Capítulo 11

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Quince...quince minutos

Quince minutos más

Pronto llegara...

A la mierda que se joda.

Me levante a las cuatro de la mañana, hoy es navidad y todo esta hasta el tope en el pueblo porque cada año se hace un compartir navideño donde Marcus es el promotor principal. Llevo más de dos horas esperándola porque esta seria nuestra primera clases con armas, no puedo creer que Nutella me haga esperar tanto.

Cuando tomo mis cosas y me dirijo a la puerta para marcharme literalmente me quedo estática, Kevin está besando a Nutella y lo que me sorprende es que se ven muy felices. Alguien tiene que contarme muchas cosas, ahora lo entiendo todo.

Con una de las pesas que utilizo para ejercitar los brazos golpeo fuertemente la baranda de las escaleras, Kevin instintivamente saca su arma apuntando a mi dirección mientras que Nutella relaja su contraído rostro al escuchar mi carcajada.

—Pude haberte disparado Drea—Dice él guardando su arma

—Hakuna Matata—Digo y hago con mis dedos el signo de la paz.

—Perdón, pero estas interrumpiendo algo—Me dice la muy fresca

—Mira mamita chula, lleva tu feo trasero allá y tu bésala cuando no tenga entrenamiento conmigo porque créeme que mi tiempo es oro—El pobre se sonroja pero Nutella me regala un hermoso dedo del medio y un "muerte".

Llevamos otras dos horas en el gimnasio, he practicado como quitar el seguro de las armas de fuego y lo más importante dar justo en el objetivo. Al momento de disparar utilizamos pistolas de pintura porque claramente no íbamos a utilizar las verdaderas, me conozco y no quiero hacer un asesinato accidental.

Kevin participo junto a Lucho en una pelea de boxeo, no soy muy partidaria del maltrato pero me encantaba la idea de ver a Kevin partiéndole el trasero allí a Lucho. EL payaso de Jose quiso participar y lo hizo, Oscar le dio la paliza del siglo. Esaú me enseño algunos movimientos y tuve que hacerlos en contra de Nutella.

Me sentía bien al saber que ni Marcus, Gato o Ashton veían como me pateaban el trasero, algún día le ganaré una a Nutella.

—Entonces—Insinuó y Nutella me sonríe

—Vamos, él esta guapísimo—Dice y mi mirada se dirige instintivamente a Kevin quien está guardando las armas en un morral.

—Pero ¿cómo, cuando y donde paso esto?—Pregunto y solo recibo una sonrisa pervertida de ella.

—Se dice el pecado mas no el pecador—Me guiña un ojo y se dirige a las duchas

Aunque me quede con la intriga y con ganas de saber detalles lo dejo ir, cada quien merece una privacidad o así es como Lucas y yo lo decidimos. Hablando de él, todos están molestos porque debo estar toda la "Nochebuena" en el hospital pero según Gato "Eso no puede ser". Omar mi viejo Omar, esta sería la primera navidad (desde que lo conocí) sin él. Mientras me ducho pienso en cada momento que he vivido con él, en cada regaño, consejo y sobre todo mis tonterías para robarle una sonrisa.

Salgo de la ducha y cubriendo mi cuerpo con la toalla me acerco al espejo que allí en el baño se encuentra, este esta empañado por completo así que llevo mi mano al centro y casi en cámara lenta la dejo caer limpiando esa parte, ahí es cuando lo veo...Lo estoy viendo

¿Damián?

Miro el espejo y él está allí detrás de mí, su ropa es la misma que llevaba el día del secuestro pero su mirada es totalmente cálida. Tomando una bocanada de aire pero sin voltear hablo.

DARKER ZONE ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora