¡¿Te Enamoraste De Mi Hermano?!

Capitulo 25 "Casa de Nick"

A)Nick en el gimnasio de su casa. B) Casa de Nick por fuera. C) salida del garaje.

Savannah...

Me quedé anonadada por lo que mis ojos veían en ese instante. Luego de dejar a Giselle en su clase de baile me dirigí a la dirección que me había dado Nicholas.

Estaba un poco nerviosa es primera vez que vengo a su casa, por mas que el haya ido a la mía mas de diez veces es raro que yo no haya venido ni una vez... Siempre que intentaba convencerlo de ver una película, jugar play o equis cosa el me esquivaba y todos mis planes se iban a la basura.

En el camino hacia acá pensé que estaba mal.. Pero el señor de vigilancia me confirmo que esta era la casa.

Era una casa alejada de las demás, a primera vista cualquiera querría vivir en aquella casa.. Digo, yo lo querría.

Salí del coche hacia la entrada...era hermoso una puerta Negro azabache con espejos incrustados y bordes de metal. Muy varonil para mi gusto aunque hermosa sin duda alguna. Supongo que la madre de Nick quería complacer a los hombres de la casa, Toque el timbre y espere admirando las plantas al rededor de la entrada.

Escucho como a la puerta le quitan el seguro y desvío mi vista hacia ella. Una mujer de mediana edad y tez morena me recibe con una sonrisa amable, la cual se la devuelvo.

-Buenas tardes- saludo- soy Savannah Collin's, una amiga de Nicholas.

-oh claro, el joven la estaba esperando...- me invita a entrar con un ademán con su mano.-él esta en el gimnasio. - señala unas puertas dobles negras corredizas que están semi abiertas y me sonríe.

Asiento y me dirijo hacia ellas. Al terminar de abrir lo veo a Nick de espaldas sin camisa, dejando todos sus tatuajes a la vista y con una pesa en cada mano, mientras la sube una a la vez a lo que cuenta.

-cuarenta y siete.... Cuarenta y ocho..... Cuarenta y nueve... Cincuenta.... Cincuenta y uno... Cincuenta y dos... Cincuenta y-

-tres- término su conteo haciendo que se voltee con una media sonrisa- ¿no crees que es suficiente?

-nunca es suficiente para ustedes la mujeres... Además esto me desestresa- se defendió él.

-dios...- dije mas para mi que para el al ver su excelente cuerpo, y lo bien que el quedaban esos tatuajes... Pero al parecer el me escucho se carcajeó. Lo que me hizo torcer los ojos.

No es que nunca lo haya visto sin camisa, si lo he hecho y hasta me le he lanzado en la espalda en forma de caballito (muy divertido), pero jamás me tome el tiempo para admirarlo con es debido así que nunca le preste demasiada atención a su fisionomía.

-¿me vas ayudar en mi trabajo o que?- mi tono de voz era muy bajo y casi inaudible por lo que me aclare la garganta y hable nuevamente- ¿cuando vamos a empezar que ya quiero terminar esto?

-pues....puedes empezar quitándote la blusa que llevas y luego el resto de tu ropa, porque en lo que respecta a mi ya estoy semi desnudo- comento con su sonrisa socarrona que siempre usa.- digo si quieres que terminemos...

- resulta y acontece que no lo voy hacer...-le hable malhumorada por sus comentarios con doble sentido- no siempre tienes que ser un pervertido, ¿sabes?