FINAL

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MICHELLE

Nunca esperé encontrarme con esta imagen, mucho menos enfrentarme a este desastroso panorama. En nuestra niñez, nos aconsejan y nos hablan sobre nuestras decisiones y las consecuencias que vienen luego de tomarlas, pero jamás nos prepararon para experimentarlas con fuerza y valentía.

No soy valiente.

Lo niego en este preciso momento.

No puedo mirar tan atroz escenario y no gritar de la rabia u la tristeza, al ver aquellos que amas, perecer.

Y ciertamente, destruye.

El sentimiento me mata de un solo golpe.

Y todas las interrogantes surgen en mi cabeza:

¿Por qué no puedo llorar?

¿Por qué no puedo gritar?

¿Por qué no puedo detener el tiempo y observar aquellas facciones de la persona que más amo?

¿Por qué la diosa ha sido tan detestable con mi persona?

Simplemente, ¿Por qué?

¿Acaso lo merezco?

Desde mi nacimiento, fui condenada a amar a medias; fui obligada a formar parte de una rutina que no quería y agradezco a mi lado rebelde por dejarse llevar y ayudarme a enfrentar el cruel destino.

Destino que me obliga a separarme de las personas; por mas amor que le tenga, mi obligación es salvarles la vida; no condenarlas.

- ¡DETENGAN ESTO! – me escucho gritar con terror.

Mi grito alerta a los demás y de repente, todo se detiene.

- Por favor, no continúen torturándome. – mi bebe, se mueve con brusquedad en mi vientre y me desplomo al suelo de rodillas, sintiendo estas, rasparse por el impacto y la textura del suelo.

Observo como Loyd se gira para consolarme y luego, el grito de ira de Nicholas Bondes, le obliga a contractar el golpe que acaba de decir por aquel sudichoso.

La escena siguiente es la que me afecta; Drake y Liz juntos, tratando de revivir el cadáver de Max Collins, mientras este solo mantiene los ojos cerrados con una sonrisa.

- ¡Resucita, cabrón! – la voz de Liz se quiebra en el último punto y comienza a golpear el cadáver, buscando alguna señal de resucitación. – ¡No me puedes abandonar, maldito egoísta!

Mis ojos son empanados por las lágrimas sin permiso alguno y aquel ultimo susurro de mi amiga, destruye la última esperanza de vida que esperaba: - No puedo vivir sin ti.

Dawson James al verme, postrada y débil aprovecha para tocarme con brusquedad y tomar mi cabello como si de un animal se tratase.

- ¡Suéltame, jodido imbécil! – grito a los cuatro aires.

Liz Santos, se levanta molesta de aquella incómoda posición, Drake trata de tomar brazo, pero Dalton James sale de la nada y destroza sus piernas; dejándolo adolorido y moribundo. Como si de una súper heroína se tratase, Liz corre lo más rápido que puede hasta donde me encuentro, pero no logra llegar cuando uno de los lobos enemigos, la desmiembra, en compañía de otro.

- ¡NO! – mis gritos no cesan y ciertamente, el deseo de matar al enemigo asciende como nunca en mi vida. – ¡ELLOS MERECEN VIVIR, ELLOS MERECEN LA VIDA!

Nicholas Bondes me observa con burla y se acerca paso a paso, dejando atrás a un Loyd inconsciente.

- Bueno, bueno querida Michelle. – comienza con arrogancia. – ¿Decías?

Almas Gemelas (A.G #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora