Epílogo

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Puessss se lo merecen, o que no? :b 

Después de eso, la coneja se estiró saliendo del recinto. Se quitó el chaleco, la camisa y se quedó en la guardacamisa negra que llevaba debajo, justo como cuando salieron a su primera cita. El zorro hizo lo mismo, pero con una sudadera gris bajo de su uniforme, dando por enterado a todo el mundo que no volverían sino dentro de dos meses.

- Dos meses, dos meses... tantas cosas que hacer y nos dan vacaciones de dos meses. Es demasiado tiempo para mí.

- ¿Y esperabas ir a una misión con la clavícula así? ¿Ahora eres suicida?

- ¡Cállate! ¡No quiero oír eso del can que se echó a morir luego que lo atropellaran!

- Ok. Eso me dolió.

- Jajaja, cómo sea. Son dos meses para hacer nada. ¿Qué haremos primero?

El zorro se quedó unos segundos meditando y luego le sonrió a la coneja recordando algo importante que debía hacer.

- Tengo una idea – esbozó un poco malicioso.

Luego de mucho rogarle, Nick había conseguido que le prestaran una de las patrullas de la estación, sentó a la coneja de copiloto y le vendó los ojos con un pañuelo que traía en su bolsillo y él se encargó de conducir hacia su nuevo destino.

- Ya dime a donde me llevas – esbozó la coneja aburrida.

- Si te lo dijera, no sería una sorpresa – replicó el zorro viendo hacia el camino.

Judy se puso la mano debajo del mentón. Como todavía no conocía toda Zootopia, le costaba un poco ubicarse.

Lentamente, la coneja se fue durmiendo poco a poco, por la venda que le obligaba a mantener sus ojos cerrados y también por el extremo cansancio de su cuerpo. Un olor agradable de muchas mezclas de incienso empezó a despertarla poco a poco al llegar a su destino. La coneja escuchó al zorro apagar el vehículo y bajarse del auto.

- ¿Nick? – preguntó la oficial ciega del todo.

De pronto la puerta de su lado se abrió y sintió cuando este la estaba levantando como solía hacer antes de ir a Wild City. Judy estaba siendo escoltada como un bolso de mano entre las garras del zorro quien estaba tarareando una melodía entre sus dientes. La pequeña coneja agitaba el pie impaciente sin tocar el suelo lo que hacía que su cuerpo temblara suspendido en el aire.

- Ya estamos cerca – esbozó el zorro entendiendo la intranquilidad de su pareja.

Nick se volvía hacia los dos lados viendo donde era que estaba lo esta buscaba, fue en ese momento cuando lo encontró y finalmente la puso en el suelo.

- Ya llegamos – replicó tomándola de la mano y conduciéndola por un camino de, supuso ella, que de pavimento. Nick la tomó por los hombros y la volvió lentamente hasta quedar frente a algo.

Judy sintió un olor de esencia de naranjas y también algo que parecía ser cera de velas y rosas.

- ¿Dónde estamos? – preguntó la coneja tratando de alcanzar hacia el frente, pero él la contuvo.

- Ya puedes quitarte la venda.

Acto seguido, la coneja accedió a hacer lo que él le ordenó y se quitó la venda de sobre sus ojos; al abrirlos, Judy sintió una sensación en su pecho como si algo le apretara por dentro, no pudo contener las lágrimas al volverse a ver al zorro quien estaba con un ramos de rosas azules en sus brazos y con una sonrisa serena y entristecida.

- Creí que te gustaría conocerla...

La coneja volvió hacia el frente y se encontró nuevamente con una lápida de mármol pulido con escrituras elegantes y refinadas que decían "Eloise G. Wilde" amada madre, hermana e hija; algunas rosas un poco marchitas y de muchos colores, parecía tener también unas que eran nuevas, recientes. Nick se acercó a la coneja y puso la mano en su hombro derecho.

- Mamá, te presento a Judy Hopps – esbozó mirando la foto de la dama en la pequeña capilla algo desgastada.

Judy sonrió enternecida.

- Nick... es hermosa...

El zorro continuó.

- Sé que me dijiste que buscara a alguien incondicional que... sé que me amará sin importar las circunstancias y que estemos siempre juntos así que... te la presento, mamá. Ella es quien logró enseñarme lo que era el verdadero amor, el incondicional, el que ama tanto que duele...

La coneja se volvió a ver a la zorra de la foto y se ruborizó.

- S-señora Wilde... t-tal vez no soy lo que usted tenía pensado para su hijo pero – lo miró directamente – creo que le gustará saber que lo que siento por él es genuino y no habrá nadie en el mundo que lo quiera de la forma en la que yo lo hago – se sonrojó – estar sin él a mi lado... nada tendría sentido y, espero que me acepte como esa que le ha pedido un pedazo del amor de su hijo para que lo comparta conmigo.

- Zanahorias...

- Ah, y también quiero decirle, que estoy haciendo todo lo mejor que puedo para hacer a este torpe zorro grande, muy grande, magnífico...

- Judy, en serio...

Ella negó con la cabeza.

- Y darle las gracias por haberme dejado conocerlo...

- ¿Terminaste?

- Terminé.

El zorro se rió un poco y besó su frente dándole un par de rosas.

- ¿De donde las sacaste?

- Yo siempre estoy preparado. Eran sus favoritas – sonrió con malicia, luego se las puso sobre la lápida, frente a la capilla – bueno, mamá, gracias por habernos protegido, porque estoy seguro que fuiste tu quien lo hizo – besó mano y la puso sobre la lápida – te extraño, pero sé que siempre estarás aquí para cuidarnos.

- Adios, señora Wilde. Me alegra haberla conocido. 

Repentinamente, una cálida brisa sopló traspasando el rostro de Judy, como una caricia. La coneja sonrió algo ruborizada al haber recibido el beso de Eloise, haciéndole entender que estaba feliz de que su hijo se haya topado con ella en el camino. 

minutos luego, los dos se pusieron de pie luego de haber rezado lo suficiente por el alma de aquella hermosa dama y Nick abrazó a su pareja con el brazo izquierdo. 

- ¿Estará contenta? - preguntó el zorro sin dejar de ver su tumba. 

Judy le sonrió. 

- Estoy segura que lo está. 

Ambos se dieron un dulce beso frente al lecho de la zorra, Judy se quedó embelesada contemplando la dulce mirada en la foto de la vulpina y Nick se quedó abstraído sólo viéndola a ella. 

Pero... 

Nick de repente regresó a su ahora y notó la mirada escéptica de dos hembras que pasaban por allí, estaban murmurando algo y descaradamente señalaban hacia ellos. Nick se volvió un poco inquieto por la acusadora mirada de las mujeres tratando de ignorar los comentarios malintencionados. 

se decidió a hacer oídos sordos de comentarios necios de prejuiciosas y venenosas palabras. Después de todo, el tiempo les daría el pie para una nueva aventura. 

FIN

Bye bye :'v/


Zootopia: The New Wild City  [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora