Zootopia: The New Wild City [FINALIZADA]

La Tercera Regla

Luego de la conferencia.

-Uff! Estoy exhausta!- exclamaba la chica estirándose- no me imaginaba que cosas tan atroces pudieran estar ocurriendo detrás de los muros de la ciudad... y pensar que Wild City está tan cerca de Zootopia... nosotros gozando de unos días tan despreocupados mientras la realidad de nuestra ciudad vecina era tan horrible...- bajó la orejas- ahora me siento algo mal por haberme quejado de los días aburridos...- el zorro, quien le escuchaba atentamente intentó animarla.

-No tienes que sentirte mal por algo que en realidad ignorabas, zanahorias. Eso no tiene nada que ver contigo.

-Aún tengo en la mente esas horribles escenas del crimen... todavía no me entra en la cabeza la idea que una pequeña marmota haya hecho semejante atrocidad... esa droga en realidad es de terror...

-HISTERIA... Hmph... es un nombre bastante conveniente. Debo admitir que orejas tiene creatividad para poner nombres a sustancias ilícitas desconocidas jaja...- se burló durante un segundo pero poco le duró el gusto- aunque hay algo en él que no me agrada- la chica le lanzó una sonrisita burlona.

-Que? Otro ataque de celos?- el zorro viró los ojos.

-Jaja... muy chistosita...- repuso con ironía, la chica no despegó la sonrisita burlona de su rostro pero decidió no hacerle caso al asunto.

-Ahora lo que me preocupa es saber lo que ocurrirá a partir de hoy o mañana... quizás esta sea una misión más difícil que los mismos Howlers... me asusta involucrarme en asuntos de bandas delictivas... en una ciudad ajena...

-Oh sí... he escuchado las historias de las historias de Wild City... y la verdad no es un sitio muy agradable para ir... siquiera una noche- esbozó convencido y con el rabillo del ojo se fijó en la cara de auténtico terror de su compañera. Intentó animarla- p-pero no tienes por qué estar preocupada, zanahorias! Siempre estaré allí para salvar tu lindo trasero- Judy se ruborizó.

-Nick!- esbozó ella algo molesta y avergonzada.

-Qué? Si es verdad... o cuando he roto una promesa contigo...? No respondas...- ella volvió a reír.

-Eres un insolente, Nick Wilde...- repuso la chica con un gesto sarcástico en su rostro, Nick se bajó los anteojos para mirarla a los ojos.

-Y no es así que te gusto?- preguntó muy pícaro el chico y le guiñó el ojo. Ella le siguió el juego.

-Mmm... me agradas... si...- ambos rieron.

-No solo te agrado... tú me amas...- dijo él de manera burlona.

-Ay, calla...
- Pero en serio, zanahorias... yo estaré siempre para cuidarte la espalda, bien? Confía en mí.

-Nunca he dejado de hacerlo.

-Es bueno saberlo... ahora... solo tenemos una hora para el almuerzo y Bogo es exasperante cuando llegamos tarde. Vamos, yo invito- le convidó ofreciendo el brazo como lo haría un caballero- Madame...- Judy rió.

-Genial! Tú pagas el almuerzo!- respondió enérgica revisándose los bolsillos y haciendo un ademán con la mano- espera aquí... olvidé mi celular en la sala de juntas.

-Corre antes que me arrepienta!- le gritó a cierta distancia el chico zorro y lanzó un suspiro al aire viendo como ella se alejaba- hah... demonios, adoro a esa coneja...

Judy se fue dando saltos largos para no perder el tiempo. Llegó a la segunda planta y se dirigió a la gran puerta al final del corredor. Al abrirla, se encontró con la figura distraída del conejo al fondo del salón, estaba ocupado guardando el proyector en un maletín, quien al subir la mirada se percató de la chica entrando. De inmediato la seria mirada del chico cambió a una sonrisa.