Capitulo 12

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Mi mama llora, veo a mis amigos sentados, vestidos de negro, James abrazaba a Sofí, ella llora, mire a la derecha y vi a Lou, ella lloraba, Louis la abrazaba y susurraba palabras dulces en su oído. Vi a Harry, se encontraba sentado, su cara entre sus manos, tenía una postura deprimente, quería correr y abrazarlo pero miles de manos me tenían sujetada, impidiendo mi huida, grite, nadie me escucho, todos parecían sordos a mis lamentos. No quería ver más esto, mi mama susurro “descansa mi pequeño ángel” y todo se volvió negro.

Abrí los ojos, me sentía sudorosa, unos brazos me rodeaba protectoramente, no hable, estaba muda, mis ojos ardían, como si me hubieran tirado limón, mi garganta estaba seca, mis manos sudorosas y mi alma dolida. Mire para arriba y me di cuenta que ya no estaba en el auto, en aquella camioneta negra, tan seria. Me encontraba en mi cuarto, lo reconocí por los posters y bueno la calidez de mi cama, aunque la cama se quedaba corta en comodidad y protección a lado de los brazos de mi pequeño Batman.

-Liam –lo llamo Louis- duerme amigo.

-No, estoy bien –dijo él y sentí como acaricio mi rostro, como solo él sabe.

-Ya son las 3 am Liam –lo regaño Zayn- no has dormido nada.

-Ve a dormir amigo, yo cuido de ella –ahora era Niall. Liam no ha dormido, dios, me moví para que se diera cuenta de que estaba despierta, el bajo la mirada, sus ojos miel se encontraron con los míos, el tenia la mirada cansada, su piel se veía más pálida.

-Despertaste –dijo con alegría, sonrío y me encanto ver como esa alegría llegaba a su mirada miel, le sonreí de vuelta con ganas pero me di cuenta, yo misma, que mi sonrisa no era tan encantadora como la de el.

-Solo un poco–dije adormilada, 5 pares de ojos me observaban con impaciencia, temor, alegría y ternura. Trate de levantarme pero los sin embargo los firmes y ahora comprobé que si son fuerte, brazos de Liam me sostenían.

-No, debes descansar –me regaño.

-Ya he descansado lo suficiente Liam –le contradije, el negó- oh Liam –me queje, todos rieron- Louis–dije como pequeña para que interviniera, Liam volvió a negar, mi boca formo una gran “o” y él me sonrío.

-Amigo déjala –dijo suave Louis- ella se ve mejor ahora, no le arruines su… madrugada.

-Pero… -

-Pero nada –sentencio Zayn. Los brazos de Liam me liberaron, sonreí victoriosa y me tire a los brazos del morocho, el me abrazo fuerte.

-Gracias –susurre. Escuche la falsa tos de alguien, me separe de Zayn y vi que Louis fruncía el ceño, levemente, dos rayas se formaban en su frente de Louis, solté una leve risita y él se cruzo de brazos, como diciendo, esto no es gracioso, aunque para mi si lo era, mi risa se volvió más fuerte. Los demás rieron conmigo, mientras Louis seguía con su semblante serio- oh Louis te ves tan gracioso molesto –dije y me tire a sus brazos, el no lo resistió mas porque soltó una dulce y hermosa carcajada.

-Me alegra que estés mejor –dijo cuando todas nuestras risas cesaron.

-Rose-me llamo Niall- cuéntanos sobre tu enfermedad linda.

-¿Ahora? –pregunte extrañada. Todos asintieron, trague saliva, esto no es fácil, me dolía tener que hablara de cosas que no me agradan, de hecho, mis padre no mencionan mi enfermedad, tratan de que yo piense es ella lo menos posible, Louis me soltó y nos sentamos en círculo, para que todos podamos vernos, yo baje la mirada y empecé, con algo que me imagino ellos no entenderán- bueno. La leucemia aguda es una enfermedad de la médula ósea que consiste en una multiplicación rápida y descontrolada de leucocitos malignos, muy inmaduros, llamados blastos, que no sirven para realizar ninguna función y que van invadiendo el espacio natural del resto de las células normales de la médula ósea.–dije rápido, con la mirada baja. Levante mi mirada y me encontré con cinco rostros que reflejaban confusión-los leucitos malignos hacen que mi sangre sea débil y mala–dije y todos asintieron-.

-¿Cómo se dieron cuenta, que bueno tenias… leucemia? –Pregunto temeroso Niall.

-Fue hace poco, yo estaba normal, al menos así me sentía. Una tarde mi mama entro a hablar conmigo sobre la anorexia, me extraño porque yo… bueno yo no era anorexica, siempre pensé en la anorexia como algo estúpido pero no podía culpara a las chicas o chicos que tenían ese trastorno porque solo era culpa de sociedad de mierda en la que vivimos. Mi mama me dijo que estaba preocupada por mí, ella creía que yo era anorexica.

** -Amor, no quisiera que por culpa de querer ser delgada te lastimes –me había dicho ella.

-Mama ¿Qué cosas dices? –Dije casi incrédula- tu… tú crees que yo, que yo soy anorexica–dije exasperada, ella negó- mama –exigí que me dijera la verdad, ella poso la mano en mi mejilla.

-Has bajado demasiado de peso cariño –dijo- que quieres que yo piense.

-Mama yo… no digas tonterías, si he bajado de peso y no sé porque pero si como mama al menos no he dejado de comer-**

No la culpaba por creer aquello, después de esa charla yo también había creído lo mismo pero no era yo, yo quería comer y bueno no podía, mi organismo no me lo permitía. Estaba yo en deportes, el profesor no había hecho trotar, mi respiración se agito, yo quería sentarme, lo necesitada, mi corazón latía desesperadamente, me canse y de pronto todo se había vuelto negro- continúe contando, todos me veía con asombro, mis ojos me ardía, estaba a punto de llorar.

**-¿Qué tiene doctor? –escuche entre sueños la voz llena de sufrimiento de la mujer que me dio la vida.

-tiene leucemia aguda.**

Mi mundo se había detenido y acabado con esas tres palabras, escuche los sollozos de mi mama, de Sofí, mi mejor amiga y yo ahí sedada sin poder hablar, decirle a mí mama que todo estaría bien. Mi mama me lo dijo una semana después de que me dieran de alta –un sollozo se escapo de mi boca, Harry, que se encontraba a mi lado, me paso su brazo por los hombros, diciéndome “yo estoy aquí” silenciosamente, eso me dio fuerza para seguir, veía lo mejor- Sofí me había venido a visitar, ya era costumbre, ella siempre viene todos los viernes para ponerme al corriente con las tareas, le pedí que pusiera música, necesitaba eso, ella abrio el tercer cajón de ahí –apunte mi cajonera morada- y saco dos discos, Up all Night y uno de Muse, ella me pregunto..

**-¿Cuál? –mostrándome los dos, sonreí al ver mi hermoso disco UAN, ya había pasado mas de dos meses que no lo escuchaba.

Mis niños –respondí.

Ilusiones |o.d|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora