Castiel tuvo que mantener su mente ocupada. Se quedó en la Tierra y se dedicó a la cacería, solo. Solía rechazar la ayuda de Sam y Dean en la mayoría de los casos, estaba harto de sentirse el eslabón más débil.
De vez en cuando, los casos agotaban al ángel. Después de todo lo que pasó, incluso se le había olvidado lo cansado que era ser un cazador.
Aun estando con la mente ocupada en la cacería, siempre había un momento en el que pensar y recordar a Victoria era inevitable. Ella había sido su vida entera, su complemento, estar sin Vic era lo más doloroso que había experimentado en mucho tiempo.
A veces se culpaba, porque hubiera podido hacer algo para salvarla y así ella estaría a su lado aun. Pero no pudo.
Y estaba solo.
Aun con todo, Cas no se permitía perderse en aquel mar de depresión. Por él mismo y porque se convencía de que lo último que Victoria querría era que él se sintiera mal.
La recordaba, la extrañaba. A cada minuto de cada hora.
Daba igual que Vic estuviera muerta, su amor por ella no desaparecía.
Castiel despertó como todas las mañanas. Abrió los ojos lentamente, la luz del sol entraba por la ventana de la habitación. Estaba en su casa, en Denver. Se incorporó en la cama sentándose, dio un pesado suspiro cubriendo su rostro con sus manos.
Había soñado nuevamente con aquel último beso que le había dado a Tori en aquel tribunal abandonado; teniéndola entre sus brazos, la nefilim cada vez más pálida y débil hasta que diera su último suspiro.
Sí, era un hecho que dejar pasar todo lo del fallecimiento de su amada le costaba bastante. ¿Y cómo no? Tenía ese recuerdo muy presente.
De repente, el ojiazul se percató de algo: todo en la habitación estaba en silencio. Y no tenía que ser así. Cada noche, antes de dormir, abría la cajita musical que Victoria le había regalado, dejándola sonar hasta que él despertara al día siguiente. Dirigió su mirada hacia la mesita de noche, la caja no estaba.
El ángel se alarmó, esa cajita era de las últimas cosas que le habían quedado de Vic. ¿Y si la había perdido? No, no podía ser así.
Cas se levantó de la cama inmediatamente, buscando por todos los rincones de la alcoba la pequeña caja. Revisó y buscó en cada rincón, debajo de los muebles, debajo de la cama.
No encontró nada.
Y se sentó en la orilla de la cama dando un pesado suspiro. Experimentando de nuevo esa... desagradable sensación de tener algo atorado en la garganta.
Su llanto.
Tomó aire y trató de tranquilizarse. No quería permitirse llorar, no otra vez, sentía y se decía que ya había llorado bastante en su momento...
De acuerdo, ya estando escasamente más calmado, se levantó y fue a ducharse. Después de eso, se dedicaría a seguir buscando la cajita musical.
Salió de bañarse, se vistió y salió de la habitación.
Entonces, alcanzó a escuchar la melodía de la cajita musical, desde el piso de abajo. ¿Cómo es que había terminado allá? No tenía ni idea.
Cuando dio unos primeros pasos, de repente, comenzó a escucharse una canción que él juraba haber escuchado antes, varias veces. Era rock alternativo, distinguía cómo solía sonar.
«Hello /I've waited here for you /Everlong... »(1)
"Everlong", de la banda Foo Fighters. Una de las favoritas de... Tori.
«Seguramente es una mala broma », pensó Castiel. Aunque, viviendo a la mitad de un bosque de Denver, ¿quién, cómo y por qué le haría ese tipo de broma de ponerle una canción que sabía que a su amada le encantaba? Era ridículo.
Bajó al primer piso, guiándose por el sonido de ambas melodías. Encontró la caja musical en la sala, la tomó y la cerró. Miró la pequeña cajita un momento, ¿qué hacía en el primer piso?
-«Come down /And waste away with me /Down with me... »(2) –cantaba alguien detrás de él, luego le habló -. Ah, sí, es un regalo para ti. Te la iba a dar esta tarde, pero ya arruinaste la sorpresa.
El ángel no lo podía creer, se quedó frío al escuchar esa voz... No podía... No...
Se dio vuelta hacia donde había provenido aquella voz.
Ahí estaba, recargada contra la pared, con su metro y cincuenta y cinco de estatura, usando una playera negra de Green Day y un pantalón de mezclilla, con las uñas pintadas de color negro. Mirándolo.
-Victoria –exclamó Castiel con una mezcla de sentimientos. Sorpresa, confusión. Y felicidad.
La aludida pareciendo un poco confundida, lo saludó con la mano.
El ángel no se resistió y fue casi corriendo hacia ella, la abrazó fuertemente. La tenía entre sus brazos, ahí estaba, junto a él.
-Te he extrañado bastante –mencionó Cas.
-Ni siquiera he salido de la casa desde que me desperté –dijo Tori dando una pequeña risita -. Estabas profundamente dormido, intenté despertarte un par de veces pero nada. ¿Sueño pesado?
-Bastante –respondió el ojiazul sin dejar de abrazarla, amaba volver a escuchar la voz de la nefilim.
-¿Quieres contarme de tu sueño? –cuestionó la castaña separándose un poco para acariciarle la mejilla.
Castiel se sentía completo nuevamente. Feliz de sentir el tacto cálido y suave de Victoria. De verla sonreírle. Suspiró:
-Yo... Soñé que te perdía... A manos de Aiden –se sinceró Cas.
-¿Quién? –interrogó Vic con notable confusión.
-Aiden –respondió el ángel -. Aiden Williams. El semi caído que te torturaba cuando yo estaba en... el Purgatorio.
Tori parecía tratar de hacer memoria, pero negó con la cabeza.
-Ni idea, no conozco a ningún tal Aiden... Ni siquiera creo haberlo escuchado en la radio ángel...
-Entonces, no importa –se apresuró a decir Castiel mientras sonreía levemente. Eso quería decir que Aiden nunca había existido.
La nefilim sólo se encogió de hombros y señaló la cajita musical que su amado tenía en las manos.
-¿Te gusta?
-Bastante –sonrió el ojiazul.
La castaña le sonrió de vuelta.
-Siempre que suene la melodía, serás feliz –explicó Victoria.
-Tori –dijo Cas guardando la cajita musical en una de las bolsas de su gabardina y tomando a Vic de la cintura -, sólo con tenerte a mi lado ya soy feliz.
La nefilim sonrió y lo besó.
El ángel correspondió el gesto.
Los labios de su amada se sentían tan cálidos y suaves, estaba feliz de poder sentirlos nuevamente, de tenerla con él.
La voz de Dave Grohl, el vocalista de Foo Fighters, lo decía todo:
«And I wonder /If everything could ever feel this real forever /If anything could ever be this good again... »(3).
Para cuando Sam y Dean llegaron a aquella bodega abandonada y lo encontraron, era tarde. Muy tarde para hacer algo.
Castiel ya había perdido mucha sangre.
Había muerto a manos de un djinn.
>>>
(1) Traducción: «Hola /He estado esperando por ti /Tanto tiempo».
(2) Traducción: «Baja /Gástate conmigo /Deprímete conmigo».
(3) Traducción: «Y me pregunto /Si todo podría sentirse así de real por siempre /Si cualquier cosa podría ser así de buena otra vez»
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Supernatural: Un Amor Angelical.
FanfictionLIBRO UNO. Un ángel con gabardina. Una nefilim, cazadora y prima de Sam y Dean Winchester. La pareja celestial ha superado obstáculos que amenazaban con destruir su relación, hasta que ellos llegan a formar una relación sólida. Quieren lograr un mun...