Capítulo 20: El Juicio Final. (Alternativo)

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Le partió el alma a Castiel escuchar la súplica de su amada.

Vio a una Victoria totalmente destrozada, derrotada. Había pasado por tantas cosas que ni Cas se las podía terminar de imaginar.

La nefilim se hallaba rota, estaba totalmente harta de todo. Sólo quería que Castiel terminara en aquel momento con su sufrimiento después de tantas cosas que le habían pasado; no le molestaba tener que tomar la ruta fácil, siempre y cuando no tuviera que volver a pasar por la terrible experiencia de ser controlada por Aiden.

Victoria seguía mirando a Castiel suplicante, él aún mantenía la espada ángel cerca del cuello de ella. El semi caído ya no la controlaba.

-Ya no puedo seguir con esto, Cas... Hazlo... -suplicó la nefilim.

-Adelante, Cassie –habló Aiden burlon -. Cumple los deseos de Vicky. Si lo haces, me quedaría sin arma, ni tú ni ella se tendrían que preocupar por lo que les espera.

Cas ignoró el comentario del semi caído, aunque tenía cierta razón. Pero no se atrevería a matar a su amada.

-Haz lo que tengas que hacer, les daré privacidad para que se puedan despedir tranquilitos. No vayas a manchar mi piso con la sangre de Vicky –dijo Aiden saliendo del sótano.

Victoria aun lloraba y volvió a suplicar:

-No lo puedo soportar, Castiel... Termina con todo...

-Lo siento, Tori... -dijo él para después tirar la daga al suelo -. Pero yo no soportaría perderte.

La nefilim lo abrazó fuertemente y rompió en llanto estando entre los brazos de su guardián. Estaba harta de todo, se sentía totalmente quebrantada.

Cas la abrazó de vuelta y le acariciaba el cabello para intentar tranquilizarla.

-Debiste hacerlo... Fui una tonta al confiar en Aiden –dijo Vic entre sollozos.

-¿Entonces es cierto lo del trato que hiciste? –la cuestionó Castiel sin dejar de abrazarla.

Victoria asintió.

-Perdí tu gracia por aquella estupidez...

La nefilim atrajo con sus poderes la espada ángel hacia sus manos y la alzó dispuesta a apuñalarse a sí misma. Pero Cas la detuvo con un movimiento rápido y le arrebató la daga.

-¡No, Victoria! –dijo él tomando la daga.

-Cas, yo... Simplemente ya no puedo...

Castiel acarició las mejillas de Vic limpiando sus lágrimas, jamás la había visto tan destrozada y le partía el alma. Se sentía, hasta cierto punto, impotente por no saber cómo calmar el dolor de su amada; matarla definitivamente no era una opción que él elegiría.

Abrazó a la nefilim y comenzó a acariciar su cabello.

-Todo estará bien, ¿de acuerdo? Los dos saldremos de esta a como dé lugar. Todo esto quedará atrás y todo volverá a la normalidad... Pero, por favor, no te dejes vencer; no lo hagas por mí, hazlo por ti... Yo sé que puedes hacerlo...

Victoria sollozaba estando entre sus brazos, de verdad sentía todo el peso del mundo sobre ella; había soportado a Aiden durante bastante tiempo y estaba harta, no podía aguantarlo, era terriblemente agotador.

Pero si había algo que aun la hacía querer luchar era Castiel; era ese fiero deseo de volver a su vida habitual con él y no volver a preocuparse por un semi caído que le taladraba la mente y no la dejaba en paz.

Respiró hondo tratando de tranquilizarse para ella y para su amado, él siguió hablando:

-No te preocupes, Tori... Pase lo que pase, todo estará bien...

Supernatural: Un Amor Angelical.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora