Capítulo 20

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La sangre Argentina se podía ver a través de sus venas, no me podía creer que hace dos días esta mujer haya tenido un hijo y se vea tan perfecta, saludable, hasta me atrevería decir que con su baile desbordaba sensualidad.

Tango

Marcus la mira con picardía y entre ambos se retan, no sabía que mi primo bailara así y eso me sorprende. Las parejas que bailaban a la par de ellos han decidido parar para observarlos a los dos, me abro paso entre la gente y sonrió con total satisfacción al ver como se desenvuelven en la pista.

Luces son encendidas y comienzan a danzar por la pista de baile siguiéndolos a ellos. En el juego de luces puedo ver a Luciano tomar de su copa y verme fijamente. Al ver que lo miro alza la copa y asiente a mi dirección a manera de saludo. Yo solo lo miro y decido tomar de la mía. El recuerdo de lo que paso hacen rato me hace vibrar bajo el tango. No podría creer que volvería a ver a esa porquería de ser viviente. Y eso me aterraba.

Después que Marcus me presentara y me hiciera saludar a Luciano, algo en mi se hizo fuerte, estaba muy segura de mi cuando lo enfrente, o bueno cuando respondí decentemente a su saludo, pero al tenerlo más cerca me escude en Kalberg y aunque sabía que si Lucas me veía se iba a quemar en su propio ácido pues no me importó, necesitaba huir. Lo llevé a la pista con la excusa de que la hora del baile había llegado

Los tíos de Danni pidieron una cumbia en especial "Jurabas tu" Kalberg me pidió bailar con él esa canción, por mi parte me daba igual si bailaramos la Macarena , yo no lograba entender como Marcus había invitado a Luciano o si al menos se había dado cuenta de mi reacción e incomodidad ante él, tampoco entendía como un tipo como Kalberg que se nota no es para nada latino y cien por ciento europeo bailaba mejor que yo esta cumbia.

No encajaba en todo esto, me sentía fuera de lugar especialmente porque todo se había tornado gris. Cuando estamos bailando miro de reojo a Luciano quien habla con Marcus y me mira cada vez que le da la gana.

También observo el lugar que antes ocupaban Ashton y Gato, no están. Por lo que deseaba salir de ahí e ir a buscarlos pero algo me decía que no, qué no intentará ser un blanco fácil para Luciano. David me saca de mis pensamientos mientras me habla al oído para no gritar ya que la música está algo fuerte.

-Tienes un color de piel muy hermoso, ¿Te lo han dicho antes?-Si, me lo dijo el tonto mas tonto el cual adoro con toda su tontería.

-Si, y no lo puedo negar -Pierdo el paso y el ritmo de la cumbia. David Kalberg se ríe de mi para luego darme el paso nuevamente tomando mi cintura. Su mano baja un poco y por instinto tomo su mano y la subo mucho.

-Debe estar cansado, de hecho hasta se le cae la mano. Dejemos el baile Señor- Me separó y extiendo mi mano para que la bese. Y lo hace.

-Tienes un precioso talento para dejar saber a un hombre que está sin posibilidades contigo, pero eso me atrae mucho Andrea-Lo miro y se que él no ha sido grosero conmigo pero yo necesito buscar al jodido hombre que adoro.

-Lamento no corresponder a sus intenciones, no quiero ser grosera pero de hecho debo y necesito retirarme -Él sonríe y besando mi mano nuevamente se acerca a mi rostro

-Pues no creo que debas irte-Se separa de mi y me suelta, lo miro realmente confundida pero él solo mira detrás de mi.

Me estremezco

Lo miro pero no puedo ver su expresión ya que apuró a sacarme de la pista de baile. Me puse nerviosa cuando al principio me tomaba fuertemente de la muñeca pero no paso a ser solo segundos cúando relajo su mano y acariciando mi muñeca bajo su mano hasta la mía para tomarla con confianza y me atrevería a decir que propiedad.

DARKER ZONE ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora