Prólogo: Una Vista Al Pasado.

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¿Quién se iba imaginar todo lo que pasaría?
¿Quién sabría lo que el destino les tenía preparado a un ángel un tanto común y a una nefilim que sería la segunda al mando en el cielo y que además es prima de los hermanos Winchester?

Nadie.

El ángel siempre estuvo presenciando momentos de la vida de aquella nefilim, mucho antes de por fin aparecer frente a ella.

La nefilim jamás se imaginó que al aparecer aquel ángel frente a ella su vida daría un giro radical.

En ese entonces, cuando fue su primer encuentro, la nefilim de 15 años en aquel momento había sufrido una humillación en la fiesta de una compañera del colegio, el ángel fue quien la sacó de aquel apuro... Pero aun sin aparecer.

No fue hasta aquella misma tarde en la que el ángel apareció frente a ella.

La nefilim no hizo a un lado lo que había aprendido como cazadora hasta aquel momento, acercaba su mano a la pequeña botella de agua bendita mientras le preguntaba a aquel que había aparecido frente a ella quién y qué era.

-No hará falta el agua bendita- dijo el ángel-. Mi nombre es Castiel, soy un ángel del Señor.

El ángel: Castiel, ángel guardián de aquella nefilim que sería la segunda al mando en el Cielo.

La nefilim: Victoria Carrietta Winchester, hija de Bryce Winchester -un ángel en el momento de la concepción de la nefilim, el cual ya no tiene recuerdos de haber sido un ángel, hermano menor de John Winchester, cazador al igual que su hermano- y Margaret Waters.
Sus padres se separaron cuando ella tenía sólo tres años de edad quedando bajo los cuidados de su madre hasta los siete años cuando Margaret decide quitarse la vida por depresión.
Creciendo bajo los cuidados de su padre cazador, él comienza a prepararla a partir de la pubertad cuando también empiezan a brotar los poderes angelicales en Victoria.

La relación "guardián-protegida" de Castiel y Victoria comienza a cambiar con el paso del tiempo; el cariño se convierte en algo más.

No es hasta tiempo después de que el diablo emergiese en el Infierno cuando el ángel y la nefilim comienzan a darse cuenta de sus sentimientos.

El descubrir que siente algo por una nefilim sorprende bastante a Castiel, lo cual lo lleva a distanciarse de Victoria durante un periodo de tiempo para poder poner en orden sus pensamientos y deducir si es cierto lo que siente por la menor de los Winchester.

Victoria queda desamparada durante aquel largo periodo de tiempo en el que Castiel se va.
Un estado de depresión era el que tenía en aquel tiempo en el cual ella ya se encontraba con Sam y Dean y se dedicaba a la cacería con ellos.

Su depresión aun seguía cuando en una noche como cualquiera, Victoria se dirigió a una colina -la cual ella llamaba "Colina Ángel" porque fue en aquel lugar donde ella y Castiel comenzaban a conocerse mejor- y comenzó a hablar sentada en el suelo diciendo lo que su corazón sentía sin saber que el ángel la escucharía.

-Jamás llegué a imaginar que me sentiría de esta manera, jamás llegué a sentir una depresión como la que siento en estos momentos. Pero es que, en serio, tengo que decir todo lo que siento: te necesito, Castiel. Necesito que estés a mi lado, necesito escuchar tu voz... He estado sola durante todo este maldito tiempo. Vacía tal vez sea la palabra con la que podría decir cómo me siento, porque así es; ni Sam ni Dean ni nada puede llenar el vacío que siento. Sólo tengo que volver a decirlo: te necesito, Castiel... Te necesito, mi ángel...

Bajó la vista tras decir aquello, hasta que una voz hizo que levantara la vista nuevamente.

-Jamás imaginé que tú pensaras todo aquello de mí- dijo aquella voz.

Era la voz que tanto ella había anhelado escuchar nuevamente. Victoria miró al ángel que se encontraba de pie frente a ella.
La nefilim se puso de pie casi al instante quedando frente a frente con Castiel.

-Castiel...- eso era lo único que ella podía decir en aquel momento.

-Hola Victoria- dijo el ángel simplemente-. Escuché lo que dijiste hace un momento.

-Ah... Sí... Este... Yo... -decía la nefilim ligeramente nerviosa y algo ruborizada mientras desviaba la vista tratando de evitar la mirada de Castiel.

-No te preocupes- dijo el ángel tomando la mano de Victoria.

La nefilim sentía un calor interno en todo el cuerpo, suponía lo sonrojada que se hallaba en aquel momento.

-Yo...- dijo Victoria sin saber de qué manera terminar la frase.

-Victoria- dijo el ángel cortando la frase de la nefilim-, también me hiciste falta durante este tiempo.

La nefilim dirigió su mirada en ese momento hacia Castiel.
Él siguió hablando.

-Tuve mis motivos por los cuales me fui, y es que me di cuenta de una cosa que me sorprendió bastante: me he comenzado a enamorar de ti sin querer. He pasado gran parte de mi vida a tu lado, nunca llegué a imaginar que me enamoraría de alguien y que ese alguien fueras tú... Te amo, Victoria.

-Yo también te amo, Castiel.

El corazón de ambos latía a más no poder.
Parecía ser que el destino les había preparado una vida juntos... Pero no podría ser tan sencillo.

Tuvieron sus altibajos en su relación, pero seguían, ellos seguían para poder seguir reforzando su relación para hacerla más sólida y capaz de derrotar todos los obstáculos.

Llegó un punto en el que por fin parecía ser que todo saldría bien, se dedicarían a la cacería juntos, todo parecía pintar bien...

¿De verdad sería así?

Supernatural: Un Amor Angelical.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora