Capítulo 8: El Trato.

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Había pasado casi una semana desde que Victoria estaba en el búnker, el tiempo suficiente para autonombrarse ''La Presa de la Caza''. Ya se comenzaba a acostumbrar a percibir seres oscuros y a escuchar a Aiden dentro de su mente, no era la primera vez que tenía que soportar eso.

La unión del alma de Victoria con la de Aiden afectaba la gracia de la nefilim por lo cual Sam, Dean y Castiel trabajaban haciendo un ''repuesto de gracia'' para ella, tenían la fe de que aquel repuesto de gracia de alguna o de otra manera impediría que Vic dejase ver seres oscuros, dejara de escuchar a Aiden y que recuperase totalmente el control sobre sus poderes.

Victoria únicamente, y al parecer, estaba casi obligada a permanecer en el búnker, ni siquiera podía ayudar a los chicos con el repuesto de gracia.

Era como si estuviese encarcelada allí, sin poder salir, siendo vigilada a la hora de dormir y, para rematar, ahora dormía sola, ya no dormía con Castiel. Únicamente faltaba que le pusieran cadenas para a completar su recuadro de prisionera.

No le gustaba permanecer allí, ni ver como sus primos y Cas trabajaban en su repuesto de gracia mientras ella se sentía invisible.

¿Cuánto tiempo más tendría que permanecer allí?

No sabía.

¿Qué tan probable es que aquel dichoso repuesto de gracia le ayudase con todo lo que combatía?

No sabía.

¿Seguiría siendo únicamente la conejillo de indias?

No sabía.

No, no sabía, y nadie sabía que sucedería después.

A pesar de que no le gustase permanecer encerrada allí, tenía que soportarlo por ser alguna de sus salidas para librarse de Aiden, y es por ese motivo por el cual no le había dicho nada a Castiel.

Victoria se encontraba en su habitación, tenía los audífonos puestos y escuchaba ''Ode to my family'' de The Cranberries, esa canción la relajaba de alguna manera, la voz de Dolores O'Riordan la relajaba bastante.

Pero escuchaba aquellas voces...

(¿''Ode to my family'' otra vez? Se nota que no tienes nada mejor que hacer)

(Sólo dejo que la música suene más alto que mis problemas. Además, escuchar la voz de Dolores O'Riordan me gusta más que escuchar la tuya)

(Abajo siguen trabajando en tu repuesto de gracia ¿Por qué no echas un vistazo?)

(Bueno, supongo que no pierdo nada con ir)

Victoria dejó su celular en la habitación y se dirigió a la biblioteca del búnker. Se acercó y comenzó a escuchar desde afuera la conversación de Castiel, Sam y Dean.

-El repuesto de gracia tiene que funcionar -dijo Sam.

-Eso espero, Aiden en algún momento podría llegar a tomar el control no sobre sus poderes sino sobre ella y si así fuese el asunto la haría batallar hasta que ya diera para más -dijo Castiel.

-Lo dices como si Vic fuese a batallar sola, cosa que es casi imposible que logre -dijo Dean.

¿Enserio eso pensaban de ella? ¿Que no era capaz de lograr algo así? ¿Que era débil? ¿Que no era capaz de batallar por sí sola? No, ellos estaban equivocados. Estaba decidida a demostrarles de lo que era capaz de hacer por sí sola.

Victoria miró el libro que estaba junto a Sam, de ahí tuvieron que haber sacado la manera de cómo hacer el repuesto de gracia. Con sus poderes comenzó a hacer que el libro se arrastrase lentamente lejos de los chicos, hasta que llegó al final de la mesa y casi cae al suelo pero Victoria lo detuvo de igual manera con sus poderes antes de que tocase éste. Victoria siguió acercando el libro a ella con sus poderes hasta que por fin lo tuvo en sus manos y subió a su habitación.

Cuando llegó a su habitación, cerró la puerta cuidadosamente y buscó entre sus cosas una hoja y un bolígrafo para anotar todo lo que se necesitaba para hacer el repuesto de gracia. Iba a huir, pero no por temor a lastimarlos, sino por demostrarles lo que era capaz de hacer por sí sola.

Tomó otra hoja y les escribió una pequeña carta.

Chicos:

He decidido irme, quiero hacer esto yo sola. Además de que yo nunca le pedí ayuda a alguno de ustedes.

Soy capaz de hacer algo así por mi cuenta, sin la ayuda de alguien.

Les demostraré que soy capaz.

No me traten de buscar.

Atte: Victoria C. W.

Era corta, pero decía la verdad. Dejó la carta al lado del libro y tomó sus cosas para después desaparecer del búnker.

Castiel se dirigía a la habitación de Victoria para mencionarle que ya habían encontrado la manera de hacer el repuesto de gracia. Llegó y tocó la puerta.

-¿Tori?- la llamó sin obtener respuesta.

Tocó dos veces más hasta que se decidió por abrir la puerta. Entró y miró la habitación hasta que se percató del libro y junto a éste la carta. Castiel se acercó y leyó la carta. Se sentía como un idiota, era cierto que Victoria no le había pedido ayuda de nadie pero es que él no era capaz de dejarla sola.

Rato después, Castiel le había dicho a Sam y Dean lo de la carta. Había estado tratando de llamar a Victoria pero ella rechazaba todas las llamadas. Cas se paseaba nervioso por la biblioteca del búnker mientras seguía intentando llamar a Vic.

-Castiel, tranquilízate- le dijo Sam.

-No puedo, Sam. No puedo tranquilizarme sabiendo que Victoria esta en quién sabe dónde con el alma de Aiden unida a la de ella -le dijo Castiel.

-No te preocupes, Cas. Ya alertamos a varios cazadores y, si alguno llega a encontrarla, nos dirán dónde está -le dijo Dean.

-Mientras, nosotros vamos a comenzar a buscar las cosas para el repuesto de gracia de Victoria -dijo Sam.

Castiel sabía que le iba a ser difícil tranquilizarse, sobre todo en una situación así. Lo único que quería era que Victoria estuviese sana y salva y que nada le sucediera en donde ella estuviese. Quería encontrarla y tenerla a su lado cuando antes.

En otra parte, la nefilim caminaba ya algo alejada de Kansas. Iba a hacer todo por su cuenta, quería hacerlo así.

-Mi pequeña Vicky que ha decidido independizarse -dijo Aiden apareciendo detrás de ella.

Victoria se dio vuelta rápidamente y lo miró.

-¿Qué quieres, Aiden?

-Felicitarte por querer hacer esto... y una oferta.

-¿Oferta?

-Sí.

-No, gracias, hacer tratos no está en mi agenda.

-Escucha, yo te puedo ayudar a conseguir varias de las cosas que necesitas si así lo deseas, sé en qué lugares buscarlas y con quién, la cosa te sería más fácil; tendrías el repuesto de gracia, volverías más rápido con los Winchester y Castiel sin tener que volver a soportarme... ¿Qué dices?

-¿Por qué de repente eres así conmigo?

-A veces logro cambiar ¿Tenemos un trato? -dijo Aiden extendiendo su mano.

Victoria no sabía si confiar o no, pero enserio quería deshacerse de aquel patán y esa era una manera de hacerlo. Tomó la mano de Aiden cerrando el trato con él aunque seguía desconfiando de la oferta y actitud del semi-caído.

-Obtendrás tu repuesto de gracia, de eso no dudes -le dijo Aiden.

Él sonreía triunfante, la había convencido. Pero Victoria no sabía de las intenciones de Aiden... ni del verdadero plan que él tenía...

Supernatural: Un Amor Angelical.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora