Capítulo 23

12 6 1
                                    

Las lágrimas salen de mis ojos son control, me siento desolada. Sola, traicionada, usada y estúpida. Me repito mil veces que esto es otra pesadilla. La mujer que retira la bala de mi hombro se concentra en limpiar el área y decirme que afortunadamente la bala no perforo mi piel gravemente. Tengo anestesia en toda esa área por lo que cuando me cose no siento más que el dolor de mi corazón.

Flashback

Los miro a cada uno mientras vamos camino al centro del bar, Ashton esta vestido de Camarero, tiene una barba de mentira pero que le queda de maravilla, me mira y solo con mirarlo encuentro fuerza y me hace saber que saldré de aquí a como dé lugar, Kevin si mantiene su papel de matón junto a Marcus. Nutella tiene una peluca rubia lo que la hace ver hermosa pero al mismo tiempo peligrosa, ella está al lado de... Kalberg, ya a estas alturas siento que cualquiera puede traicionarnos. Pero reprimo ese pensamiento cuando ella me sonríe disimuladamente y guiña uno de sus ojos perfectamente maquillado.

Estos zapatos hacen que los pies comiencen a dolerme pero no me importa al llegar a la mesa Marcus se acerca a mí y solo me pregunta si estoy bien, cautela y total discreción recibe de mi parte. Ashton me ofrece una copa de creo yo vinotinto, Luciano por su parte se sienta y atrayéndome a su lado pide que todos aborden en la mesa.

El bar es completamente privado, es básicamente un almacén elegante y con pinta de sala de reuniones, la unica característica de bar es la barra, las bailarinas exóticas y los meseros, todo esto ubicado en las esquinas y cada uno iluminado con tenues luces violetas y azules, una gran mesa redonda de vidrio es la gran atracción de aquí, especialmente por la lámpara con un modelo de araña cromada alumbra el centro de ella, dándole un aspecto siniestro a cada esquina donde las sillas se encuentras, ellas también son cromadas y pesadas, son el único acompañante de ella, no hay manteles, no hay nada, ni papeles. Solo incertidumbre.

Nutella en su entrenamiento me enseñó gestos y señas para hablar en clave en caso de una eventualidad, esta noche no es la excepción. Ella me pide ir al baño y rápidamente disimula deslizando sus manos por los hombros de Kalberg. No sé si ellos están aleados pero repito mil veces que mi confianza está muerta en este momento.

Pido ir al baño y Luciano me dirige una mirada mortal pero accediendo le dice a Alexa que me acompañe, sonrió para mis adentros ya que eso era lo que quiera, tener sola en un lugar solo donde pueda romper su rostros de perra bonita. Ella se aprovecha de mi sumisión frente a todos, halando mi cabello para hacerme girar y a empujones dirigirnos al baño.

Apenas cierra la puerta me desato, estallo, quemo y devoro. El primer golpe va a su estómago, el segundo a quijada, un rasguño va a mi rostro provocando que un ardor me hace aumentar el ataque, ella toma mi cabello en sus puños y presa del dolor en mi cuero cabelludo tomo con las mías su cuello para brutalmente presionar allí mi agarre . Entonces ella mueve las suyas para imitar mi acción, ambas estamos tomadas del cuello, mi única ventaja es que a ella la tengo estampada en la pared.

Escucho la puerta ser abierta y posteriormente cerrada, los tacones de Nutella llegan a mi lado y entonces nos separa. Recelo hay en mi mirada, ella le pregunto a Alexa si se encuentra bien y un repentino enojo me aborda cuando con reproche me reprende, voy a mandala a la mierda cuando me cuenta el porque esta aquí. La hija deputa  de Alexa esta ayudando a Marcus, las razones por las que lo hace solo se resumen a una, la ilusa cree que Gato esta con ella después de todo esto. No digo nada solo me dedico a mirar con la furia mas grande que existe.

Nutella nos pide acomodar y mientras lo hacemos ella habla al reloj en su muñeca. Resoplo con mucha molestia al ver sangra brotar del rasguño que Alexa me hizo, salgo como fiera sin importar los llamados de Nutella me planto frente a la mesa y entonces miro a Marcus con el recelo más grande que alguna vez pude sentir.

DARKER ZONE ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora