Enfrentamiento (3ra Parte)

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En la parte posterior de la casa, los dos forenses se estaban introduciendo cada vez más en ella, buscando, tal vez a Nick, posiblemente a Judy o inesperadamente se encontraran con Nigel o inclusive el chacal, ambos rezaban para que no fueran los dos últimos. Reyna estaba a la cabeza del equipo, usando su agudo oído y vista nocturna para cantar la zona, por si era segura o por si tuvieran que atacar, pero como había adivinado antes, todos estarían demasiado ocupados en la entrada para siquiera notar la presencia del par, ni siquiera las cabinas de vigilancia estaban siendo custodiadas. ¿O tal vez sí?

El tejón intentaba rastrear el aroma del zorro con su olfato, pero al igual que todos en la mansión, ese sentido era inútil con tantas esencias en el ambiente. Habían salido del cuarto de lavabo y caminaban por el pasillo para ir hacia la cocina una vez que se resguardaron del tercer ataque, no estaban seguros de si la casa podría aguantar un cuarto; las paredes ya estaban demasiado agrietadas y deterioradas, era sólo cuestión de tiempo para que todo se viniera abajo, así que con más razón debían apresurarse.

De repente, Reyna creyó haber escuchado algo en la distancia, la mujer haló del hombro a su compañero y ambos se metieron en un pasillo cerrado y con poca luz. Los forenses aguardaron en silencio esperando que quien fuera que estuviera allí no se percatara de su presencia.

- ¿Los ocho? – preguntó un guardia al otro mientras caminaban por el pasillo – ¿Estás seguro?

- ¡Todos están muertos! Bajamos a la armería y en plena entrada había una carnicería. Quiero vomitar de sólo recordarlo.

- Custodiaban el norte, ¿no?

- Creo que se dirigían a defender la entrada.

- ¿El chacal ya está aquí?

- ¡Olvídate del chacal! ¡Nuestro principal enemigo es ese maldito conejo psicópata! Anda deambulando por la ventilación y usando esa basura de droga para que nos matemos entre nosotros. Eso fue lo que pasó con los del norte.

Badger y Reyna se miraron alarmados.

- ¿Y qué hay del intruso? – preguntó el otro buscando más información.

- Se dice que es el compañero de la coneja. El de la otra ciudad. Llegó en helicóptero con el padrino del jefe o algo así pero este los dejó a la buena porque la situación se había puesto demasiado peligrosa. Musaraña cobarde – bufó el guardia abriendo una puerta – nos dieron órdenes explícitas de liquidarlo si llegamos a encontrarlo.

- ¡Vaya lío en el que se metieron esos dos! Bueno, ¿y qué has sabido del jefe?

- Lo último que supe es que le voló la cabeza a Percy cuando lo llamó cobarde. Dicen que está buscando a la coneja con Crow y Ham.

- Para empezar, ¿para qué la quiere?

- ¡Para matarla, obviamente! Es como un juego de niños. Él la atrapó con la intención de que ese lunático viniera para acá y así poderlo acabar de una vez por todas. Una vez que lo haya hecho, tristemente se hará unas pantuflas de coneja.

- Es un plan innecesariamente complicado.

- Lo es, pero hasta los momentos está resultando bien... para él. Nosotros que somos los que arriesgamos el pellejo caemos uno a uno. Ese chacal es un maldito demente y el jefe no quiere ver que si seguimos así para el final del día, él, el chacal, la coneja y todos los demás estaremos muertos...

- Esto parece una estúpida novela policíaca.

- Un dolor en el trasero querrás decir...

Zootopia: The New Wild City  [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora