Dolor.

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Hubo sólo un grito y todo se quedó en silencio completamente, como en mis sueños. Todos perdieron la calma, estaban asustados, yo también lo estaba, había la posibilidad que otra persona también hubiera sido tocada por ese chico, que sigo sin poder determinar que es, ¿un ángel? ¿un demonio? no lo sé, pero ¿porque estaba tocando personas? era su misión o simplemente disfrutaba escuchar el sufrimiento de simples mundanos. Cuando todo se quedó en silencio y en aparente calma, las luces regresaron y estaba ahí, una chica con las mismas marcas que yo en su cuello e inconsciente. Todos fueron a ayudarla, a verificar que aún estaba viva, y me quedé con unas ganas infernales de acercarme a ella y decirle '' no morirás ahora y posiblemente tampoco mañana pero tu vida no volverá ser la misma''. 

Salí de mi salón, me perdería los 30 minutos que quedaban de clase, algo que en verdad no me preocupaba, quería encontrar a ese chico; las marcas en mi pecho latían como si tuvieran vida propia, tal vez era una señal de que algo pasaba dentro de mi.

Llegué a la cafetería, estaba sola, pedí un café muy cargado y me senté en una mesa; era complicado ver la cafetería sola cuando siempre esta llena de chicos gritando y comiendo antes de volver de nuevo a clases. Observaba por los grandes ventanales que hay, llovía demasiado, y comenzaba a bajar la temperatura; mis marcas seguían latiendo y ardían, era un dolor soportable, tal vez me dolían menos ahora que sabía que había alguien más estaba sufriendo. 

Mis pensamientos destructivos y analíticos comenzaron a surgir y hacer preguntas bastante obvias pero que no era capaz de responder; ¿Porqué había estado yo en ese bosque cuando él apareció?¿Mi destino lo planeo así?¿Él me estaba buscando a mi, y por eso apareció?¿Tengo una misión y por eso me dieron esto? pero exactamente que me habían dado, dejando de lado el dolor interminable e intermitente, mis marcas y el miedo, ¿qué es realmente lo que ése chico había dejado incrustado en mi?. Termine mi café y salí de la cafetería, me dirigí a mi clase de biología en el laboratorio, tenía que salir a la lluvia algo que en verdad no quería hacer, me quedé en el umbral de la puerta un par de minutos y corrí hasta un árbol cercano, espere de nuevo y corrí hasta la puerta del edificio de laboratorios, entré y de nuevo estaba sola, tal vez aún nadie había llegado a clase, entre al primer laboratorio y estaba solo, totalmente, ni señal de maestro o alumnos, me agobiaba la idea de estar tan sola y en completo silencio; podía escuchar mi respiración agitada y el latido descontrolado de mi corazón. 

Esperé que alguien llegará, me quedé en aquel lugar solitario,hasta que escuche pasos, pasos de unas botas pesadas y mojadas, salí al pasillos y pregunté:

-¿Hay alguien aquí?-dije casi gritando, me he vuelto demasiado paranoica. Nadie respondió, y no hubo más pasos, pero sentía y sabía que no estaba sola. Después de eso, comenzaron a llegar  mis compañeros de clase, el resto de las horas antes del pequeño descanso transcurrieron normal, parecía que lo que había pasado en la mañana ya estaba olvidado. Llegué a la cafetería llena de gente como es habitual y me senté en una mesa al fondo de las que casi nunca se llenan y observe, observe a todas las  chicas y me preguntaba ¿porqué yo era tan diferente a ellas?, observaba a los chicos y también me preguntaba ¿porqué ellos no podían prestarme atención? La verdad es que me sentía demasiado sola en esta escuela, en esta cuidad realmente, lo único que tengo es mi familia y se podría decir entre comillas porque no paso tiempo con ellos y la mayoría de las veces no pasamos buenos ratos.

Terminó el descanso y todos fuimos a nuestras últimas clases, el día acabo y a la hora de la salida me retrase un poco guardando mis cosas y una chica me habló. 

-¿Zoe?-dijó. Voltee algo desconcertada.

-Si-fui demasiado dura.

-Sabes ¿porqué paso lo de esta mañana?-preguntó con miedo.

-No, la verdad no lo sé, ¿porqué me preguntas a mi?-dije, paranoica, con miedo de que notara mis marcas.

-Es que saliste bruscamente del salón de clases, y se que no lo notaste pero todo el mundo se dio cuenta de que desapareciste demasiado deprisa después del incidente-dijo, tímida.

-Ah si, no me gusta estar en situaciones así,  me abruman demasiado, es todo-Dije, con miedo en la voz que no alcanzó a notar.

-Claro a nadie le gusta vivir eso, esta bien, perdón, si molesto-Dijo tomando sus cosas y saliendo por el umbral de la puerta. Me quede pensando un momento, tal vez era demasiado notorio que algo pasaba en mi o algo había cambiado desde el día que fui tocada por ese chico. 

El camino a casa fue más abrumador de lo normal, me sentía pesada como si hubiera una carga invisible en mis hombros; llegué a casa, dejé mis cosas y dormí. Caí rápidamente en un sueño profundo y mientras más avanzaba en el sueño, comenzaron pesadillas, veía a la chica que fue tocada esta mañana y al chico, estábamos en una tipo iniciación, en una iglesia, pero no era igual que cualquier iglesia, venerábamos a un ángel blanco con ojos negro y vacíos, nuestras marcas emanaban brillo, nuestros cantos eran gritos y nuestra luz era oscuridad.

un ángel entre sus pechos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora