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Capítulo 21

Estoy calmada, perfectamente calmada, malditamente calmada. Realmente estoy calmada. Estoy maldiciendo mucho y eso no me gusta pero no lo controlo. Claro no arremetí contra nadie porque sí, los nervios me joden pero no soy una loca con problemas de ira. No sé qué mierda estoy pensando en este momento, la verdad es que estoy muy asustada, impotente y sobre todo nerviosa.

En el momento que Gato me dijo que Caín iba directamente hacia mi papá literalmente me que en blanco, sabía que tenía que hacer algo pero está en... ¿shock?

Para la gloria del cielo Adrián si tenía a mi padre escondido y estaba de mi lado, en solo unas horas iríamos a buscarlos. Los tres se estaban quedando en una lujosa posada en México. Se suponía que debían quedarse en Guyana pero Omar dijo qué lo llevará allá porqué si él estaba en peligro al menos moriría en paz.

Adrián es fácilmente manipulado por mi papá en ese caso, ya que al pagarle todo lo del viaje Adrián aprovecho y se llevó a Lucia con él. Así que está totalmente a la merced de mi viejo Omar.

Estaba sorprendida por la reacción de Lucas al enterarse de que Adrián prácticamente está de vacaciones con mi papá. Está molesto. Más lo que si me aclaró es que él mismo será el que traiga a mi papá sano y salvo a mis brazos.

Montamos en el avión privado de Marcus y después de unas tres horas habíamos llegado a nuestro destino. Todo estaba planeado a la perfección, Adrián, Lucia y mi papá vendrían con nosotros en el avión mientras que Lucas y José esperarían a Caín en la posada.

–Ashton debería irse contigo, ya yo tengo a Oscar y a Marcus conmigo– Tomó con fuerza el bolso negro que contiene las armas de él y me mira.

– ¿Vas a seguir? Te dije que no y punto– Sus cejas se alzan y esa mirada severa que me regala me hace resoplar en frustración. Arranco el bolso ruidosamente para encararlo.

– ¡Terco de Mierda!– Lucas que estaba dándome la espalda se gira rápidamente ante mi insulto

– ¿Qué?–Yo nunca le había dicho eso, una parte de mi esta asombrada pero por otra parte sigo en postura de furia.

–Eso es lo que eres, no puedes aceptar en tu pequeño cerebro que no puedes siempre querer hacerlo a tu manera Gato–Me mira asombrado y entonces mis palabras comienzan a ser analizadas porque cambia su rostro a uno más severo

–No sabes lo que estás diciendo, el pánico te está devorando. Y antes de que digas otra cosa y luego te quieras arrepentir mejor cállate– Ya habías peleado antes y siempre me callaba, una corriente de ira choca en mi ser y entonces le grito como una niña

– ¡Jódete! – Me giro para caminar hasta la puerta de la habitación de la posada, escucho los pasos de él detrás de mí.

– ¡Tú me jodes! Ya deja la actitud de mierda y deja de ponernos más nerviosos de lo que estamos. ¿Entiendes?– Se molestó y mucho, voy a responder cuando mira sobre mi hombro– Lo que me faltaba

– ¿Algún problema?– Adrián se acerca a mí y yo me muero de la pena, pero la cosa es que no se si con él o con Lucas.

–Sí, tú. No te metas que estamos hablando– Toma mi brazo suavemente para ponerme detrás de él.

–Me meto si me da la gana– Terminará muy mal esto

–Largo de aquí. Estorbas en esto o es que acaso has hecho más que yo?– Me molesta el tono con el que le está hablando a Adrián

–Claro que sí, él mantuvo a salvo a Omar– El tono con el que le hable fue totalmente el que menos quería. No salió como iba a decir. Mierda, la cague. Al girarse y mirarme como si fuera lo más estúpido del mundo confirma que no me equívoco.