Autopsia

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- Totalmente renovado!- esbozó el zorro entrando al elevador y dando una fuerte y larga aspiración- hah... puedo oler la esencia de la vida misma! He regresado, señores!

- Jaja... eres un inmaduro y un exagerado- respondió la chica cruzándose de brazos. Nick accedió a pulsar el botón de la planta baja, las puertas se cerraron y la grúa empezó a moverse de inmediato.

- Pero es que es verdad! Me siento resucitado ahora que recuperé mi sentido del olfato por completo... hah... no sabes lo horrible que se sintió no poder percibir nada... era como estar muerto!

- En serio, no es para tanto...

- Que no?! Dime... qué harías si de un día a otro no pudieras oír nada? Esas cosas gigantes que tu llamas orejas no serían más que un adorno inútil...

- Ja, ja... muy gracioso... ahora me gustaría estar sorda para no tener que escuchar tus necedades...- bufó la chica y el zorro arqueó un ceja.

- Cuidado con lo que deseas, pelusa... además...- respondió él apretando su cintura- una noche sin poder sentir tu aroma es... estar muerto...- le sonrió olfateando detrás de sus orejas- hmm... alguien se lavó el cabello con shampoo de durazno esta mañana...

- Cállate!- replicó la chica empujándolo lejos mientras reía- no me huelas, fetichista!

- Jaja... también...- volvió a husmear el ambiente- está usando crema de explosión frutal y... noto cierto olor a moras por aquí...- sonrió sugestivo- me estás provocando, zanahorias?- la chica se ruborizó de inmediato y esquivó la cara con una risa nerviosa.

- C-cierra la boca!

- Creo que empezaré a llamarte cóctel de frutas jeje...

- NI SE TE OCURRA, INFELIZ!!!- exclamó la coneja totalmente abochornada para luego darse cuenta que la puerta se había abierto y que el grito se había escuchado por todo el lobby, ella bajó la cara avergonzada y Nick salió del elevador con las manos en la espalda y una sonrisa triunfante.

- Andando, duraznito...- le replicó mirándola de medio lado, la chica no tuvo más remedio que seguirle hasta el despacho del edificio para saludar a su compañera y temporal recepcionista del hotel.

Horas más tarde, Hopps, Wilde y el tigre chofer arribaron a la estación ese día no tan apresurados. Los ánimos estaban más calmados y tal parecía que el terror que habían experimentado el día anterior había quedado en el pasado. Dan les estaba contando una anécdota algo divertida que le había pasado días antes, por lo visto no todos los días en la ciudad a pesar de su colorida fachada eran grises.

Cuando llegaron a la estación, como todos los días el conejo los esperaba en la entrada. Roger los miró llegando por la esquina y lanzó un largo bostezo de flojera, no había tenido una muy buena noche y le había costado dormirse, por eso estaba tan desanimado esa mañana.

Los oficiales bajaron del auto, el chico los miró con las orejas caídas al igual que sus ojos, adormecidos y tranquilos. Esbozó una sonrisa tonta y lanzando un nuevo bostezo se acercó a los dos.

- Buen día, oficiales, Hopps, Wilde...- saludó no muy enérgico.

- Vaya, Bounce, no pareces muy animado hoy... qué pasa? Te quedaste sin tu ración de zanahorias esta mañana?- replicó el zorro con intenciones de reanimar al conejo en una tonta discusión, pero Roger no estaba presto para eso.

- Muy gracioso, Wilde.... no dormí muy bien anoche...- replicó bostezando- hubo un tiroteo muy cerca de donde vivo, un choque y miles de heridos... las ambulancias, bomberos y policía de ese turno me mantuvieron despierto toda la madrugada... miren...- les dijo a ambos entregando un periódico de esa mañana, ambos oficiales leyeron el encabezado con cierto asombro.

Zootopia: The New Wild City  [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora