da la vuelta y sin pensarlo dos veces, rodeo mis piernas en su cintura.
El gruñe sonoramente y le beso.
Al principio, el ritmo de nuestro beso es lento y gentil pero luego, comenzamos a besarnos con desespero y brusquedad.
Bajo un poco mi zona íntima y roza con la suya, suelto un gemido de satisfacción y Loyd busca más fricción entre nuestros cuerpos.
- Hazme sentir, Loyd. - susurro entre jadeos.
Loyd comienzo a descender sus besos a mi pecho y besa mi pezón izquierdo, mordiéndolo.
Luego hace lo mismo con el pecho derecho y comienza a caminar hacia una zona más alejada y privada.
Loyd roza su miembro contra mi clítoris y gruñe.
- ¿Segura?
Asiento, segura de mi decisión y siento como se hunde en mí.
Suelto un grito de dolor y después de unos minutos, desaparece.
Loyd toma mis piernas y comienza a penetrarme con más fuerza.
- Joder. - susurra con ronquedad.
Agarro su cabeza en mis manos y las cierro cuando siento que cada vez, aumento la velocidad y se hace más brusco.
Loyd anuncia que ya está por llegar al deseado orgasmo y siento que el mío llegara en menos de nada.
Loyd suelta un gemido y comienzo a bajar la intensidad.
- Oh, diablos. - ruge, cuando mis paredes abrazan su miembro y nos hace llegar al orgasmo.
Siento como descarga todo su semen en mi interior y suspiro, recargando mi frente en su hombro.
-Te amo, Loyd. - susurro después de tomar un bocado de aire, Loyd abre la boca debido a la sorpresa y le beso, sonriente.
Loyd corresponde mi beso, con una sobreabundante felicidad y luego se separa.
- ¿Segundo round? - me mira con picardía.
- Pensé que nunca lo preguntarías.
(..)
NICHOLAS
Observo la escena con furia y mi corazón se estruja al escuchar aquellas palabras.
Ella no puede amarlo.
Ella me ama a mí.
- Nick, es hora de irnos. - susurra la bruja. - No tardaran en captar nuestra esencia.
Miro a Nicole con molestia y luego a Dawson.
- Nick, vamos. - toma mi brazo. - Ella no te quiere.
Mi lado lobuno solloza herido y gruño.
- Cállate.
Observo como mi hermano la besa y la hace suya una y otra vez, ambos con una absurda felicidad.
Ambos enamorados.
- Nicole, ¿no puedes hacer un encantamiento en ella? - Nicole frunce el ceño, confundida y luego asiente.
- ¿Qué clase de hechizo?
- Uno que me permita controlarla, bruja. - ella me mira molesta y luego asiente.
- Puedo hacerlo.
- Bien. - doy la vuelta y me alejo. - Dawson, reúne a mis aliados.
- ¿Qué harás, Nicholas?
- Secuestrare a aquella mujer. - la mira ceñudo. - Esta noche.

ESTÁS LEYENDO
Almas Gemelas (A.G #1)
FantasíaUna profecía que involucra a dos personas. Una humana con un pasado atemorizante. Ella es la reencarnación de su antepasado. Su mundo cambia drásticamente y los mas cercanos a ella, desaparecen. Aquel hombre que nunca dejo de amarla aun cuando e...