Capítulo 13: Voces En El Interior.

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Fue una noche larga. Durmieron separados tal y como había sido en los últimos seis meses, pero con la diferencia de que sólo los separaba una pared y no miles y miles de kilómetros.

Más de una vez, el ángel había salido de la habitación dispuesto a dirigirse a la habitación en la que estaba Victoria y pedirle perdón por lo que había sucedido durante la charla, pero sabía que aún no era el momento correcto para hacerlo.

La mañana por fin llegó. 7:00am marcó el reloj y la alarma de Castiel sonó. El ángel despertó y desactivó la alarma, tenía que ser un día mejor.

Después de que terminase de arreglarse, salió de la habitación dando una mirada a la habitación ubicada a la derecha que se encontraba abierta.

En aquella habitación Victoria había pasado la noche. Y si la puerta se encontraba abierta, eso significaba que la nefilim ya estaba despierta, lo cual resultaba bastante raro.

Castiel bajó al primer piso y se dirigió a la cocina en donde estaba Victoria. La nefilim sabía que el ángel estaba detrás de ella, sentía la mirada de Cas sobre sí misma y sólo eso bastaba para ponerla nerviosa.

-Buenos días, Victoria -le dijo él con su voz grave, ponía un poco más de nervios a Victoria.

-Buenos días, Castiel.

(¿qué tienen de buenos? Nunca lo son para ti, Vicky...)

-¿A qué hora despertaste? -le preguntó el ángel.

(oh, ni siquiera durmió...)

-No más de una hora -respondió la nefilim ignorando todo lo que el semi caído hablaba.

Se formó un silencio entre los dos por un momento. Victoria se dirigió a las escaleras y subió a su habitación. Castiel había considerado detenerla para así poder terminar la charla del día anterior y pedirle perdón, pero era mejor esperar a que llegase el momento en que los dos estuviesen más tranquilos.

El ángel decidió salir un momento, saldría a caminar por ahí o cualquier cosa para poder pensar y concentrarse en lo que pasaba en aquel momento.

Victoria estaba sola en la habitación, sentada sobre la cama con una libreta frente a ella, junto a la libreta había un bolígrafo. Mantenía los ojos cerrados, ni siquiera sabía lo que pensaba en aquel momento, sólo se mantenía así por largo rato.

Y sabía. Sabía lo que pasaba mientras mantenía los ojos cerrados.

Se sentía mal, tenía nauseas, el no haber cenado la noche anterior y mucho menos desayunado ya le hacía bastante mal.

Vic abrió los ojos y miró la libreta, estaba abierta y en una página tenía un escrito no muy largo... cabía mencionar que, anteriormente, esa hoja estaba en blanco.

No era su letra.

Era de alguien más.

Ese alguien más era Aiden.

Victoria tomó la libreta con manos temblorosas, leyó todos los párrafos que Aiden había escrito, con miedo.

Lo sabes. Tú lo sabes.

Tienes miedo, pero ¿de qué?

¿De mí?

Oh... Cierto, cierto.

Tienes miedo de herir a alguien. Y no a cualquiera, tienes miedo de herir a tus primos o al patán con gabardina.

Tienes que saber una cosa: no tendrías que esperar forzosamente el repuesto de gracia si lo haces.

Supernatural: Un Amor Angelical.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora