Capítulo 25: Qué esperar cuando se está esperando.

92 6 9
                                    

Al igual que el matrimonio, tener hijos era un tema que jamás habían hablado. Más que nada porque ambos sabían que no iba a ser traer una vida y ya, no; era traer a un nefilim con poderes mayores a los de uno común, y eso tenía ciertos peligros.

No hablaron del tema aquella madrugada, tomaron la decisión de hablarlo al otro día cuando regresaran a casa, después de que Victoria se hiciera la otra prueba que había comprado.

Cuando regresaron a su hogar, Vic fue inmediatamente a hacerse el segundo test mientras Castiel esperaba sentado en el comedor. El ángel no sabía qué pensar, cómo sentirse; es que el tener hijos era algo que tanto él como la nefilim veían casi imposible de que sucediera, pero ya estaba pasando.

Después de casi cinco minutos, Tori fue a donde estaba Cas, llevaba la segunda prueba de embarazo en la mano. El ojiazul miró a su amada, interrogándola con la mirada; la castaña, simplemente y sin decir nada, le mostró el resultado que dio aquella prueba: «Embarazada. 3+».

Victoria se sentó en frente de Castiel y puso el test sobre la mesa, llevaba en el bolsillo de la chamarra el primero que se había hecho, el del día anterior; lo sacó y lo puso junto a la otra prueba. Cas y Vic suspiraron al mismo tiempo.

-Bueno –habló la nefilim -, creo que es innegable: dos pruebas positivas y un aswang que casi me ataca y que me había dicho mi estado antes del mismo ataque. Supongo que más claro no puede ser...

El ángel sólo asintió. Serían padres...

Ambos estuvieron callados durante un rato considerable, sólo mirando las dos pruebas que tenían el mismo resultado y yacían sobre la mesa. Pensaban qué hacer, qué opciones tenían.

-Llevar a un nefilim suele ser fatal para la madre –dijo el ojiazul.

-Lo sé... Aunque, bueno, no soy una humana... Al menos no en su totalidad...

-Eres nefilim, y eso es un arma de doble filo...

-¿Entonces?

-Ni idea...

La pareja se quedó un rato en silencio. ¿Estarían dispuestos a arriesgarse a traer al mundo a un nefilim aun sabiendo los riesgos que aquello implicaba? La verdad es que no sabían... Porque estaba la posibilidad de que Victoria pudiera sobrevivir a todo el proceso del embarazo y el parto. Pero era algo que, a ciencia cierta, no sabían si se podría lograr; después de todo, aquel bebé sería quizá más poderoso que Castiel e incluso más que la castaña. Y eso... eso no sería tan bueno.

-Puedo llamar a Mistik... Tal vez nos dé una mano y nos diga qué tan... arriesgado sería todo esto –mencionó Tori.

Mistik era una bruja, amiga de la castaña; se habían conocido por mera casualidad en un caso en Luisiana. Era una médica-bruja, ginecóloga y, por ello, la indicada para ayudar a la pareja en aquel momento.

-Sí... Está bien –dijo el ojiazul sin despegar la mirada de las pruebas de embarazo.

Vic le acarició la mano simplemente, se puso de pie y fue a la sala para llamar a su amiga por teléfono.

Después de unos diez minutos, el timbre de la casa sonó. Victoria fue a abrir la puerta, y ahí estaba la bruja; tenía el cabello rubio, tez blanca y ojos azules, llevaba consigo una pequeña maleta.

-Hola, Misty –la saludó la nefilim mientras se hacía a un lado para dejar entrar a su amiga a la casa.

-¿Dónde está el monstruo que te hizo eso? –interrogó en broma Mistik señalándole el aun no notorio vientre.

-También me da gusto verte, Mistik –comentó Castiel que estaba en la sala y había escuchado a la bruja llegar.

-Vamos –le indicó Tori a su amiga, mientras iban a la sala.

Supernatural: Un Amor Angelical.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora