Relato de como se conocieron Rose y Adam

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Adam levanto la mirada, una melena marón le tapaba la vista al pisaron, aquello no le molestaba en absoluto, el cabello largo le causaba una admiración, esa cortina de bellos cabellos podía competir con el bellísimo cabello de una artista. La dueña de aquella hermosa melena giro levemente el rostro. Aquel debía ser el perfil más hermoso que él había llegado a ver en sus diecisiete años. ¿Quién es ella?, fue la primera pregunta que se le vino a la cabeza, jamás la había visto. Ella le sonríe a su amiga, al parecer su amiga debió de haber dicho algo gracioso. La morena cautivo a Adam, su sonrisa lo atonto. “Debo averiguar quién es” –pensó con una sonrisa en sus labios. Ahora lo único que Adam sabia de ella es que compartían algebra. 

Rose estaba concentradísima en su clase de algebra, no le iba tan bien así que debía esforzarse el doble en aquella materia si quería conserva su promedio de ochenta. Realmente en ninguna materia le iba tan bien como ella quería, nada salía como Rose quería. Desde que la clase comenzó sentía que alguien la observaba. “debe ser tu imaginación” –eso se había repetido durante una hora pero cuando giro la cabeza lo vio, él la miraba con sus ojos azules, similares a los de Niall, no tan perfectos como los de él, solo similares. 

Le gustas al nuevo –dijo Silvana. Rose rió bajo para que el maestro no la atrapara, la última vez que Ramírez la atrapo hablando en clases le había bajado dos puntos. Eso no debía suceder dos veces. Perder cuatro puntos de los cuarenta que valía sus tareas podía ser mortífero para su calificación, ya que si no conseguía todos sus puntos, o la mayoría, no obtendría su calificación aprobatoria. Rose se permitió mirar para atrás una vez más, encontró de nuevo los ojos color del mar en ella. Una leve corriente le recorrió la columna, simplemente la ignoro. El no podía gustar de ella, nadie podía gustar de ella. Ella no era nada.

En el descanso Rose no quería hablar con nadie. Ayer había peleado con su mamá de nuevo, aquella pelea la dejo con su autoestima por los suelos como ya era costumbre. “Algún día me ire de casa, apuesto que todos serian más felices sin mi”

Ella solo quería sentarse ponerse los auriculares y perderse en su música. Rose saco sus preciados audífonos de su bolso, miro la lista de sus canciones. All you need is love. Una sonrisa se dibujo en los labios de la morena. Ella apretó el botón de play en su Iphone.

There's nothing you can do that can't be done 

there's nothing you can sing that can't be sung 

there's nothing you can say but you can learn 

how to play the game 

it's easy. 

Los ojos se le llenaron de lágrimas. “No es tan fácil Liam”

There's nothing you can make that can't be made 

there's no one you can save that can't be saved 

there's nothing you can do but you can learn 

how to be you in time 

it's easy, yeah yeah yeah 

“Yo no puedo salvarme, necesito de ustedes”

All you need is love 

all you need is love 

all you need is love, love 

love is all you need 

Amor, eso es lo que ella quería. Desde hace dos años ya nada le salía bien, antes Rose tenía todo, no podía quejarse. Ella no sabía de los problemas que sus padres tenían. No lo sabía hasta que ellos le dijeron que se iban a divorciar. Eso no es lo que una niña de catorce quería oír. Es lo que ella hoyo.

Harry la acaricio con el último verso de la canción que los chicos cantaron en TxF 

Love is all you need

La siguiente canción no la decepciono. Torn. Ella empezó a tararear la letra. No le salía perfectamente pero hacia su intento. 

Mi ilusión no se convirtió en algo real. Esa parte retumbo en la mente de Rose.

Alguien se sentó a su lado.

Adam caminaba por toda la escuela. No estaba jugando futbol como siempre, algo que a muchas de su fans decepciono. Una risa se le escapo, a veces se casaba de tanta atención, aquello podía ser muy estresante. La verdadera razón por la que no quiso jugar era que nos e podía sacar a la morena de la cabeza. Sus ojos marones no salían de su mente. Ella le hizo pensar en Stole my heart. “Bajo las luces esta noche, Se dio la vuelta, y me robaste el corazón. Una sola mirada, y vi su cara. Me enamore. Te tomo un minuto chica. Robar mi corazón esta noche. Una sola mirada, sí.

Estoy esperando a una chica como tú. 

Aquello sanaba cursi, tonto y nada a él. Adam no era el tipo de chico que iba por ahí robando frases de los chicos para conquistar a chicas, pero Rose le inspiraba usarlas, el quería decirle aquello a ella. Seguía caminando hasta que una dulce voz lo hizo detenerse. Miro para ambos lados del pasillo y se encontró con la chica que estaba esperando. Ella tenía las piernas abrazadas y unos grandes audífonos morados, movía la cabeza adelante y atrás. Al parecer la música que escuchaba la hacía feliz. Igual que los chicos alocaban a Adam. No sabía si acercarse. “estas actuando como idiota” –se reprendió. Camino hacia ella, mientras más se acercaba podía adivinar la canción que trataba de cantar. Torn, cantada por One direction. Aquella canción parecía alegrarla mucho. Adam se coloco a su lado. Ella dio un pequeño brinco. Su hermoso rostro lo miraba sorprendida, ella no se esperaba su presencia. Su seño se frunció. Él le sonrió. Ella no. Eso era nuevo para Adam, ni una chica le había negado una sonrisa, todas le sonreían. Pero Rose no, porque ella o era como los demás. 

Rose no quería la presencia de Adam, la de nadie ciertamente, pero menos la de él. Sus ojos azules como el mar la ponía nerviosa, no quería sentirse así. A parte no quería ni deseaba que las bobas niñas de su colegio los vieran juntos, eso solo le traería problemas. Adam solo le traería problemas. El se había vuelto muy popular en tan solo dos meses en la preparatoria, era normal, él es un canadiense de ojos azules, cabello color miel, acentó extranjero y muy, para el mal de ella, muy guapo. A ella esos chicos solo le traían mala suerte.

Puedes dejarme sola –dijo con su voz pesada, esa que solo usaba cuando su mamá la irritaba. Eso lo tomo desprevenido. Su voz ruda y el ceño fruncido. Nada de sonrisas y risitas tontas.

–No, quiero tu compañía –Adam no quería irse así, dejándola molesta con él.

Yo solo quiero… -no sabía que decir. Adam se había quedado sin palabras, esto no era normal.

Yo quiero que te vayas –dijo a punto de gritarle. Rose no entendia porque no se iba ya.

Me gusta la canción que escuchas –eso sorprendió a Rose. No pudo con el impulso de agradecerle.

Gracias es Torn –contesto menos irritada, hablar de música la apaciguaba mucho.

Lo sé, de One direction ¿cierto? –la cara de Rose se convirtió en un poema. Ni siquiera una chica que dice ser directioner sabría que eran ellos cantando Torn, el sí.

La sonrisa de él apareció de nuevo. Por la serenidad del rostro de Rose al mencionar el nombre de la canción supo que la irritación estaba desapareciendo, “a ella le gusta hablar de música, debo recordarlo” Adam se sintió muy orgulloso por haber sorprendido a Rose. Debía quitarle la mala imagen que tenia de él, como lo trato juraba que él no es de su agrado.

Me sorprende que sepas eso –le contesto ella.

Soy directioner que esperabas –si la mandíbula de Rose no estuviera pegada a su rostro se abría caído al suelo.

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